Trujillanos F.C.: El deporte nuevamente es víctima de la delincuencia

Estos días quedarán marcados en la memoria los jugadores, personal técnico e hinchas de Trujillanos Fútbol Club, su travesía por el oriente del país con ocasión de la 14° jornada del Torneo Clausura del fútbol venezolano.

En su encuentro frente a Monagas el equipo andino soñaba hasta el minuto 75  con una victoria, 15 minutos después la historia fue distinta y dejaron tres puntos en casa de la oncena azulgrana.

Como si lo anterior no fuese poco, el conjunto radicado en la ciudad de Valera colocó un número más en la abultada estadística de víctimas de la delincuencia en Venezuela, cuando en horas de la madrugada del lunes, el autobús donde se trasladaban fue atacado en las inmediaciones a la población de Boca de Uchire en el estado Anzoátegui por 6 sujetos fuertemente armados que sometieron a los que allí se encontraban.

El vehículo fue desviado 1 kilometro y medio bajo amenazas de lanzar una granada si éste contaba con el dispositivo GPS, durante 2 horas y media el grupo comando mantuvo retenido al equipo técnico y deportivo de Trujillanos. 

Pertenencias personales, celulares, computadoras portátiles, zapatos deportivos, balones y uniformes fue el botín colectado por los atacantes.

Luego de este relato, uno más en la abultada historia delictiva del país, además de sentir alivio porque fue “solo un susto” y de la preguntarse una vez más ¿En dónde estaban las autoridades? hay que analizar ¿por qué la Federación de Fútbol Venezolana no ha tomado cartas en el asunto?, si es bien sabido que las carreteras venezolanas se han convertido en auténticas guillotinas para el que las transita y sobretodo en la madrugada.

El fútbol es un espectáculo que cada fin de semana representa para muchos venezolanos un bálsamo a todos los avatares de la vida diaria y situaciones como la vivida por Trujillanos FC además poner en peligro la vida e integridad de los que allí se encontraban pone en peligro al deporte.

Este ataque lleva obligatoriamente a recordar otro hecho ocurrido hace pocas semanas en el estadio José Antonio Anzoátegui de esa misma entidad durante el partido entre el Deportivo Anzoátegui y el Caracas Fútbol Club, hinchas pertenecientes a la barra de “Los Rojos del Ávila” fueron atacados por los policías del estado, quienes arrinconaron a los aficionados con perdigones y piedras, sin tomar en cuenta que allí se encontraban incluso mujeres embarazadas.

Es curioso observar que el cuerpo policial que participó en ese altercado es el mismo que debería evitar que sucedan cosas como la ocurrida a Trujillanos, ¿por qué no están allí? quizás es más sencillo agredir al que está armado con una bandera o un trapo que al que está en una vía pública noche a noche alterando la vida y la tranquilidad de los venezolanos.

 

Victoria Guedez
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