Ser o no ser chef

Cada vez más y con la ayuda de los medios de comunicación, en los cuales vemos gran variedad de programas de cocina, muy glamurosos y prolijos, y en donde los “Chefs” cocinan hermosos platillos sin lavar ni un cubierto, la profesión de “Chef” se ha vuelto un verdadero ¡boom! Al punto que las escuelas de cocina llenan fácilmente sus matrículas, porque es una profesión con la cual, a muy corto plazo, el estudiante puede entrar al mercado laboral, aspirar a salir del país con una profesión reconocida casi en cualquier parte del mundo; y por qué no, soñar con ser uno de esos “Chefs” famosos que salen en televisión.
En ese punto cabe preguntarnos: ¿En qué consiste ser Chef, realmente me convierto en Chef cuando estudio cocina; y cuáles son mis motivaciones para estudiar esa profesión?
En sentido estricto, un Chef es un cocinero profesional; es decir, que ha estudiado formalmente el oficio, y que además ha alcanzado el rango de “Jefe” de una cocina profesional, siendo la máxima autoridad en ese entorno. De tal modo que Chef no es otra cosa que “Jefe” en el idioma francés, término que se ha popularizado con tal fuerza que en casi todo el planeta se le llama igual. Pero un Chef no es solo el que mejor cocina, o quien más años de experiencia tiene, sino que también debe ser quien tenga las mayores capacidades gerenciales para asumir el liderazgo en un ambiente tan dinámico, estresante y en ocasiones hostil, como lo puede llegar a ser la cocina de un establecimiento comercial. Debe ser un profesional capaz de improvisar para resolver las vicisitudes que se presenten, y mantener cohesionado, engranado y coordinado un equipo de trabajo; sin mencionar otras tantas como supervisar la calidad de los insumos, controlar el inventario, y un largo etcétera, según la estructura del local donde ejerza.
Es así, que cuando decidimos estudiar cocina, si se trata de una escuela seria, el título al cual podemos aspirar es el de “Cocinero Profesional”, no el de “Chef”; y aún cuando nuestros familiares y amigos se refieran a nosotros como “el Chef de la familia”, realmente somos cocineros, y ese título debe ser suficiente para sentirnos orgullosos, si es esa nuestra vocación, y si es eso lo que realmente nos apasiona hacer.
De tal forma que, ser cocinero implica tener sobre nosotros la hermosa responsabilidad de preparar alimentos para personas que en su mayoría ni siquiera conoceremos; y hacerlo con tal esmero y ética que eso sea suficiente para sentirnos plenos con lo que hacemos; aunque nunca salgamos en televisión, y aunque quizás tampoco nunca lleguemos a ser el “Jefe” de la cocina donde trabajemos. Desde esa perspectiva, lograremos lo verdaderamente importante en la vida: “ser felices con lo que hacemos”. Y paradójicamente, desde esa actitud es muy probable que sí lleguemos a ser el “Jefe”; o mejor dicho, el ¡CHEF!, e incluso puede que lleguemos a salir en televisión, en un programa prolijo y glamuroso donde efectivamente cocinemos sin lavar ni un tenedor!
Es así, que ante la pregunta sobre si quieres ser o no ser Chef, primero debes preguntarte si quieres ser Cocinero, con todo lo que ello implica: trabajar en horas y días en que otros descansan, pasar horas y horas de pie, cortar kilos y kilos de cebolla y llorar sin control por ello, cocinar grandes cantidades de platillos una y otra vez; y a la vez divertirte haciéndolo, sintiéndote contento con los resultados, llenando tu ego simplemente con la satisfacción del trabajo bien hecho. Entonces, en ese momento ya eres el “Chef” de tu futuro y seguramente llegarás a ser el “Jefe” de alguna cocina.

Lester Davila
(Visited 358 times, 1 visits today)

Guayoyo en Letras