Sicariato de noticias

sicariato de noticias

Asesinan a balazos a El Picure; es inminente el colapso del servicio eléctrico a nivel nacional; Nicolás Maduro anuncia que hay que prepararse para defender la revolución y amenaza con disolver la recién electa Asamblea Nacional; Diosdado Cabello declara  “por Chávez soy capaz de cualquier cosa”; Tibisay Lucena repudió “las agresiones y ataques masivos contra el CNE”; la oposición entregó 5 veces más del número de firmas requerido para activar el referéndum que revocará el mandato del presidente Maduro.

Cualquiera que lea estas noticias desde otro país, por lo concentrado y espinoso de su contenido, pudiera pensar que se trata de acontecimientos acaecidos en diferentes días e incluso años, pero sólo se trata de las noticias que circularon el pasado 3 de mayo en Venezuela. Mi esposa me comentaba hace unos meses “en Venezuela lo que hay es un sicariato de noticias” y yo un poco asombrado por su expresión, le repliqué, ¿Qué carajos tiene que ver el sicariato con las noticias? A lo que ella respondió “al igual que un sicario asesina a sus víctimas por encargo, el gobierno ‘revolucionario’ a través de sus medios y periodistas serviles, desaparece una noticia grave aniquilándola con otra igual o más grave”.

Así, el mismo día en que la oposición a pesar de todos los obstáculos inventados por el organismo electoral, entregó 5 veces más del número de firmas requeridas para activar el referéndum revocatorio, el gobierno que lleva más de 17 años en el poder, caracterizados por la inacción en materia de seguridad ciudadana, decide poner fin al supuesto mega recontra delincuente, el Pablo Escobar de Guárico, el Al Capone de San Juan de Los Morros, mostrando en un solo día de esos 17 años, eficiencia en sus políticas en materia criminal, lo cual fue reflejado en primera plana en casi todos los medios. Bahh, a otro con ese cuento.

Si algún logro ha alcanzado la “revolución” en Venezuela, ha sido el control de la información que circula en el país. Sólo basta hacer un pequeño recuento para darse cuenta de ello. En el año 2007 decidieron cerrar el principal y más antiguo canal de televisión: RCTV, quien tenía nada más y nada menos que casi la mitad de la audiencia del país. En el 2009, el “flamante” director de CONATEL, Diosdado Cabello, decidió la salida del aire de 34 emisoras radiales en tan sólo un día, a lo que valientemente, el para entonces presidente del Colegio Nacional de Periodistas, William Echeverría, afirmó que la razón por las cuales las sacaban del aire era porque “son independientes y no se han sometido a los mandatos de Chávez”. En abril de 2013, tan solo 3 años luego de que el director y accionista del canal Globovisión (Alberto Federico Ravell), renunciara a su cargo y denunciara el intento de compra del canal por parte de personeros afectos al gobierno, se hace pública la adquisición del mismo por un grupo de empresarios totalmente desconocidos.

En octubre de ese mismo año 2013, se anuncia oficialmente al país la venta, bastante sospechosa de la Cadena Capriles, que agrupa entre otros, al diario Últimas Noticias, el cual es precisamente el más vendido entre las clases populares en la capital venezolana, y en 2014 El Universal, uno de los diarios más importantes y de circulación nacional, anuncia su compra por parte de un “conocido” grupo español.

A este oscuro panorama se le suma la creación en el año 2013 de un organismo llamado Centro Estratégico de Seguridad y Protección de la Patria (CESPA), cuyo artículo 9 del decreto de creación establece: “El Presidente o Presidenta del Centro Estratégico de Seguridad y Protección de la Patria podrá declarar el carácter de reservada, clasificada o de divulgación limitada a cualesquiera información, hecho o circunstancia, que en cumplimiento de sus funciones tenga conocimiento o sea tramitada en el Centro Estratégico de Seguridad y Protección de la Patria”, lo cual abiertamente viola el derecho a la información y la prohibición expresa de la censura establecida en nuestra Constitución (arts. 57 y 58 CRBV).

A todas estas acciones desplegadas por el gobierno para limitar el derecho a la información, le sale al paso las noticias que circulan libremente en internet: Twitter, Facebook, Instagram, Blogs, etc. Sin embargo, esa información encuentra muchas limitantes, como el acceso al internet y la calidad del servicio. No todos tienen acceso al internet y la velocidad del mismo restringe cada día más la cantidad de información que circula en las redes. Según un informe presentado en 2015 por el CEPAL (organismo adscrito a la Organización de las Naciones Unidas) y titulado Estado de la Banda Ancha en América Latina y el Caribe 2015 “La velocidad de carga promedio para América Latina es 2,92 Mbps y para los países avanzados es de 13,41 Mbps. Uruguay (5,9 Mbps) es líder en la región, seguido por México (5,67 Mbps) y Brasil (4,23 Mbps). La República Bolivariana de Venezuela, el Estado Plurinacional de Bolivia y Perú cuentan con las velocidades más bajas”.

Es clave que los ciudadanos tomemos conciencia y nos organicemos para compartir información objetiva de lo que está pasando en Venezuela. Las redes sociales que usualmente se usan para promover selfies, chistes, y cualquier información superflua, podrían jugar temporalmente un papel fundamental en el rompimiento del cerco comunicacional, transmitiendo información veráz y evitando compartir noticias no corroboradas. Conversando y discutiendo entre familiares, amigos, compañeros de trabajo, estudio, etc, se podría lograr evitar el sicariato de noticias. Tenemos que centrarnos en cuál es la noticia más importante del día que el gobierno trata de aniquilar, y compartirla. La información es para la “revolución” lo que las tanquetas son para las guerras.

Víctor Bolívar
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