CONFLICTO EN SIRIA
Por Francisco Alfonzo
@FranciscoAlfonz
El conflicto de Siria es realmente un asunto complejo, que contiene múltiples problemas y puntos de vista, diferentes causas y consecuencias muy distintas unas de las otras. También tiene varias soluciones, sin embargo, cada uno de los actores en el mismo parece no darse cuenta de la delicadeza de la situación.
Una de las primeras cosas que hay que entender es que los pueblos tienen el derecho de darse el gobierno que deseen, en ello se basa la autodeterminación, y los otros Estados no pueden interferir en esas dinámicas de las sociedades. A la misma vez, el Derecho Internacional no protege ni defiende el derecho que pueda tener una persona a gobernar un país de manera monárquica y durante décadas, sino todo lo contrario.
Otra de las cosas que hay que resaltar es que la humanidad no puede permitir que se cometan crímenes como el asesinato masivo y sistemático de población civil (niños, mujeres, hombres y ancianos inocentes y desarmados, que no son parte del conflicto) de manera indiscriminada, independientemente de si ello se hace con armas químicas o no; lo que le da, no obstante, un poco más de gravedad de la que ya tiene al asunto. Y es que, en los conflictos armados, sean ellos internacionales o no-internacionales, los participantes en el mismo deben evitar la pérdida de vidas civiles, discriminando entre los objetivos que son militares y los que no; por supuesto que suelen suceder daños colaterales, pero ellos no deben ser la regla, deben ser proporcionales en relación con la necesidad de lograr un objetivo militar.
El artículo 2.4 de la Carta de la ONU prohíbe el uso, o la amenaza, de la fuerza cuando ello atenta contra la integridad territorial o la independencia de un Estado; por lo que, en general, cuando no se pretenden afectar esos dos valores es permitido usar la fuerza o amenazar con ello. Por ejemplo, el artículo 42 de la Carta de la ONU le permite al Concejo de Seguridad aprobar el uso de la fuerza cuando sea una medida necesaria para mantener o restablecer la paz y la seguridad internacional.
No es que Estados Unidos puede hacer uso de la fuerza siempre, o cuando sus intereses fuera de su territorio se vean amenazados, como a cada rato se comenta en la opinión pública norteamericana y afirma el Presidente Obama. Lo que sí es que Francia, Reino Unido y Estados Unidos sí pueden usar la fuerza, cumpliendo con la carta de la ONU, cuando el Concejo de Seguridad decide hacerse la vista gorda y no intervenir en un conflicto tan delicado.
Ha habido experiencias negativas, como Irak, Afganistán entre otras, ello es cierto. Sin embargo, de qué sirven si no es para aprender de ellas. Las razones de soberanía también hay que tomarlas en cuenta, son válidas, pero desde hace tiempo que la soberanía dejó de ser un derecho absoluto. La situación es delicada y tiene que ser tratada con pinzas, para así evitar consecuencias más graves, los pasos tienen que ser certeros, efectivos, lógicos y urgentes.
Por supuesto que siempre es necesario agotar las vías diplomáticas, así como otras medidas represivas pero no violentas permitidas por el Derecho Internacional. Pero ¿qué tanto más se va a seguir agotando?, ¿qué posibilidades de éxito tienen?, ¿qué va a negociar esa diplomacia sobre los cientos de miles de muertos?
Rusia ha ofrecido ser un mediador de buena fe en el conflicto, interviniendo ante parte y parte para evitar una escalada de violencia, pero, ¿cuánto se puede confiar en los rusos, sobre todo en Vladimir Putin? O, peor aún, ¿qué tanto podemos confiar en el dictador Sirio sobre su promesa de entregar las armas químicas, luego de haberlas usado contra la población? Bashar al-Assad es un asesino confeso, o al menos demostrado por la ONU y parece que las posturas que se adoptan frente a tal situación no toman en cuenta ese detalle. Lo que está pasando en Siria es sumamente inaceptable, y resulta sorprendente que la comunidad internacional decida “negociar” sobre ello, los crímenes de contra la humanidad no se negocian.
El pueblo Sirio comenzó pidiendo un cambio de gobierno en su país, protestando por ello, agotando poco a poco sus opciones y siendo reprimido por ejercer tal derecho. El conflicto ha ido escalando lentamente, hasta convertirse en un conflicto armado interno con proyecciones y consecuencias internacionales, hasta se ha hablado de la posibilidad de una tercera guerra mundial.
Los vecinos cercanos y la situación de la comunidad internacional nada ayudan. Armados con bombas nucleares están Israel, Francia, seguramente Irán, India, Pakistán, Corea del Norte, obviamente Rusia, Estados Unidos y China. Además, la situación del Líbano con Hezbollah empeora la situación. Ni hablar del rol de los Talibanes en el asunto.
Por eso el tema es tan delicado, las amenazas pueden ser ciertas o no, pero el asesinato indiscriminado de miles de vidas inocentes, el uso de armas químicas y, las amenazas de uso de armas nucleares, son cosas que no se pueden tomar a la ligera, entre otras.
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