El falso mesías

Por Ivanna Méndez

@IvannaMendezM

 

 

 

 

El exceso de fe nunca es bueno. En los últimos días, María Estrella Uribe generó polémica al leer el “Chávez nuestro” durante el Congreso del Psuv, hecho que la iglesia calificó como blasfemia y que luego Maduro defendería rescatando su similitud con poemas como los de Neruda al Libertador y muchos otros. Alegando que para el oficialismo era simplemente producto de su libre creación y además exigió se respetara ese derecho al “pueblo creador”.

 

La verdad es que aquello, aunque al ser dicho para defender semejante “oración” suene a mentira, no es la primera vez que se versiona una oración como esta.

 

Muchos de la iglesia estarán en desacuerdo en que no considere el mayor problema el hecho de que se haya usado el “Padre Nuestro” como inspiración, y es que quizás es en eso donde ellos encuentren lo profano.

 

Desde hace tiempo existen capillas, estampitas, estatuas e incluso un credo. Lo que me hace preguntarme ¿qué diferencia al “Padre nuestro” de todo lo demás? ¿será por ser una de las oraciones más importantes del cristianismo o por qué llegó en un momento en el que se habían olvidado un poco de aquella idolatría que rondaba los días de la partida del “comandante supremo” y esto nos hizo recordar de nuevo que aún existe, en la mente y el corazón de algunos, que su sombra permanece en un país donde algunos preservan la absurda sensación de que todo esta bien. Nos cuesta trabajo pensar, al ver a nuestros alrededores una Venezuela caótica sumida en la inseguridad, la escasez y otros tantos males cada día mas preocupantes, que existan personas que aún lo vean como a un dios al que hay mucho por agradecer.

 

Como dije no es la primera vez en la historia que se hacen oraciones similares, no es la primera vez que la política cae en la idolatría. Después de todo, no siempre al que se le reza ha de ser bueno, la juventud alemana llegó a alzar plegarias a Hitler y como ese muchos otros ejemplos, y aquellas personas han de pensar: ¿qué diferencia al dios del cristianismo de su dios? ¿qué hace que un dios sea bueno y el otro malo? ¿qué hace que uno merezca oraciones y el otro no?

 

La verdad es, que aunque buena parte de la población lo lamente, Chávez comenzó a ser un mesías para ellos mucho antes de quedar reducido a una momia en el Cuartel de la Montaña, desde aquel momento en que su imagen se hizo pública en 1992 se convirtió entonces en una bandera política, el líder carismático, el “mesías de los pobres”, imagen que fue cosechando a lo largo de su mandato y que el venezolano ingenuo de la época no pudo resistirse, quien debido a su corta memoria histórica y su ignorancia pudo hallar en él “el salvador” que estaban buscando, y él a su vez encontró en el descontento del pueblo, fundamentado en viejas luchas ideológicas, el terreno perfecto para su objetivo. Era un pueblo ansioso de renovación, al que llegó ese hombre que se identificaría con sus necesidades (aunque con el tiempo su discurso y sus lujos se convertirían en ridículas contradicciones), un hombre que los tomaría en cuenta y llegaría a hacerlos protagonistas de una historia de donde se sentían desplazados, que los entendería en su miseria. E incluso, ahora después de su muerte, algunas personas que cuando seguía vivo demostraron odiarlo, en un ataque de falsa nostalgia afirmaban incluso extrañarlo, su desaparición había logrado ese efecto.

 

Los que mandan ahora están aferrados a su imagen porque saben que sin ella no son nada y por eso han intentado salvarla de todas las formas posibles, razón por la cual su mirada se encuentra en casi cualquier rincón de la ciudad, asegurándose de que todos aquellos que le tenían fe continúen siguiendo ciegamente sus pasos.

 

El problema en este caso es que cuando algo se cree demasiado cae en la exageración. “El verdadero partidario de determinada política nunca toma en serio sus sofismas, solo los objetivos prácticos que se ocultan tras estos”. Aquellos ingenuos que los creen totalmente terminan rebelándose, pues encuentran sus contradicciones. Y así ha sido. El exceso de fe nunca es bueno.

 

Los esfuerzos del gobierno por convertirlo en un mito quizás no han rendido el efecto que esperaban y aunque parezca que no es así, ya sea por sus terribles políticas o por otras razones, se han derrumbado las esperanzas de muchos en aquel “sueño compartido” del que la necesidad los ha arrastrado, cada día son mas notorios los errores y el vacío de sus argumentos, cada día son mas son los que entienden que quizás no fue ni es el dios que esperaban, o en otros casos, que los que dejó en su lugar son incapaces de lograr lo que dicen. Cada día más abren los ojos y cuando todo caiga por su propio peso, no estará la imagen de su mesías para salvarlos. Su recuerdo no será más una excusa.

 

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