Latinoamérica, entre la izquierda y el populismo

Los gobiernos de izquierda son aquellos que tienen cierta simpatía con el socialismo y a su vez, ven como su principal enemigo el imperialismo y el capitalismo. Poseen seis variables fundamentales que los caracterizan; primero, identificación con los intereses de las clases populares. Segundo, la aceptación de la democracia como sistema agotable que dará apertura al socialismo. Tercero, sustitución del sistema capitalista a mecanismos de control los cuales tienen como premisa la distribución de equitativa de los recursos. Cuarto, rechazo a las guerras, apoyo a la igualdad y hermandad cultural. Quinto, la liberación nacional anticolonialista como fuerza en las masas para luchar contra el imperialismo. Por último, separación de los movimientos populistas para evitar así que las clases tengan protagonismo en las decisiones gubernamentales, es decir; que sean grupos pasivos y sólo sigan a su líder.

Desde el inicio del siglo XX, la izquierda comenzó a ganar territorio en algunos países de Suramérica; Chile y Argentina son algunos ejemplos donde la izquierda ha logrado hacerse del poder con partidos socialistas o social-liberales. Centroamérica de forma tardía va a presentar sus primeros focos socialista específicamente en México con Lázaro Cárdenas quien alcanzó esta etapa posterior a la Revolución Mexicana.

A partir de 1945 surgirán regímenes autoritarios y populistas como resultado del descontento social. Este modelo será en muchos de los casos de corte militar, el cual va a persistir en diversos puntos de América hasta mediados de los años sesenta. Estos se pueden dividir en dos grupos; el primero, militares pro-norteamericanos como: Rafael Leonidas Trujillo y Anastasio Somoza. El segundo; militares nacionalistas como: Getulio Vargas, Juan Domingo Perón, Germán Busch y Gualberto Villarroel. El principal problema que tuvieron que afrontar estos gobiernos fue la estabilidad económica, altamente debilitada debido a su política intervencionista frente a las empresas privadas. El resultado fue el colapso de la economía y la insurrección de grupos que se encargaron de derrocarlos.

En el caso venezolano, será con la izquierda democrática que se inicie la etapa de transición política a mediados del siglo XX. Aquel ensayo irá de la mano del partido Acción Democrática, autodenominado popular y revolucionario que posterior al mandato militar-nacionalista de Marcos Pérez Jiménez continuarían su rumbo con los gobiernos social-demócratas con medidas inclusivas y en el marco democrático.

A pesar de ello, este sistema entró en crisis a finales del siglo XX, consecuencia del agotamiento del sistema neoliberal, que inclinó a la población hacia otras alternativas (no necesariamente más eficientes) de carácter izquierdistas o populistas.  

Como consecuencia de ello, la izquierda latinoamericana presentará una sucesión de triunfos electorales; Evo Morales en Bolivia, Lula Da Silva en Brasil, Rafael Correa en Ecuador, Alan García en Perú, Michelle Bachelet en Chile, Hugo Chávez en Venezuela y Néstor Kirchner en Argentina. Los cuales comenzaron con planes de ayuda social y preocupándose por la estabilidad económica de sus países, y asumiéndose como los verdaderos representantes de los intereses del “pueblo”. Gran parte va a respetar el sendero demócrata, pero entre ellos existirán casos de arbitrariedad política, atomización del poder y debilitamiento del orden constitucional.  

En conclusión, la izquierda y el populismo han encontrado ciertos matices de asociación vistos con gran preocupación desde las filas democráticas en Suramérica, por su abierta confrontación con intervenciones extranjeras, fervor nacionalista, repudio al sistema liberal, arbitrariedad y autoritarismo, factores que han contribuido al fracaso de este sistema.

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Guayoyo en Letras