Todos estamos sufriendo

En la vulnerabilidad de la cual todos somos víctimas, cada quien sufre a su modo; es inútil el ejercicio de la comparación.

Sufrir no es una medalla de guerra, es un alfiler en el corazón, ese alfiler es una diálisis imposible, una quimio inútil, un amor inmigrante, la tradición del cumpleaños de mamá, o cualquier cosa que nos lleve el entusiasmo al suelo de nuestras ganas.

Todos estamos sufriendo el abandono de los estudios de los hijos, la separación de nuestras familias en busca de una mejor vida, la pérdida de nuestros panas, la insulina de la abuela, el pan en nuestra mesa.

Todos estamos sufriendo el deterioro de un país que lo tuvo todo, las consecuencias de una mala elección y el colaboracionismo por parte de una falsa oposición. Todos estamos sufriendo el asesinato de un mártir, el secuestro de un joven y el destierro de un luchador.

Es indispensable creer en nosotros mismos, en nuestra fuerza para terminar ya con ese sufrimiento que no nos permite avanzar. Es indispensable unirnos, sobrepasar los obstáculos y conquistar la Libertad.

Todos estamos sufriendo, pero debemos dejar atrás el ser víctimas y empezar a ser héroes. Decir al mundo que ya no estamos dispuestos a sufrir más.

Entre víctimas y guerreras, prefiero ser guerrera y dejar de sufrir.

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