Parálisis

La parálisis, según para muchos médicos es “aquella pérdida temporal o permanente de movilidad, que puede afectar un área extensa o focalizada del cuerpo”, ahora pensemos en el país como ese gran cuerpo humano, donde hay una gran cantidad de factores, interlocutores, diversidad de órganos, los cuales, cada uno cumple sus funciones, y que el trabajo interconectado de cada uno de ellos permite que el cuerpo funcione a diario, dígase: Poderes públicos, empresa privada, sociedad, hospitales, transporte, campesinos, comerciantes, estudiantes, instituciones educativas, tribunales, bancos y pare de contar todo ese gran sistema que compone la figura de Venezuela.

Viendo el país desde esa perspectiva, podemos decir entonces que el cuerpo hoy, sufre de cáncer, derrame cerebral y cuanto enfermedad destructiva y degenerativa se le ocurra, la vida del venezolano se ha convertido en un proceso lento, donde día a día se ve más perjudicado por el funcionamiento del sistema, un salario base de 392.000 Bs, de los cuales para llegar a su trabajo requiere por la media baja 352.000 Bs al mes, tomando en cuenta que solo use un bus, pero no obstante debe hacer largas colas a diario para conseguir unos 20.000 Bs del cajero, si los logra conseguir, debe esperar horas para subirse a un autobús, ya se apretado o guindado de la puerta para llegar a su trabajo, cada día hay menos autobuses por falta de repuestos y los pocos que se consiguen cuestan millones de bolívares, el chofer requiere cobrar de unos 1040 pasajes para comprar un caucho y de aquí a que los consiga ya volvió a subir de precio el caucho, para el venezolano de a pie se le está haciendo más barato quedarse en su casa y apegarse a cualquier rebusque que mantener un horario de oficina.

La falta de medicinas, el colapso de hospitales y las decenas de venezolanos que mueren a diario son cuentos reales, no sacados de la cripta o algún programa de Televisión, no hay para diálisis, no hay para el cáncer, no hay para la hipertensión y pare usted de contar que te dice la gente que no hay; un paquete de harina ronda los 200.000 Bs o un cartón de huevos los 600.000 Bs, ¿Cómo hace un venezolano para vivir con salario mínimo se preguntan muchos? Pues, no vive, sobrevive, pide con dolor y cabizbajos muchos de ellos, otros dejan de comer y más si tienen pequeñas bocas que alimentar, y tenga usted suerte que logren llegan los alimentos a sus destinos, porque ahora en las carretas y autopistas nacionales hay bandas que saquean los camiones al mejor estilo “Mad Max” solo que en vez de ser protagonizada por Tom Hardy, el actor principal es un pran o colectivo.

Si hablamos de servicios básicos, han dejado de llamarse básicos, sino, milagrosos, porque se celebran cuando aparecen, la luz, el agua, el aseo, otros estados la gasolina, hasta hace poco luego del apagón que sacudió varios estados del país, habían algunos que aun luego de casi un día entero no había regresado la electricidad, los apagones dañan todos los equipos electrodomésticos si no tienen protección, muchos sitios del país sobre todo el Municipio Libertador de Caracas, están en riesgo de sufrir epidemias y plagas porque no se recoge la basura ¿Lo peor? No tener capacidad de respuesta para esas situaciones.

La educación Universitaria va rumbo al mismo colapso, las públicas no tienen como subsistir, muchas están yendo a paro técnico, las privadas para mantener su calidad deben cobrar altas sumas de matrícula semestral, lo cual imposibilita la continuidad de los estudios de sus alumnos, salones vacíos porque se van del país o no tienen como pagar sus gastos, lo que traerá consigo cambio de horarios, por ende expulsar personal, es decir más desempleo y el peor caso, cerrar el recinto universitario, hasta hace poco conversaba con un buen amigo de Barinas y me comentaba que su núcleo allá estaba grave, en cuatro semestres bajo de 3000 alumnos a 900, la cuestión acá es ¿Qué capital humano se está formando y gestando para salvar el sistema? Cada quien que saque su respuesta.  

La producción nacional va en declive día a día y rumbo a una inflación del 13.000% estimada por el Fondo Monetario Internacional para este año 2018, el panorama promete que todo se vaya colapsando con más prontitud, ante eso el gobierno solo actúa como el cerdo de “La rebelión en la granja” de George Orwell, culpando al enemigo externo (cualquier parecido con la realidad es mera causalidad) Trump, imperio, iguanas, pero JAMÁS la propia ineficiencia y el reconocimiento de “lo estoy haciendo mal”. Hoy no hace falta que nadie te lo cuente, quienes viajan a Caracas saben cómo se ha ido paralizando el país, ya no hay colas en el centro de Caracas, ni bajando la Panamericana, y muchos otros se han ido dando cuenta como en cada uno de sus estados, las personas han ido arrimando sus carros, las calles están más vacías, como un toque de queda autoimpuesto.

De seguir a este ritmo, y sin ser pesimista, pero si realista, es que el país está a meses de paralizarse en su totalidad, los servicios poco a poco dejaran de funcionar menos, la falta de mantenimiento y la desinversión de los años pasados ha traído como consecuencia lo que hoy vivimos, el panorama de un país paralizado es abrumador. Lo bueno es que, esta parálisis, si bien será difícil y angustiante, se puede salvar de manera que no sea una parálisis terminal y demos a Venezuela con diagnostico irreversible, ¿La solución? Curarla del cáncer que padece ¿El tratamiento? Eso sí que es un poco más complicado, pero tengan la certeza que requiere de todos los venezolanos y sus colores, amarillo, naranja, azul, rosado, blanco, etc, y aunque a muchos no les guste, requiere de rojo y verde también.

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