Un discurso histórico

A pesar de sus detractores, hubo una larga e intensa tradición parlamentaria en Venezuela que necesitamos reivindicar. Por muchísimos que fueren sus errores,  el liderazgo político no se explicaba ajeno a la palabra en su exacto domicilio, el del otrora Congreso de la República que, por varias razones, luce superior a la Asamblea Nacional de un XXI que aún pugna por hacerse siglo.
Veinte años atrás,  la tribuna de oradores fue corajudamente ocupada por Jorge Olavarría un 5 de Julio. Nadie dudaba de la popularidad alcanzada por Chávez Frías,  a pocos les preocupaba las manifestaciones de violencia cebadas contra la oposición de entonces, todos respirábamos el iluso ambiente de una redención tan repentina como incierta.
De todo lo que ha acontecido en el parlamento venezolano, por variados y difíciles que los hechos tejieran su drama, añadida la presente centuria,  quizá el más emblemático y revelador, fue tener a Olavarría como el Orador de Orden en aquella sesión. Y no sólo por lo que dijo, sino por el terrible contexto que explicó su intervención, asumida con una valentía pocas veces vista.
Por entonces, quién suscribe, tenía apenas meses como Secretario de la Fracción Parlamentaria de los socialcristianos, una agrupación de trabajo de senadores y diputados que, como otras, pocos imaginan ya por la importancia y trascendencia que tuvo, habituados a la concepción y modos de una Asamblea Nacional de cuño chavista, por llamar de alguna manera lo que ha sido expresión de las anormalidades institucionales. Olavarría y su esposa, llegaron a nuestra oficina, después de las agresiones que recibimos, y creemos recordar todavía la atmósfera precisa de un evento de carácter histórico que, por esos días, inspiró un texto que publicamos en el diario El Nacional, sobre la obviedad que evidenciaba lo obvio.
Veinte años más tarde, nuevamente confirmamos aquellos presagios. Ya en el hemiciclo se había hecho el retrato hablado de una dictadura que, al aproximarse un nuevo aniversario de aquella Independencia, nos fuerza a replantearla en medio de una indecible y morbosa represión que afecta a civiles y militares por igual.
Últimas entradas de Luis Barragan (ver todo)
(Visited 55 times, 1 visits today)

Guayoyo en Letras