LA (IR) RESPONSABILIDAD DE CHÁVEZ
Por Felipe Vallejos
El actual presidente venezolano, Hugo Chávez, quien fue reelegido para un cuarto mandato consecutivo en octubre de este año, anunció una nueva operación producto del cáncer que le fue diagnósticado en la primera mitad del 2011, datos inexactos por el secretismo utilizado en torno a su padecimiento.
Motivos para celebrar hay pocos. Se trata del presidente constitucional, democráticamente elegido, y que ha estado en el poder desde 1999, con una data que incluye un intento de golpe de Estado que le valió la prisión en 1992.
Sin embargo, existe un alto grado de responsabilidad, o irresponsabilidad de parte de Chávez.
Es inconcebible que el presidente no supiera de la gravedad de su condición, y que esta le imposibilitara ejercer un nuevo mandato, cuando estaba en campaña y luego de ser reelegido. Así lo indican los números, que sencillamente no mienten.
De todas las campañas que Chávez ha desplegado, la del 2012 fue mínima, atípica, con mítines focalizados, con momentos donde sólo su cuenta de twitter (@chavezcandanga) era la voz cantante, sobre todo cuando debía desplazarse a La Habana para someterse a tratamientos que tenían relación con el cáncer.
Luego de ser reelecto con el 55% de los sufragios, Chávez desapareció en total por 22 días, es decir, casi un mes completo, de los dos que tiene como reelegido por cuarta vez.
A ésto se suma su inesperado viaje a Cuba para un nuevo tratamiento, del cual volvió nueve días después, sólo para anunciar que el cáncer había vuelto y que visitar el quirófano por cuarta vez, era “absolutamente necesario.”
Rondan dos preguntas: ¿sabía Hugo Chávez que no podría ejercer el mandato que comienza oficialmente en enero, pero aun así se postuló para mantener el poder en manos del Partido Socialista Unido de Venezuela? ¿Fue el anuncio del sábado, el principio del fin de la era de Chávez en Miraflores y el arranque de la transición liderada por Nicolás Maduro?
Ambas, hasta ahora, parecen afirmativas. El tiempo determinará qué tan acertadas estaban esas presunciones de que el presidente no estaba tan bien como afirmaba.
Los detalles de su operación, la condición de su salud y sobre todo, sus reales posibilidades de continuar al mando del país son inciertas. Un asunto de Estado que la ciudadanía se merece conocer, es un secreto guardado bajo siete llaves.
Hablemos: @felipevallejos
