¿El apocalipsis comenzó en Venezuela?

apocalipsis Venezuela

Los venezolanos hoy por hoy, van deambulando como zombis a la intemperie o como sobrevivientes de una guerra mundial. A diario los ciudadanos buscan entre los anaqueles vacíos alimentos y medicamentos extintos. Como si tal situación de penuria no fuera suficiente castigo, tienen que sortear con la despiadada criminalidad, pero eso no es todo. A estos males también se le suma, la falta de servicios básicos como luz y agua.

No, no se trata de una película de terror o de ficción. Esa es la descripción ecuánime del día a día en Venezuela. La cual no dista mucho, por ejemplo de los retratos bíblicos. Y es que si se compara los relatos de las Santas Escrituras, con la grave crisis que padecemos, no sería exagerado decir que en este país vivimos un elixir apocalíptico.

Cuando se habla del “Fin de los Tiempos”, hay escenarios claros que los representan como lo son: la hambruna, las guerras, las plagas y los desastres naturales. De alguna u otra manera, sufrimos cada una de estas espeluznantes profecías:

¿La hambruna? Ya comenzamos a vivirla. La escasez de alimentos básicos en Venezuela supera el 80%, según la última encuesta de la firma Datanálisis. Esta situación seguirá agravándose por la falta de divisas para la importación de materia prima, necesaria para los sectores productivos del país.

¿Las guerras? En Venezuela aunque no estamos en un conflicto bélico, el gobierno revolucionario pareciera armarse como tal. Y es que durante el 2015 el Ejecutivo gastó aproximadamente 162 millones de dólares en la compra de aviones, barcos y vehículos de guerras. Dicha adquisición ubicó a Venezuela como el mayor comprador de armas de América Latina, según el  Instituto de Investigaciones de Paz de Estocolmo.

Sin embargo, hay una especie de guerra que se libra diariamente en este país. Y es la guerra entre la Venezuela trabajadora y decente contra la Venezuela holgazana e inmoral. Es la misma guerra que le declaró la vil delincuencia a un pueblo desamparado.

Tan indefenso es el ciudadano de acá, que en el 2015 se registró un total de 27.875 muertes violentas. Cifra récord que convirtió a Venezuela, en el país sin conflicto bélico más violento del mundo, de acuerdo al informe anual publicado por el Observatorio Venezolano de Violencia.

¿Las plagas? En un sentido literario se pudieran enumerar unas cuantas, como la plaga de la corrupción que durante la última década, ha desfalcado las grandes bonanzas petroleras de esta nación. No obstante, hay otra plaga aún peor y es la ineficiencia de una gestión gubernamental y ministerial, especialmente en materia de salud.

La problemática es de tal magnitud, que la Federación Farmacéutica de Venezuela desde el primer trimestre del 2016, ha denunciado un 80% de desabastecimiento de medicamentos. Aunado a eso, se le suma la solicitud de ex ministros, diputados y organizaciones no gubernamentales de pedir la ayuda humanitaria, la cual ha sido rechazada por el Ejecutivo Nacional.

Siendo tan complejo la escasez de medicinas, hay otra gravedad en el sector salud y es el repunte de múltiples enfermedades. Por ejemplo, la Red Defendamos la Epidemiología informó que hasta el mes de abril, se han registrado 54.529 casos de malaria, 28.565 casos de zika, 16.739 casos de dengue y 1.822 de chikungunya.

¿Los desastres naturales? Hemos tenido la benevolencia divina, de no ser víctimas recientes de una catástrofe de tal envergadura, pero de lo que no pudimos escapar, fue del fenómeno meteorológico El Niño, mucho menos pudimos escapar de la pésima política de prevención del Estado.

Y es que ni los planes de racionamientos de agua; ni la reducción de la jornada laboral en los organismos públicos; ni apagando los centros comerciales. Nada, absolutamente nada funcionó para remediar las consecuencias de las sequías. La revolución de Chávez y Maduro quedó –una vez más-, al desnudo ante tales medidas burdas e improvisadas que reflejan la falta de mantenimiento e inversión en infraestructuras.

Muchos se preguntarán: ¿Qué pasará cuando comiencen las lluvias? y se sientan los estragos del fenómeno La Niña ¿A quién van a responsabilizar? quizás busquen de culpar a Tláloc, el dios de la lluvia en la mitología azteca.

Penurias y desidias ¡Todas juntas! hambruna, delincuencia, muertos, falta de medicinas y carencias de servicios básicos, ante tales calamidades sólo queda pensar que en Venezuela comenzó el fin de los tiempos…

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