Escrito a 4 manos entre Juanette y Reuben Morales
Cómo cortejar a una feminista

Si el arte del cortejo ya era difícil de por sí, enamorar a una feminista pone este reto del apareamiento humano en un nivel 2.0. En otras palabras, es como si el cortejo fuese un videojuego que anteriormente jugabas en nivel “Easy” y ahora debes jugarlo en nivel “Hard”.

Por ello, para iniciar esta fase de galanteo, evite ir al encuentro con su amada feminista vistiendo alguna prenda azul. Eso lo asociaría inmediatamente con el Movimiento Provida. De hecho, si piensa llevarle algún regalo, le recomendamos peluches de Hulk, Shrek o Yoda, pues todos tienen el color del Movimiento Feminista. Si acaso opta por llevarle una mascota de regalo, entonces dele una pecera con un caballito de mar. Como es hermafrodita, lo hace el animal más inclusivo del planeta. Así, una vez se encuentra con ella, salúdela con un beso en la mejilla e inmediatamente dele un beso en la otra para que ésta también se sienta incluida.

Al comenzar a hablar con ella, tenga en cuenta algo. Cortejar a una feminista es cómo lidiar con un agente del FBI: “Cualquier palabra que diga puede ser usada en su contra”. En tal sentido, sepa cómo expresar su cariño, pues cualquier muestra de amor podría ser motivo de ofensa. He aquí una lista de esas frases en donde usted expresa cariño, pero ella interpreta lo contrario.

USTED: “Te invito a cenar”.

ELLA: “Yo gano mi propio dinero para pagarme mi propia comida”.

USTED: “Estás bella”.

ELLA: “No me ates a cánones estéticos del heteropatriarcado”.

USTED: “Quiero pasar mi vida a tu lado”.

ELLA: “Eso es esclavitud”.

USTED: “Pareces una princesa”.

ELLA: “Eso es llevarme de vuelta al Medioevo, donde había cinturones de castidad y la Inquisición me quemaba por bruja”.

USTED: “Esta noche te quiero consentir”.

ELLA: “Yo me puedo consentir sola”.

USTED: “Quiero pedir tu mano”.

ELLA: “Yo no soy propiedad de mi papá”.

USTED: “Bailemos esta canción”.

ELLA: “Yo bailo si yo quiero y no porque tú me lo indiques. Además no quiero bailar un género donde tú lleves el ritmo y yo deba obedecerte”.

Por ello, cuando le hable, incluya palabras subliminalmente seductoras para una feminista con el fin de ablandar su corazón. Diga frases como:

“Ese plan mejor lo ABORTAMOS”.

“La estructura de esa casa NO TIENE SOSTÉN”.

O solo diga oraciones con la mayor cantidad posible de “e” para sonar bien inclusivo, como: “¿Pretendes mecer ese bebé el trece de este mes?”.

También tenga muy en cuenta lo siguiente: al cortejar a una feminista, el tamaño sí importa… ¡El tamaño de la frase utilizada para referirse al machismo, ojo! Cuanto más larga sea ésta, más prendada quedará ella. Por tanto, no solo diga “machismo”. Mejor diga “machismo heteropatriarcal opresor coactivo subyugador ahogador censurador despótico tiránico discriminador arbitrario dominante autoritario… y tonto”.

Sin embargo, no todo es dificultad al momento de cortejar a una feminista. De hecho podría ser lo mejor para su vida. Las feministas estimulan la holgazanería. Nos ayudan a ahorrar dinero, pues siempre pagan lo suyo. Tampoco les gustan los “hombres perchero”. Nada de ayudarlas cargando bolsas o abrigos. Así mismo, usted puede ser olvidadizo con los detalles y ella seguirá contenta. Eso de “Llámame cuando llegues a tu casa”, no aplica. Eso es un método de control y supresión de su libertad.

En ese instante usted sentirá que este videojuego de seducir a una feminista se le pondrá en modo “Easy”. No obstante, cuando menos se lo espere, la feminista olvidará su rol inconscientemente y su instinto le pedirá cariño y protección. Entonces ella le dirá: “¿Pero tú me quieres? Porque no pareciera”. Es allí cuando el videojuego retorna a su versión más analógica e inevitablemente se vuelve a poner en nivel “Hard”.

Reuben Morales
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