El Foro como espectáculo

Continentalizado el Foro de Sao Paulo, a pesar de los tropiezos,  financiado por los más obscuros e indecibles intereses, lo poco que le queda a Venezuela de sosiego se irá por la borda con una sesión plenaria de sus capos en apuros.  Todo el occidente libre y democrático está  alerta por un evento de coordinación, de tareas que adelanta una izquierda que está, por cierto, demasiado lejos de la versión romántica que tanto animó e ilusionó al Pío Miranda del «Día que me quieras» de Cabrujas.

Agotado el mensaje, las consignas marxistas, añadidas las muy anti-imperialistas del leninismo anacrónico, sólo servirán para la liturgia de un batiburrillo ideológico.  Y hay quienes ingenuamente, en el resto del mundo, creerán como cierto lo de la guerra económica y el bloqueo estadounidense, sin mirar y, menos, sufrir la catástrofe humanitaria, la morbosa represión, la censura galopante en un país que, para más señas, entró al siglo XXI como una irrefutable potencia petrolera.

En nombre de los más menesterosos, los desvalidos, los que no tienen nada, esta dictadura se ha empinado multiplicándolos deliberadamente en los predios de la desesperanza. Y pretenderá Maduro Moros forzarnos a un festín, a un jolgorio, a una celebración de los clanes más poderosos de esa izquierda harta y satisfecha que desprecia la dignidad de la persona humana: inaudita y extravagante,  ha hecho de Odebrecht – apenas – un detalle.

Los tales delegados e invitados extracontinentales, vendrán a la asamblea de accionistas de una empresa para la muerte.  Poco les importará el repudio de los venezolanos que sabemos y padecemos las consecuencias de un proyecto que buscan consumar.

El Foro de Sao Paulo, esta vez, probará con un espectáculo de relanzamiento desde el país que mejor ha descuartizado, recordándonos aquella vieja, elocuente y precursora ilustración de Rayma para un artículo de Elías Pino, en el otrora El Universal de Caracas (1999).  Fuegos fatuos, simplemente, pues, todo el mundo sabe y sufre la verdad: una tragedia que vamos a superar en, con y para la libertad.