O el regalo de olvidar
Buscando parecernos a Dory

Buscando a Dory

En las carteleras de cine se encuentra esta película “Buscando a Dory”. Desde que ese personaje salió en la película “Buscando a Nemo” mis sobrinos –quienes fueron a verla conmigo- me decían que yo me parecía a Dory, que todo se me olvidaba. Lo hacían como una forma de burlarse de mí, sin embargo me parecía algo bueno en un aspecto que ya te contaré.

 Creo que un ingrediente que hace a una persona feliz es la facilidad para olvidar rápidamente los malos momentos, las peleas  y diferencias que puedas tener con alguna persona. Todos, a lo largo de nuestra vida vamos a tener vivencia que nos hagan sentir rabiosos o que nos lastimen, eso es indudable. Sin embargo, el tema es que haremos con ello. Y en este caso, hay dos opciones: guardar eso en tu corazón y con ello prolongar tu rabia o tristeza o soltar lo ocurrido, pasar la página y comenzar de nuevo. En cual sea de los casos te aseguro, ¡ES UNA ELECCIÓN!

Hay personas que dicen son de esa manera, no pueden olvidar las cosas y entiendo que lo vean de esa manera. Pero, como terapeuta, se que es posible cambiar y que paso a paso podemos construir la persona que queremos ser.

Recientemente tuve una conversación con alguien muy querido para mí que dice le cuesta mucho olvidar y siendo que nuestra relación es muy larga, me empezó a enumerar momentos donde yo había dicho o hecho cosas que según ella no estaban bien o que la habían lastimado. Mientras la oía, sentía compasión por ella, porque eso que ella describía. En mi caso, no sólo no recordaba nada, sino que incluso parecía que hacía referencia a alguien que fui, pero que ya no soy (la Carla de hoy no es para nada la Carla de hace 15 años, por ejemplo). Podía sentir su dolor en la medida en que hablaba y lamento haber sido yo causante de esas emociones, pero esta querida persona para mi, es dueña de su vida, por tanto quien decide cuanto tiempo dejará que eso le afecte.

En mi caso, tal vez naturalmente yo tengo esa facilidad para olvidar (como Dory), pero también he hecho bastante trabajo personal que ha limpiado mi corazón, sanando mis heridas, y también he adiestrado mi mente para enfocarme en lo positivo y bueno.

Entonces, tanto como terapeuta, como persona, se que limpiar tu corazón te hace ser más feliz y liviano. Si no sabes como lograrlo, aquí te dejo unos tips:

1.- Entrena tu mente, haciendo conscientemente que se enfoque en lo que te gusta de las personas. Cuando te veas juzgando o criticando, toma la decisión de pensar en otra cosa de ese ser.

2.- Si alguien te ha lastimado habla con la persona como una forma de limpiar esa situación. Hablar con la intención de soltar puede ser muy bueno. Si no estás listo para conversar, escribe una carta de cierre. Si no sabes como hacerla, puedes escribirme.

3.- Usa el sentido de humor para aligerar la situación, encuentra una forma jocosa de ver lo ocurrido. A veces es bueno reírnos de nosotros.

4.- Cuando recuerdes un evento que desagradable para ti, puedes repetir también las sabias palabras del Ho’oponopono: Lo Siento, Perdón, Te Amo, Gracias. Esas palabras tienen una poderosa energía de transformación.

Limpiar, aligerar tu corazón son un gran regalo para tu vida y relaciones, así que vamos, ¡aprende un poco de Dory!

 

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