LA PRESERVACIÓN DE LA REPÚBLICA
Por Ricardo Del Bufalo
Por allí andan mintiendo… No he dicho quien y ya pensaron en los chavistas. ¿No ven que están cegados por Globovisión? Pues no es el gobierno, es la oposición la que anda mintiendo. Dice que ya se va a acabar la barbarie y que ya viene la república y la democracia. Cuánta hipocresía. Solo nos dan falsas esperanzas. Aquí no se puede instaurar una genuina república ni con la ayuda de Platón, porque esto no es un país sino un montaje.
La respública (cosa pública) venezolana, para empezar, no es pública. Nuestra presunta república tiene dueños. Antes era uno solo el propietario. Pero ahora la heredaron cuatro socios, cuyos dos accionistas mayoritarios están en el extranjero, a cargo de otra supuesta república. Ellos hacen con este gran hato lo que les da la gana, porque la licencia revolucionaria les da para eso. Pero si en algo revolucionaron la política fue en hacerla más mafiosa, como escuchamos en la grabación de la semana pasada. ¿Y cómo lo comprobamos? Cuando la Fiscal General ordena investigar esa grabación, porque ¿por intuición? sabemos que la orden no vino de ella.
El chavismo llegó para enquistarse. Todos estos vicios van a repercutir por mucho tiempo. Puede que pierdan el poder de vez en cuando, pero eventualmente lo recuperarán, porque nuestro populismo es como nuestro petróleo: rentable e inagotable.
Yo me imagino en unos años al primer candidato presidencial chavista que no haya sido elegido por Chávez. Es decir, que para ganar una elección tenga que convencer al pueblo con hechos y propuestas. Lo visualizo presentando el Tercer Programa Para la Patria:
“Cuando yo era pran, me convertí en socialista. En mi primera gestión de gobierno, en la cárcel de Uribana, logré defender al pueblo de la guardia oligarca. Cuando gané las elecciones internas, y me pidieron auditoría, les di auditoría, porque yo creo en la democracia, que es lo mismo que socialismo. Pero a pesar de haberles dado permiso para auditar, no reconocieron mi victoria; razón por la cual los mandé a caer a coñazo. Ya saben lo que le pasa a los que desconocen la voluntad de nuestro pulcro sistema electoral.
Yo vengo aquí a continuar la revolución que inició mi comandante Chávez, siguiendo el legado de nuestro Libertador Simón Bolívar: independencia, patria y amor. A todos los que han cometido algún delito, los vamos a perdonar. Con una sola condición: que me den sus pistolas. Yo veré qué hago con ellas.
Como buen chavista, yo sigo la proclama«eficiencia o nada». Yo lo apliqué muy bien en mi gobierno. Todos los viernes cobrábamos impuestos de cama y baño. Cada recluso tenía sus dos metros cuadrados en el piso para dormir y su papel periódico para hacer sus necesidades. El que se negara a pagar y nos acusara con los guardias, le caía todo el peso de la Ley; la Ley de los guardias. Pero el que pagaba un poco más, tenía mejores servicios. En vez de un espacio en el piso se le daba una colchoneta y en vez de un periódico cualquiera se le daba uno de lujo, como El Universal o El Nacional.
Del comandante supremo aprendíque «águila no caza mosca». Ni perico. La droga no debe legalizarse. Eso acabaría con el segundo negocio más importante de este país y traería graves problemas en materia de política exterior. Por eso voy a promulgar una ley que permita el narcotráfico ilegal, para hacernos productores de droga y dejemos de una vez por todas esa economía petrolera rentística que tanto daño nos ha hecho.
¡Yo voy a seguir impulsando estos logros del comandante eterno! ¡Solo yo garantizo la continuación de la independencia! Tenemos el deber histórico de cumplir el sueño de nuestros Libertadores Bolívar y Chávez: convertirnos en una potencia económica, política, social y sobre todo moral.
¡Adelante camaradas, hasta la victoria siempre!
¡Háganme Pransidente de la República Bolivariana de Venezuela!”
Aprovechemos lo que queda de república, antes de que se caiga el montaje.”