¿Liberación ante la devastación?

El dolor de hoy marcará el camino hacia la libertad, parece ser la base de la esperanza de un pueblo que se siente y se sabe en un régimen opresor. La devastación es un dato, una realidad que dolorosamente se nos impone. ¿Qué sentido tiene la vida en un Estado que ha fallado en su función de proteger?

Viene a mi memoria lo que cotidianamente escucho en mi comunidad: “esto es un sufrimiento, aquí ya no se puede vivir, nos estamos muriendo de hambre.” “Vivimos con dolor que trabajemos tanto y eso no tenga valor porque no puedo sostener a mi familia.” Son frases comunes que nos encontramos en la vida diaria del venezolano en general y del zuliano en particular.

El modelo zuliano es el de la devastación: dos estructuras de poder sobrepuesta. La criminalidad hecha poder político y el poder de los criminales. Ambos coinciden en lo que llamo Estado Comunal, una suerte de poder central con tentáculos en las comunidades, a ratos sirven para el control los consejos comunales y en otro los poderes delincuenciales. En otros momentos, simplemente, convergen.

El Zulia comienza a aparecer como un territorio aparte, desintegrado, al punto que queda fuera del sistema eléctrico nacional, una suerte de apartheid no solo político sino racial y simbólico. El poder central no logra ejercer el monopolio de la violencia ni controlar el gigante mercado negro que se levanta a la sombra de lo que fue un Estado Republicano y Democrático.

La sombra va opacando la luz. La mentira se va apoderando de la verdad. La injusticia se abre paso eliminando cualquier forma justa de lidiar con la realidad. La anomia se apodera de la civilización. Esto es el Zulia, un territorio gobernado por una gran banda de criminales.   

Geopolíticamente estamos en presencia de los primeros pasos que nos llevará, en un futuro cercano, a la fragmentación del territorio nacional. Cada fragmento territorial cerrado, hostil, adverso en sentido político, va abriendo el camino a la eliminación de la nación tal como la conocemos hoy.

¿Quiénes hegemonizan cada territorio? ¿Por qué el estado comunal, al estilo venezolano, tiene que fragmentarse geopolíticamente? Porque como “Estado Comunal Centralizado” no tienen capacidad para ejercer el monopolio de la violencia. No hay unas fuerzas armadas institucionales que sostengan el poder político. Es aquí donde el crimen organizado se hace poder.

En el Zulia, lo vemos con gran claridad. La gobernación, estructura de poder usurpada, con un origen ilegal e ilegítimo, toma el poder acompañado por las fuerzas policiales y parapoliciales de la región.

Los distintos negocios que surgen a la sombra de la legalidad, se van extendiendo y siendo controlado por las fuerzas represoras. Tomaré la gasolina como ejemplo, en una de las aristas: el desplazamiento del tráfico civil al militar.

En la reconfiguración del mercado negro se ha desplazado al pequeño contrabandista civil, ahora el grande y pequeño es militar. El civil no logra continuar porque la cadena de corrupción ya no está en el paso fronterizo, sino que se instaló en el eslabón que inicia la cadena: la pimpina que se compra en la ciudad de Maracaibo y que luego pasa a Colombia. El negocio en la frontera se está reorganizando.

En un Estado fallido la vida del ciudadano común se ve amenazada, es la imposición de la vida en la mentira y en la corrupción, se sobrepone un sistema de valores totalmente externo al sistema cultural que pretende ser sustituido. Estamos en presencia de la eliminación como pueblo y como cultura. Ante esto la primera tarea es la de resistir.

El principal punto de la resistencia es la familia, la solidaridad, la verdad de lo que somos. La desobediencia y la insumisión, reconocer la maldad y el dominio que nos quiere imponer el sistema, en la medida que develemos su mal nos liberamos porque seremos capaces de reconocernos en nuestra distinción, en esto consiste el poder de la disidencia. Si nos reconocemos como poder y actuamos en consecuencia podemos superar al que hoy nos oprime.

¡Mis palabras de aliento en este duro camino!

Últimas entradas de Mirla Perez (ver todo)
(Visited 55 times, 1 visits today)

Guayoyo en Letras