Régulo Gómez: He podido ver solidaridad en el rostro de la GNB y esperanza en el de los venezolanos

Régulo Gómez estudia fotografía desde el año 2006, y desde hace un año y medio se dedica de lleno a esto. Sus trabajos retratan bandas musicales, eventos nacionales y modelos. Sin embargo, hace más de cincuenta días comenzó a trabajar en documentar, para el país y el mundo,  lo que ocurre en las calles de Venezuela durante las manifestaciones a través de una cámara fotográfica, porque es su forma de aportar al país.

Régulo es una de esas personas que se apasionan por lo que hacen, al sentarnos sus primeras palabras describieron lo que siente por su trabajo “La fotografía me gusta, me llena de muchas maneras inimaginables”.

Guayoyo en Letras: El 19 de abril fue uno de los días más icónicos para los venezolanos, porque mientras la manifestación era reprimida una señora con sólo una gorra, una bandera  y un pañuelo se encaró a una tanqueta, y usted fue uno de los pocos que pudo fotografiar ese momento. ¿Podría describir qué pensó en el instante que tuvo que salir del lugar donde se resguardaban los periodistas y tomar la fotografía?

Régulo Gómez: “El 19 de Abril fue mi primer día de trabajo y tuve la oportunidad de ser uno de los que tomó la foto de lo que sucedió durante la protesta. Y la verdad lo recuerdo como algo gracioso, porque al salir de la oficina lo primero que nos dicen es “no sea héroes, tengan cuidado”. En el momento que ocurrió me encontraba con el grupo periodistas y de repente notamos que una señor se colocó de frente a una tanqueta; yo estaba a un lado impresionado por lo que sucedía, pero fue el impulso de documentar esto lo que me motivó a acercarme y retratar el momento. En lo personal uno no tiene la idea de que esa será la foto del día, sólo son cosas que ocurren, uno piensa que son momentos claves y al final, como fotógrafo y documentalista, te llama la atención, o cómo yo digo, te dejas llevar por la luz; y ese momento fue así, ví a la señora, me pareció increíble lo que hacía y salí, pero son cosas que no se piensan en el momento porque la adrenalina te ciega.”

GL: Mostrarle al país y al mundo lo que está sucediendo conlleva un riesgo, ¿qué lo motivó a tomar ese riesgo y salir todos los días a documentar lo que sucede?

RG: “Este es el granito de arena que yo puedo colocar, es mi forma de aportar. Yo  estaba en mi casa el 4 de abril, ví las fotos en la noche de lo que había ocurrido en la avenida Libertador y me di cuenta de que bajo estas circunstancias no puedes quedarte en casa y ser un crítico del teclado en Facebook o Twitter; tienes que hacer algo más, porque tú puedes hacer algo más; en mi caso soy fotógrafo y es lo que mejor me sale y la manera en la que puedo aportar es documentando lo que está pasando. Quienes me siguen en las redes pueden decir que mi trabajo también es documentar conciertos, tomar fotografías a bandas musicales y mujeres en las calles del país, pero quienes son apolíticos como yo lo era hasta hace poco ahora puede ver que estoy saliendo a la calle y pensar: ¿por qué yo no? No se trata de que mi trabajo inspire a muchas personas, pero podría llegarle a uno sola y el o ella podría animarse a colocar también su granito de arena de la forma en que le sea posible. Hay muchas formas de ayudar desde donaciones hasta grabar desde tu ventana lo que vive el país y publicarlo en las redes sociales. Todos podemos ayudar a que la información llegue.”

GL: Algunos periodistas han sido atacados durante las manifestaciones, donde las bombas lacrimógenas son disparadas de manera directa contra los manifestantes y periodistas, ¿esto lo ha desmotivado?

RG: “Yo he sido víctima de esa represión dos veces, una ocurrió el 26 de abril en la autopista a la altura de El Rosal, estaba agachado tomando fotos y de repente una bomba picó en el piso y me dio en la pierna, no lo ví en ese momento, pero el dolor era increíble; no fue nada grave, lo grave es que la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) ahora está disparando de forma horizontal hacia los manifestantes. La segunda vez fue una bomba que llegó a mi muslo, esta había sido arrojada de manera directa a la prensa, quienes nos vemos bastante atacados durante las manifestaciones; hasta ahora van 115 periodistas heridos, pero eso no me desmotiva, yo sigo saliendo a las calles para mostrarle al mundo lo que está sucediendo en Venezuela.”

GL: ¿Cómo maneja la agresión y la presión cuando está al frente de una manifestación y debe fotografiar y resguardar su vida al mismo tiempo?

RG: “Amo lo que hago. En sentido muy romántico el amor es lo que mueve todo, cuando estoy trabajando sólo se trata de entrega. Para resguardarnos generalmente la prensa siempre está a los lados, en algunas ocasiones nos ayudamos con los muchachos que están al frente o en la línea de fuego para lograr una buena fotografía; en otras oportunidades también hemos quedado detrás del piquete de la GNB sin embargo el gremio de la prensa es bastante unido, como dicen, en la unión está la fuerza.”

GL: Cuándo sale a las calles los venezolanos alzan la voz con consignas, el humo de las lacrimógenas cubre las calles, las banderas ondean, y en ocasiones los venezolanos son agredidos, ¿qué sensación le genera al mirar esto por el lente de la cámara?

RG: “Con un nudo en la garganta, se trata de tristeza e impotencia. Como prensa tenemos una ética; en el momento que sales a informar o documentar no estás de un lado ni del otro, pero también siento que es mi deber, que también es cuestión de ética defender los principios que establece la Constitución, y esa ética debería ser de parte y parte, pero la verdad es que al final del día es la Guardia Nacional quien siempre comienza la represión, son los primeros en lanzar las bombas lacrimógenas; por supuesto del otro lado hay un grupo reactivo, pero es eso, una reacción, contadas con una mano son las veces donde una piedra es lanzada primero del lado de la manifestación; de cualquier forma lo más importante es que en cada una de esas ocasiones, sólo se trata de un venezolano más”

GL: Mientras está en las manifestaciones o marchas ¿cuál es la reacción de la Guardia Nacional Bolivariana al ser fotografiados? ¿Lo permiten?

RG: “Hasta mediados de abril tanto la Policía como  la Guardia Nacional respiraban en un ambiente tranquilo, nos permitían hacer nuestro trabajo; sin embargo ahora nos reprimen, nos impiden quedarnos detrás de ellos y en tono despectivo siempre intentan que nos retiremos del lugar. Un día donde la represión fue absurda, la GNB avanzó muy rápido y un grupo de fotógrafos terminó detrás del piquete, en lo que llegamos a Altamira nos impidieron el paso bajo la excusa de nuestra seguridad, luego de dar una vuelta por Chacao y al llegar a la manifestación la GNB ya tenía un buen rato reprimiendo, y eso es una especie de censura, porque no nos permiten hacer nuestro trabajo, evitan que le hagamos llegar a la gente lo que está ocurriendo.”

GL: Cuando logra fotografiar a la Guardia Nacional Bolivariana, ¿qué ve en sus rostros?

RG: “Especialmente con las mujeres, pude ver algunas a un segundo de llorar, había tristeza en sus rostros, muchas no bajaban sus caretas por un tema de solidaridad y nos permitían ver sus caras; es que al final del día ellas también son madres, todos los hijos se convierten en sus hijos, porque puedes imaginar lo que siente perder a uno.”

GL: ¿Y en los rostros de los manifestantes?

RG: “Decisión, rabia, mucha esperanza. Hay momentos donde caminas hacia la manifestación y ves heridos, personas mayores afectadas por los gases, músicos e incluso personas en moto atentos para asistir a quien resulte herido. En las marchas hay muchas historias, no sólo en la primera línea donde está la acción de la GNB y los manifestantes.”

GL: De esas historias, ¿cuál ha sido la que más le ha impactado?

RG: “Sin duda alguna, la de señora de la tanqueta en mi primer día de trabajo, porque era una señora mayor, cabello canoso, sólo tenía su bandera como capa, su gorra tricolor y un pañuelo para cubrirse de los gases lacrimógenos; son imágenes que ves y te marcan.”

GL: Cómo fotógrafo, ¿de qué forma describe lo que sucede en Venezuela?

RG: “Es absurdo ver como son reprimidas personas que salen a las calles, sólo porque quieren un país mejor, que su dinero alcance, mejor calidad de vida, viajar, y tener una familia; sé que no son cosas imposibles, pero es muy difícil bajo estas circunstancias; son personas que salen con esperanza y ánimos, pero son atacados por la GNB de forma absurda, porque no están armados más allá de un escudo, una piedra, una molotov, que sí, podrían hacer daño, pero no es un arma real. Insisto, es acción y reacción.”

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