Reflexiones sobre la muerte de Fidel

fidel-castro-reflexiones

La muerte es una espíritu que siempre está cerca, y al menos en un momento de nuestra vida nos lo encuéntranos; quizás es la única socialista que conozco, debido a que no respeta estatus social o económico; nadie es tan fuerte o listo que pueda someterla y hasta por cansancio, fatiga o enfermedad la añoramos, porque vivir sufriendo no es vida.

Festejar la muerte es extraño y raro, salvo en México (indio y autóctono), pero ha de verse con  extrañeza cuando una persona o un grupo  festejan la muerte de otro, porque rompe abiertamente el tradicional respeto al luto de los deudos. Al festejar la muerte  de otro, esto  se convierte en una especie de burla o mofa, que nos recuerda que nadie por poderoso que sea podrá vencerla y que todos vamos a transitar ese camino.

Las festividades en Miami y en algunos sectores sociales de América Latina por la muerte de Fidel, nos muestran las consecuencias cuando un grupo político o social trata de imponerse a otro y llega a utilizar la coacción como herramienta política. Imaginemos solamente como una persona se tiene que sentir al dejar su patria por ideologías políticas o porque no ve horizontes económicos para prosperar, y decide  cambiar tan radicalmente su destino al enfrentarse a lo desconocido. Esta realidad ahora la están enfrentando actualmente alrededor de dos millones de  venezolanos.

A diferencia de lo que piensan muchos en Venezuela, el fascismo no es de derecha o izquierda, es una idea política que se sostiene sobre el totalitarismo del Estado y en última instancia en el culto al líder o su legado, como en Corea del Norte, Cuba  o Venezuela. Lo defino como un resabio de la monarquía.

El epicentro del fascismo moderno es Benito Mussolini, y el definía esta doctrina política de la siguiente manera: “El pueblo es el cuerpo del Estado, y el Estado es el espíritu del pueblo. En la doctrina fascista, el pueblo es el Estado y el Estado es el pueblo.”; el saludo alemán en el III Reich (Alemania Nazi) era “un Pueblo, un Imperio, un Guía” (Ein Volk, ein Reich, ein Führer). Ante estas dos aforismos o sintaxis, solo podemos decir que cualquier parecido con la realidad política venezolana es pura y mera coincidencia.

Dentro de esta doctrina el desarrollo de la ideología no se basa en la razón, sino en despertar  emociones. Se utiliza la propaganda a fin de afianzar os sentimientos en torno al partido o al  líder, al padre bueno, al libertador de la tiranía p cualquier otro calificativo rimbombante. La estructura de la propaganda va dirigida al cerebro límbico que es donde residen las emociones humanas.

El fascismo desarrolla el esquema de propaganda propuesto por  Joseph Goebbels, que decía que debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentarlas una y otra vez desde diferentes perspectivas, pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas, se basa en el axioma  de “si una mentira se repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad”.

Norberto Bobbio (uno de los grandes intelectuales de la Teoría Política en el SXX) sintetiza al fascismo como un sistema político que trata de llevar a cabo un encuadramiento unitario de una sociedad en crisis dentro de una dimensión dinámica y trágica, promoviendo la movilización de masas por medio de la identificación de las reivindicaciones sociales con las reivindicaciones nacionales.

Quizás el fascismo en América Latina empieza a engendrarse con Rafael Leónidas Trujillo Molina (Chapita) y su culto a la personalidad, pero no pudo desarrollar una estructura política capaz de ir más allá de su persona. Por eso que Fidel puede ser calificado como el padre del Fascismo en estas tierras equinocciales como las llamara A. Humboldt. El construyo una estructura política de corte represivo y creo de la propia Cuba una sociedad de sospechosos a través de los Comité de Vigilancia de la Revolución intrincada red de espionaje social.

Fidel después del triunfo de la revolución el 1º de Enero de 1959, con la instauración de un gobierno de tendencias abiertas donde él era el comandante en jefe es él, empiezan los procesos de expropiaciones y el olvido del Manifiesto de Sierra Maestra que impulsaba cambios democráticos. Ya entrando en la década de los 60 los fusilamientos eran normales y empiezan a manifestarse las fisuras entre los mismos impulsores de la Revolución.

Las extrañas y convenientes muertes de algunos de los que desembarcaron en el Gramma, ente las cuales destaca Camilo Cienfuegos (El comandante del pueblo) y el distanciamiento con una carta del Che Guevara para adelantar la revolución por América; le permitieron a los hermanos Castro (Fidel y Raúl) ser los protagonistas de primer orden de la estructura política que se levantó tras la Revolución.

Su alianza con la entonces URSS y el éxito que tuvo en el frustrado desembarco de Bahía de Cochinos en abril de 1961; le permitió a dividir a la sociedad cubana en aliados y enemigos. A partir de Bahía de Cochinos se pudo consolidar una estructura política que permitía reprimir a cualquier disidente del sistema político que promovía Fidel.

La Guerra Fría y el conflicto de los misiles a finales de 1962, permitieron a un puñado de políticos reprimir a los disidentes, bien sea a través del exilio, la cárcel o el fusilamiento. En Cuba la Guerra Fría fue caliente para sus propios ciudadanos. La maquinaria de sumisión y adoctrinamiento soviética sirvió para crear una estructura de mansedumbre y servidumbre del pueblo cubano.

Para el mantenimiento de los  Castros en el poder fue necesario la subordinación del pueblo cubano al líder, conseguido a través de los Comité de Defensa de la Revolución, el adoctrinamiento de la sociedad desde la infancia, la creación de un enemigo del pueblo (los EEUU) y un mal continuo que los agobia(el bloqueo). Con esto todo lo malo que pasase en la sociedad cubana tenía una razón externa, porque el sabio criterio del líder del pueblo no puede estar errado.

Sobre esa creencia del enemigo externo, casi cuatro mil fusilados, miles de presos políticos y más de dos millones exilados y haber convertido a la isla en una inmensa prisión de enemigos potenciales, se ha mantenido el Régimen Cubano por más de 50 años. Una historia escrita con el lápiz de la represión. Uno podría decir: fuera el tirano Batista, que aquí estoy yo.

Reflexionemos entonces porque algunas personas festejan la muerte de Fidel.

El ensueño de gloria y épica de la Revolución Cubana, ha permitió la exportación de su miseria y la tiranía  a través de la mal llamadas Revolución Sandinista y Bolivariana, que sirven para cimentar las nuevas dictaduras en América Latina.

En el caso de Venezuela, el peso de la subordinación de la política venezolana a régimen cubano, esta brillantemente sintetizado en el Efecto Naim. La mal llamada Revolución Bolivariana ha traído la más espantosa ruina a Venezuela.

Yo me he cansado de oír, “Chávez nos abrió los ojos”. Y me he cansado de decir: oh te los cerró.

(Visited 127 times, 1 visits today)

Guayoyo en Letras