Eje Oriental: Promesa industrial y de calidad de vida frustrada

La democracia civil, ese periodo histórico comprendido entre 1958 y 1998, tuvo especial interés en el desarrollo económico integral del país, las dictaduras, en especial la perejimenista, se concentraban en Caracas. Eso cambió. Para 1965, el entonces Distrito Guacara (lo que hoy son tres municipios, Guacara, San Joaquín y Diego Ibarra) empezó su transformación con un fuerte respaldo público con la idea convertirlo en un polo de desarrollo urbano e industrial. Durante la democracia se instalan las zonas industriales, se descentraliza la gestión con la creación de los municipios, se construyen muchos urbanismos con sus correspondientes servicios sanitarios y educativos (incluyendo universidades). Lamentablemente, 1998 fue el año en que todo esto se detiene.

Han pasado 20 años del freno forzoso que resultó ser la “Revolución”. Para tener una idea precisa del impacto que esto ha significado para la vida de la gente conversé con tres activistas del eje oriental de Carabobo para que sean ellas quienes muestren esta dura verdad. Gisela Hernández, de Guacara, Mariana Moncada, de San Joaquín, e Yrelys Chávez, de Diego Ibarra, me dieron una idea del tamaño de la frustración que dejó el socialismo tras su paso.

Para Gisela Hernández el diagnóstico es claro “El municipio de Guacara cuenta con tres zonas industriales. Las cuáles en estos momentos casi el 80% está en ruinas y abandonada. El centro de Guacara es comercial y en sus mejores momentos llegó a tener 17 entidades bancarias. Actualmente, el 60% de los comercios formales están cerrados y hay un aumento de la economía informal. Con este panorama los jóvenes tienen menos oportunidad de trabajo. Algunos datos nos sugieren que la migración casi llegó al 15% de los jóvenes. Con este resultado no podemos evaluar al gobierno municipal usando una palabra distinta a pésima ya que han causado el cierre de empresas y comercios con su mala gestión fiscal y no dan respuesta a los problemas de las comunidades y hoy no hay servicio que funcione bien, todos padecemos las fallas de agua, vialidad, alumbrado, aseo y de forma inaudita, considerado que en la Zona Industrial “El Nepe” contamos con un llenadero, no tenemos gas doméstico”.

¿Está mejor San Joaquín? Pues no, la buena amiga Mariana Moncada da cuenta que en la cuna de las famosas panelas, no se ha aprovechado el ser sede de un grupo importante de empresas, “un gobierno local eficiente y proactivo crearía alianzas ganar – ganar con los grandes conglomerados industriales instalados aquí pero en vez de verlos como socios los ven como una piñata. Pero, además, en el pasado reciente San Joaquín fue productor principal agrícola y ganadero autoabastecido. Actualmente dichas tierras fueron invadidas en su mayoría y solo un 5% quedan productivas. Esto claramente afecta la creación de empleos y los jóvenes terminan migrando o en la economía informal. Esa destrucción tardó 20 años y justo
ahora nos agarra la pandemia, éramos muchos y parió la abuela”.

Por su parte, Yrelys Chávez, me comenta que Diego Ibarra “Ciertamente tenía una actividad económica fundamentada en la industria y el comercio, pero el cambio de estructura productiva que nos trajo este sistema de gobierno, la negligencia de las autoridades municipales y el hampa desbordante, hizo que la fuerza productiva de Mariara, Empresas del sector industrial y Comercio, abandonaran sus actividades, trayendo como consecuencia, más escases de los productos que se podían conseguir en el municipio. Los mariareños estamos inmersos en la más severa crisis económica, siendo el municipio más caro, ya que la forma que tenemos de obtener nuestros productos básicos más necesarios, nos lo presenta la economía
informal, quienes se abastecen en mercados foráneos y luego se venden en el municipio”.

Desde la óptica de Chávez, en Mariara “las oportunidades de progreso son nulas, no hay motivación para los jóvenes, las escuelas y liceos están en mal estado y los centros deportivos no están aptos, los jóvenes no tienen oportunidad de empleo ni de continuar sus estudios, lo que ha hecho que muchos de ellos hayan tenido que emigrar con la finalidad de obtener ingresos para poder ayudar a sus familias que se quedan en casa, como pasa en toda Venezuela”

Estas tres mujeres coinciden en que los tres municipios del Eje Oriental han tenido muy mala suerte con los gobiernos locales. Los resultados están a la vista. No obstante, rendirse no es una opción para un pueblo decidido y estas tres mujeres son su auténtica representación. En la actualidad, se desempeñan como Secretarias de Asuntos Municipales por Acción Democrática en sus respectivas entidades y se encuentran junto con sus equipos de trabajo construyendo propuestas para la reconstrucción del eje oriental. Eventualmente, mejor temprano que tarde, tendremos nuevos gobiernos locales y contaremos con ellas para devolverle la vocación industrial y el bienestar social a Guacara, a San Joaquín y Mariara. No hay tiempo que perder.

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