Casi la dolarización: Experiencia ecuatoriana

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Muchos de los venezolanos que miraron sus teléfonos inteligentes en las ultimas dos semanas, sintieron la angustia cubrirles la piel en forma de sudor, como si un mensaje apocalíptico hubiese llegado en forma de cadena de whatsapp, declarándoles el fin de los tiempos; no con la cuchilla de los jinetes durante el Armagedón, sino con el dólar galopante que desmenuza los bolsillos, de quienes están amarrados al bolívar, sin acceso justo a una divisa fuerte, para proteger su dinero que se devalúa más rápido, que el tiempo que duran en llegar a la charcutería.

En medio del caos evidenciado en las redes sociales, las especulaciones de las personas nacieron como un acto natural, entre ellas una que aparece cada vez que la devaluación se hace presente en el verbo colectivo: “Venezuela debe dolarizarse” ¿Será viable? Es una pregunta que al juntarla con las últimas medidas del Gobierno, que anunció la entrega de todo el sistema hotelero Venetur a la cadena hotelera Marriott y el cobro en dólares a los extranjeros que quieran utilizar los servicios turísticos en Venezuela; lleva a que aquellos atentos a la economía nacional, vean un camino para el país alejado a las políticas socialistas, que tanto  pregonaron los dirigentes del régimen actual; que han de estar presionados por la situación política interna y los  intereses internacionales, que necesitan la estabilidad venezolana, para seguir realizando sus proyectos dentro del territorio nacional.

¿Las condiciones están dadas para una dolarización? ¿Qué significaría dejar morir al bolívar para sustituirlo por otra moneda? ¿Cómo llegamos a este punto? Preguntas que para ser respondidas, se debe recurrir a la historia, como una fuente que esconde muchísima sabiduría para el futuro. El precedente más dramático sobre dolarización en América Latina, lo podemos encontrar en Ecuador, país que desde el 9 de enero del 2000, cambió su moneda nacional por la divisa norteamericana, que hoy circula como la moneda oficial, lo que le da una particularidad a la economía ecuatoriana, que es importante observar para analizar lo que podría ocurrir en nuestro país.

De los grandes cacaos a los voraces banqueros

Así como ocurrió con Venezuela luego del desmembramiento de la Gran Colombia, Ecuador inició su camino en la historia con una crisis económica, producto de la guerra y la poca diversificación de su producción interna, basada en la siembra de Cacao; rubro del que solo se beneficiaban, algunos pocos terratenientes herederos del sistema colonial. Estos señores feudales formaron  una élite política, que gobernó el país y mantuvo el poder en manos de pocos, práctica que se mantuvo a pesar de los cambios de gobiernos y los conflictos internos.

Durante las primeras décadas del siglo XX, el cacao perdió parte de su valor internacional, lo que generó una nueva crisis económica, que obligó al Estado a buscar nuevas fuentes de ingreso. Esta vez volvieron a encontrar en el campo los importantes dineros para el Estado, sin embargo, la producción no estaría dirigida por capitales nacionales, sino por trasnacionales principalmente estadunidenses, que iniciarían la explotación del banano exponencialmente, proveyéndole al Ecuador, una renta fija que debería ser repartida para el desarrollo nacional.

Lamentablemente para el país suramericano, no se implementaron políticas efectivas para sustituir las importaciones por productos nacionales, lo que trajo la dependencia a la adquisición de divisas internacionales, específicamente el dólar. Además, obedecieron la tradición monoproductora y rentista, que causaría en su futuro, adversidades parecidas a las venezolanas.

Los antiguos grandes cacaos, como se le llamaban a los señores del campo en las excolonias españolas, gracias a sus influencias en la política y sus contactos con entes económicos extranjeros, formaron bancos, aseguradoras y agencias bursátiles, con las que aumentaron sus capitales y crearon un vínculo con casi todos los políticos que necesitaban de financiamiento para sus campañas, esto les aseguró oportunidades para recibir los beneficios que le llegaban al país; primero por medio de la explotación del banano y luego por los ingresos petroleros le generaron sumas multimillonarias al país, que no parecía tener avances sociales profundos, a pesar de la cantidad de divisas que eran obtenidas por el Estado.

La sucretización: El primer paso hacia el gran atraco

La hegemonía de algunas familias, de algunos grupos de poder en Ecuador, se pudieron observar con mayor fuerza en la década de los 80, cuando el país acepto el endeudamiento agresivo por parte de la banca internacional, que luego de catalogar a Latinoamérica como una región de riesgo financiero, después del default de México en 1982, aumentó las tasas de interes del 6% al 20%, haciéndole muy difícil de pagar a las naciones de América Latina, con economías desequilibradas, industrialmente subdesarrolladas y dependientes a la explotación de materias primas, que luego de la caída de los precios del petróleo a finales de aquella nefasta década, en donde la deuda aumentó muchísimo más rápido que el PIB, puso en riesgo las reservas de la nación al sur del continente y al mismo tiempo, le sirvió para una de las mayores estafas de la historia bancaria del mundo, con la participación de gobiernos complacientes, que no velaron por la seguridad de sus ciudadanos.

En 1982, el presidente Hurtado tomó una decisión que mostraría en el futuro cercano, sus consecuencias negativas para el país, decidió que el Estado asumiría la deuda de la banca privada con entes extranjeros y que los bancos nacionales pagarían en la moneda vigente para entonces, El Sucre, esa deuda que asumía la nación. De esta manera, los miles de millones de dólares que adeudaban esos grupos financieros, serian pagados por todos los ecuatorianos, mientras que estos, irían pagando poco a poco, en una moneda que perdía valor. ¿El Gobierno tomó esa decisión en beneficio de quién? Los banqueros demostraron su influencia en el poder ejecutivo, que no dudo en empobrecer al país, en beneficio de unos pocos millonarios, que siguieron disfrutando de los beneficios de sus negocios, mientras la población  se hacía cada día más pobre.

Libertinaje bancario

En la constitución de 1998 de la República del Ecuador, se estipuló la independencia del Banco Central, algo que aumentó la libertad de la institución, para regular el uso político de las imprentas de moneda, práctica habitual por gobiernos con alto gasto público y de carácter populista. Sin embargo, la autonomía que tenía como finalidad la limpieza de la distorsionada economía, en vez de recuperar los billetes inorgánicos sin respaldo, imprimió muchos más, que junto a los bonos entregado a varios bancos que ya para principios de 1999, se declaraban en quiebra, llenaron las calles de Sucres, lo que mejoró la liquidez de los ciudadanos y de los entes financieros, aumentando la demanda de dólares, depreciando la moneda en un 245% entre ese año y el 2000, lo que como era obvio, disparó la inflación a niveles insostenibles, que llevaron al anunció de la dolarización de su economía.

La dolarización vino después de retener los ahorros de millones ecuatorianos, que debieron esperar la entrega de su dinero convertido en moneda estadounidense, a un precio que literalmente los empobreció. Al momento de la retención de los ahorros por parte del gobierno de Yamil Mahuad, el dólar se compraba por 10.500 sucres, un año después, al devolverles el dinero, sus ahorros fueron transformados bajo el precio de 25.000 sucres por dólar.

¿Por qué se llegó a la dolarización?

  1. La moneda oficial (el sucre) se depreció en un 245%, después de la impresión de billetes inorgánicos
  2. Dos de los bancos más grandes del país, el Banco Progreso y Banco Continental, se declararon en crisis provocando todo un desfaso financiero, que obligó al Estado, según la Ley para la Agencia de Garantías de Depósitos, a rescatar a los bancos, aseguradoras y agencias bursátiles en riesgo.
  3. Inestabilidad política producto de la retención de los ahorros de los ciudadanos, incluyendo los fondos de pensiones.
  4. Caída de los precios del petróleo.
  5. Más del 30% de la economía ya se encontraba dolarizada desde 1995, según datos del Banco Central del Ecuador.
  6. Perdida de las siembras agrícolas en las costas ecuatorianas, después de fuertes inundaciones causadas por el fenómeno del Niño.

¿Venezuela en camino a la dolarización?

A diferencia del Ecuador a finales de la década del 90, la economía venezolana sufre una distorsión monetaria, causada por las típicas políticas populistas, que aumentaron el gasto público, que luego de la caída de los precios del petróleo, desbancó al Estado que opto, por la impresión de bolívares sin respaldo, que junto al control cambiario y la alta dependencia a la importación, hacen de la economía un fenómeno volátil, que ha sido de provecho para muchos banqueros relacionados con el Gobierno.

¿Dolarizar? Ciertamente algunas de las condiciones que llevaron al Ecuador a dolarizarse, se repiten tristemente en Venezuela, sin embargo, según algunos analistas, tal medida no es necesaria para rescatar la economía, el bolívar es salvable, siempre y cuando se inicie una serie de ajustes, que permitan la inversión extranjera y la diversificación de la economía del país.

La dolarización no es una acción milagrosa, puesto que sí se mantienen los vicios de la economía, como la monoproducción, el alto gasto público  y la corrupción, los países no podrán ser competitivos frente a otras economías con mercados diversos. Esto lo experimenta actualmente el Ecuador, que con su políticas proteccionistas y estatistas, no lograron hacerse competitivos frente a otros mercados, al ser dependientes principalmente de los ingresos petroleros y altamente sensible a la percepción del dólar, que cuando se fortalece, desmejora la capacidad de atraer inversiones que busquen, mejores condiciones monetarias para la producción.

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Jorge Flores Riofrio
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