AUSENCIA DE VALORES

Por Luisa Ugueto 

 

AUSENCIA DE VALORES1¿Por qué roba la gente? ¿Por qué mata? Se podría decir que desde el principio de los tiempos  ha sido así: naturaleza humana, el instinto del mal es inherente a lo que somos, al igual que el bien, Dios y el Diablo conviven en nosotros.  Podría decirse también, que se roba o se mata por “necesidad”, porque tienes carencias y necesitas cubrirlas. En época actual no creo que esto último sea cierto, no se roba, no se mata por “necesidad”, ni siquiera por maldad creo: ante la imposibilidad de conseguir lo que “necesitas” o la urgencia, imagino que los que roban y asesinan, buscan caminos más cortos, senderos que creen más fáciles.

 

La gente que vive del crimen vive poco, vive mal, pero algún placer o tranquilidad deben encontrar en el crimen. Si no fuese así, no podrían llevar ese estilo de vida. El ser humano nació para ser feliz y lo busca, nadie vive bajo una forma que, al menos, no le sea cómoda, así que me inclino a pensar que quienes matan y roban, se sienten cómodos haciéndolo.

 

Para mí los asesinos y ladrones son casos perdidos,  creo en la redención, pero dudo del cambio humano: la gente no cambia, la gente es lo que es y casi siempre esa esencia es inmutable. Habrá milagros, pero son solo eso: milagros o cambios radicales en gente tenaz.

 

Los asesinos y ladrones, siendo eso: asesinos y ladrones, tienen una moral dudosa, son gente dañada,  pero ¿Quién los daño? Yo creo que en grados distintos, todos alentamos el crimen.

 

A mi me han robado a mano armada muchas veces, y luego de la última vez, tengo una teoría (nada original), sobre porque la gente mata y roba. Si piensas en cine ves películas, si piensas en pintar pintas, pero si piensas en dinero, en un lugar como Venezuela, donde es difícil ganarse la vida por vías “legales” ¿Qué haces?

 

El índice de criminalidad y delincuencia nacional esta ligado a los valores que esta sociedad alienta y esos “valores” (a mi parecer) pueden resumirse en una sola cosa: “Eres lo que tienes”. La gente ama el dinero, ama las cosas, ama las apariencias, el estatus, envidian a los que creen que “tienen más” porque aquellos que “tienen más” son (según) más felices (cosa que no es cierta). Algunos trabajan para poder estar “al nivel” de los mejores, es decir, los que más tienen, porque tener cosas es un valor en sí mismo, para la mayoría (el día que la gente admita esto habrá una posibilidad de cambio) pero otros, menos humanitarios y con una moral dudosa: roban, matan, asesinan para no quedarse atrás.

 

dinero-bolivaresLa gente ama el dinero, quizás no solo en Venezuela, aman TENER, nadie habla de SER en la calle, o en el metro. Recuerdo que cuando estudiaba bachillerato todos querían estudiar una carrera “que les diera plata”, nunca escuché (o muy pocas veces) compañeros hablando de vocación, de oficio. Al igual que tampoco vi a nadie estudiando por el placer del conocimiento, se estudia “para pasar”, para “tener una carrera”, para “tener un buen trabajo”, para “ganar buena plata” y poder así construir el sueño clase media: la casa, el carro, el BlackBerry y el perro.

 

La falta de identidad, la carencia de valores personales (y por ende colectivos, mas allá de la pobreza), instan al robo y al crimen. Todos contribuimos con eso, estoy cansada de ver, por ejemplo, como alguien con un teléfono moderno, de pronto siente que su vida cambio, que es mejor por el mero hecho de conseguir algún bien material. He trabajado en lugares,  donde hasta las personas que limpian tienen teléfonos que no pueden pagar ni con un mes de sueldo.  Pero ¿Para qué? ¿Por qué?

 

El dinero es muy bueno, trato de conseguirlo. El dinero te da libertad,  te ayuda a mejorar tu vida, a construir cosas, sin embargo, no es el dinero en sí mismo un fin, al menos no debería serlo. Los valores que lo rodean socialmente están errados: NO  ERES lo que TIENES, no serás mas feliz cuando seas rico, no eres mejor  que el que tiene menos que tú. Todos somos personas, la esencia de la gente no se mide por cuanta plata tenga en el bolsillo, como sea su casa o que carro maneje.  Para SER hay que construir, hay que trabajar en uno mismo, Carolina Herrera no es sus millones, estoy segura que su alegría no proviene de lo que gana, proviene del entusiasmo con el que trabaja, con el que ha construido un imperio.

 

El mundo esta lleno de cantantes que no cantan, actrices que no actúan, periodistas que no escriben, gente que no quiere trabajar, quieren aparecer. Su identidad no tiene bases, sus vidas están construidas en el aire de las simulaciones. Todos los que toman el camino fácil, son criminales en menor grado, y alientan y distorsionan los “valores” colectivos. En estos tiempos, todos quieren ser famosos, tener un carro, un teléfono de marca, ser el centro de atención. Afortunadamente, las fachadas no duran mucho, y dejan alegrías endebles, fugaces, como las vidas de los asesinos y ladrones, que afortunadamente duran poco, aunque antes se lleven a un montón de gente por delante.

 

El crimen no comienza, solamente, con el que te apunta con una pistola por un teléfono, con la pobreza, o las carencias o la injusticia social, el crimen tiene mucho que ver con los conceptos y “valores” que se propician socialmente. En un mundo de las apariencias el dinero manda. Para que termine la delincuencia y el crimen, además de una policía eficiente, un sistema judicial que funcione y medidas contra la pobreza,  tendría  que suceder  un cambio de valores, y no puede haber un cambio de valores sin un cambio interior, personal, individual. Si no cambia el hombre nunca pasará nada. Empieza por ti y luego me cuentas.

 

 

(Visited 58 times, 1 visits today)

Guayoyo en Letras