LA IDEOLOGÍA CHAVISTA

Por Ricardo Del Búfalo

 

El sistema de gobierno que tenemos en Venezuela se autodenomina socialista desde hace unos seis años. Tiene más tiempo, sin embargo, promocionándose como la revolución bolivariana. Sus actores políticos principales son mayormente militares, marxistas y oportunistas. Podemos suponer, entonces, que las decisiones de este gobierno son basadas en la ciencia, filosofía, doctrina (como quieran llamarle) de Carlos Marx.

 

En 1971, el comunista venezolano Ludovico Silva publicó un libro titulado Teoría y práctica de la ideología. En los primeros ensayos del texto, el filósofo explica la teoría de la ideología según Marx y Engels, e intenta aclarar las confusiones que han cometido muchos autores marxistas sobre el mismo asunto. Silva insiste en que la ideología no es un deliberado sistema de ideas elaborado desde una tendencia política o una corriente filosófica, sino un sistema de “valores, creencias, representaciones, imágenes, prejuicios y lugares comunes difundidos por la clase económicamente dominante”,que tiene la finalidad de justificar y defender el orden imperante (el capitalismo) para hacernos creer que la explotación del hombre por el hombre es natural y necesaria.

 

Silva agrega que la ideología capitalista se expresaen la moral, en el aparataje jurídico (haciendo leyes que protegen la propiedad privada) y en la religión, “cuya misión principal es compensar en la imaginación y en la fantasía humanas la miseria material mediante una promesa de riqueza ultraterrestre”. Sin embargo, agrega, en la actualidad (en la suya y en la nuestra) la ideología se cuela por todos los espacios que ocupan los medios de información masivos: la televisión, el cine, la prensa, la radio, las redes sociales, las páginas web…

 

Como contraposición al capitalismo, el marxismo propone el comunismo como sistema de gobierno, pues allí no existe distinción de clases sociales, no hay explotación ni alienación humanas y no hay propiedad privada, acaparamiento de riquezas ni desigualdad social. Como consecuencia, concluye Silva, en el comunismo no tiene por qué haber una ideología, pues no habrá necesidad de encubrir ni justificar ninguna explotación o injusticia.

 

El comandante ha dicho no pocas veces que todavía no hemos llegado al socialismo, sino que estamos transitando hacia él. Sobre esto, Ludovico Silva tiene una aseveración lapidaria: “como en estas sociedades, que se figuran ser ya socialistas (y no solo de transición hacia el socialismo) el imperio de la ideología es aplastante a través de un Estado omnipotente y una burocracia todopoderosa, entonces les resulta conveniente —en gesto, por cierto, típicamente ideológico— proclamar la identidad de marxismo-comunismo e ideología”.

 

Recordemos que la moral, la religión y la jurisprudencia son órganos del orden dominante para ideologizar. El discurso chavistano solo es moral cuando habla de justicia social e igualdad, sino que el muy cristiano también justifica la pobreza cuando dice que el pobre es quien puede entrar en el reino de los cielos y el rico no porque es malo. Por último, del aparataje jurídico no hay mucho que decir: en Venezuela producimos más leyes que leche.

 

En este sentido, la ideología chavista no es más que un sistema de valores, creencias, representaciones, imágenes, prejuicios y lugares comunes difundidos por la clase económicamente dominante, cuya finalidad es justificar el orden imperante (el capitalismo) para hacernos creer que la explotación del hombre por el hombre es  espantosa.

 

De esta manera, nos convertiremos en los mejores pobres del mundo ,mereceremos entrar al reino de los cielos y, finalmente, podremos llegar al socialismo.