Un recuerdo del futuro

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Al salir de Carúpano, para venir a estudiar en la UCV y la UCAB, mi abuela Otilia me hizo muchas recomendaciones y dio grandes consejos. La mayoría los he cumplido con fervor. Aquí voy a poner en práctica uno de ellos: “Cuando no puedas ser el más fuerte se, al menos, el más fino…” La  ocasión lo amerita porque, al igual que la mayoría de los venezolanos, siento la presencia de las mafias y un alto grado de manipulación que nos coloca en estado de indefensión.

No voy a describir el sinsabor de constatar los efectos irreparables del teatro llamado “Diálogo Sincero”. Ustedes conocen mi opinión sobre el tema desde el mismo momento en que fue anunciado. Pasó lo único que podía pasar y perderíamos el tiempo repitiendo lo que todos conocen. Lo que sí creo conveniente es advertir sobre lo que viene, hacer un recuerdo del futuro, para concluir por el inicio: “Mientras no resolvamos el problema organizativo de los factores democráticos no saldremos de este marasmo”. Por cierto, eso que llaman Oposición no coincide necesariamente con los factores democráticos actuantes en esta coyuntura política.

¿Acaso el régimen ha dejado algún cabo suelto? La verdad, poco temor debe existir ante lo que llaman oposición; sus compañeros de mesa. Lograron desmovilizar al tiempo que sembraron la división, siempre con mucho auxilio externo. A esto hay que añadir el tiempo precioso ganado y la eliminación de cualquier evento que ponga en duda la permanencia en el poder. Por si falla el embrague, tienen un TSJ que empuja el aparato con su actividad usurpadora. De manera que el frente político es el más sencillo de controlar por el régimen. Maduro enarbola las banderas de la Paz, al mejor estilo de las FARC. Y la agenda es el diálogo perpetuo. La mesa está servida.

¿Cómo pretenden consolidar esa situación? El mejor mecanismo es institucionalizar el esquema de “franquicia política” que se concreta en el enfrentamiento Gobierno-Oposición. Y la vía será ahora la utilización del Consejo Nacional Electoral en una nueva misión, muy compleja por demás. Se trata de una maniobra de gran calado en la que uno de los Poderes del Estado, exclusivamente concebido para organizar procesos electorales, canalizará todo su esfuerzo para que se difieran o no se realicen los eventos para los cuales fue creado.

Nadie ha podido explicar cómo los dialogantes, cuyo objetivo era la realización del referendo revocatorio, llegaron a negociar la no realización de ese mecanismo constitucional. Y a cambio de ese sacrificio fueron entregadas las elecciones regionales y la mayoría calificada en la Asamblea Nacional. Tremendo negocio. Tampoco se sabe nada de los calificados como “privados de libertad”. Mientras, el scout y los otros lobatos siguen acatando todo; porque, supuestamente, el Papa lo pidió así y lo transmitió a través del Espíritu Santo que ha sido identificado como “El Nuncio”.

Pero la voz de Dios parece que se apagó ante el engaño, inducido o no. Todos reculan, tartamudean, miran hacia el infinito como queriendo transmitir que ellos saben algo que el universo no conoce y que justifica sus actos. Es similar a aquella leyenda urbana de la década pasada en la que se predicaba que venía una intervención militar si la gente salía a la calle y se producía la crisis. ¿Cuántos han sido capturados, entre primera y segunda base, por creer que los militares se van a dar un golpe a sí mismos? ¿Acaso cabe duda? Son ellos los que mueven los hilos del payaso gesticulante.

Ahora la estrategia es otra y, como de costumbre, parece que pasa desapercibida; o, al menos, la dejan esconderse “debajo de la mesa”. Tiene que evitar que coincida la protesta política con la subversión social, en el primer trimestre de 2017. El C.N.E aprobó el Reglamento Parcial de la Ley de Partidos Políticos, Reuniones Públicas y Manifestaciones, publicado en la Gaceta Electoral Nº 828 de fecha 17 de noviembre de 2016. Se trata de la Resolución N° 161018-0209 mediante la cual se regula la constitución, actividad, cancelación y demás actos registrables de las organizaciones con fines políticos. La idea es inhabilitar, desaparecer o eliminar, como lo quieran leer, a los partidos no alineados, sean del proceso o no.

Como elemento clave para interpretar la situación, al menos para aquellos que pueden adelantar algunas jugadas de ajedrez y pueden masticar chicle caminando sin temor a caerse, aparece la Sentencia N° 1 emitida por la Sala Constitucional, el 5 de enero de 2016. En esta decisión se ordena al C.N.E que en el lapso de sesenta (60) días, siguientes a la publicación del fallo, proceda a la regulación de un mecanismo dirigido a la verificación de la nómina de inscritos de los partidos políticos. La séptima jugada es la eliminación de la mayoría de los partidos y estructuras sociales.

El régimen pretende la aplicación retroactiva de la Resolución N° 161018-0209 para afectar la realización de las elecciones. El inexplicable e injustificado retardo en su aprobación, les permite una masiva violación de derechos políticos y el colapso del funcionamiento del sistema electoral. Entiéndase bien, Maduro, su régimen militar, las mafias del narcotráfico, las mafias de la corrupción, las mafias partidistas están bien como están, no quieren elecciones. Y realizaran todo lo que este a su alcance para impedirlas. Pretenden neutralizar todo liderazgo y canal de participación para que la lucha política no coincida con la subversión social que se avecina.

La verdadera unidad está en neutralizar lo evidente. Imagino que en esa unidad no estarán los traidores a los que hace referencia Henrique Capriles. Espero que algún día tenga la delicadeza de identificarlos. El también tiene derecho a ser fino.

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