ASECHO AL PERIODISMO
Por Francisco Donado
@Fdonatto2
La libertad de expresión está amenazada. Hoy día ya no hay escrúpulos ni mesura en la toma de decisiones para los que se creen amos y señores de esta hermosa pero bien maltratada nación.
Se hace constante el ataque a los medios de comunicación en Venezuela. La compra del único canal televisivo en la actualidad que se transmitía en señal nacional y algunas regiones de Latinoamérica, y representaba una gran mayoría de los venezolanos, ha pasado al otro lado. Esto ha sido un duro golpe para todos, además de otros medios informativos a los cuales se les pide bajar la guardia para seguir subsistiendo. Lo que siempre fue un sueño para el régimen a partir del 2002, hoy lo consigue.
El método no es otro diferente al que sucede en las dictaduras, asfixiar a todo aquel que disienta de ellos y de su política destructiva. Y es que para mantener a una sociedad atemorizada y a tus pies para demostrarle tu poder, silencias todas esas voces que se vuelven más que una piedra en el zapato y truncan los objetivos que se empeñan en desarrollar, ese es parte del trabajo. Hacer de todos unos súbditos, amantes del proceso y de sus gestores, una negativa es declararte enemigo.
Nos disponemos a ver el decaimiento del periodismo integral, serio y de principios en el país. Ha comenzado la temporada más nefasta y llena de antivalores en la cual se pretende mantener a un sistema político que por carecer de liderazgo acude a la campaña de la barbarie, feroz y sin freno. Pidiendo y comprando favores puede que lo logre por un momento, pero algo debe entenderse y es que cuando un periodista se compromete con su trabajo no hay dinero que lo conquiste. La ética y moral van por encima de muchas cosas en esta bella profesión. Los profesionales honestos y decentes no nos prestamos a chantajes, amenazas o proposiciones fuera de lugar. La ambición no es mala pero en estos casos queda a un lado cuando tenemos no solo un compromiso con uno mismo, sino también con nuestra familia y con el público a quien nos debemos y por tanto, estamos comprometidos con la verdad, a informar con responsabilidad y respeto.
Para ellos el resto de los compatriotas no existimos ni importamos. Procuran en sus mentes en que somos una sociedad estúpida y malévola, que necesitamos ser ajustados como en Cuba. ¿Acaso no han pensado que para que nosotros lleguemos a tal degradación nos haría falta pantalones? Toda su táctica la manejan en base a sucios cálculos para reducirnos a la más baja cota de moral.
¿Alabar un régimen de este talante para qué?, si su disciplina sí es estúpida, entorpecedora, improductiva y desorientada al pueblo y a la solución de sus problemas, que apela a la humillación y a privaciones inhumanas y a la amenaza constante de muerte debido a la gran ola de inseguridad que en 14 años no han podido resolver, con más de 20 proyectos para combatir el crimen y ni siquiera lo pueden controlar.
Aquí tratan de construir un país desde el techo. No, señor, las cosas se construyen desde las bases. Los sectores políticos siguen su rumbo a un futuro incierto prometiendo cosas que ni siquiera sabemos si podremos gozar, porque el problema no es que no seamos mayoría y no podamos ganar una elección, el hecho es que olvidamos que lo somos, se las roban y no defendemos nuestros triunfos; si no peleas por lo que ganaste te seguirán viendo la cara y pasando por encima. La unidad en Venezuela debe ser una organización abierta a todos, donde la participación y la inclusión sean banderas en ella.
Ante la intimidación no podemos quedarnos cruzados de brazos viendo cómo todo sucede y nosotros allí perplejos ante el peor de los shows, viendo cómo se castiga al que dice la verdad mientras a forajido lo apremian con lo mejor. El banquete aún no está servido, por lo tanto debemos continuar con nuestra lucha, plantear y buscar alternativas pacíficas y cívicas para hacerle frente a la dictadura desde todos los ángulos. Recordemos que no solo se trata de amordazar a los medios y a sus periodistas, se trata de amordazar a todo un pueblo, incluso a los que están a su favor porque también están cansados de tanta palabrería y aunque ellos digan que la divina providencia los absolverá de toda culpa, ya veremos quiénes serán los que no puedan conciliar el sueño. No claudiquemos tan fácilmente, respiren y tomen fuerzas para mejorar, si nuestras ideas están basadas en el bien común para la construcción de un país sin igual, sigamos adelante que es posible.
“Los problemas y conflictos pueden ser la fuente de una derrota, una limitación para nuestra potencialidad, pero también pueden dar lugar a una mayor compresión de la vida y el nacimiento de una unidad más fuerte en el tiempo.” Karl Theodor Jaspers
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