Eres el próximo: reforma del terror
Por Luis Guillermo Valera
@guilloescritor
Todos hemos visto las películas de Viernes XIII, transmitidas hasta el hartazgo por la televisión en funciones de la noche. De una u otra forma conocemos los formatos de La Masacre en Texas, Halloween y demás films de horror de los años noventa: un grupo de jóvenes atrapados en medio del caos creado por un ser anónimo que poco a poco los va cazando. Esa parece ser la premisa de Eres el Próximo (You´re Next), que de a poco va mutando en una gama de intrigas y pistas falsas, solo para volver al cauce natural del género en su desenlace.
La cinta, dirigida y editada por Adam Wingard, abre el telón con el prólogo clásico: una pareja es atrapada con la guardia baja por el asesino de turno. Con este abreboca de la violencia por venir se nos presenta la historia de una familia con serias fricciones entre sus miembros que se reúnen para celebrar el aniversario de los padres, hasta que un grupo de tres homicidas enmascarados aparecen.
Con los personajes reunidos, comienza el espiral de sangre y muerte, aparentemente irracional. Subiendo en cada ocasión
la escala de brutalidad de las muertes, la familia va siendo diezmada. Es entonces cuando se descubre el secreto de Erin, de Drake y los motivos de la triada de homicidas (Mascara de tigre, de cordero y de zorro); unos cruciales para el desarrollo de la trama, otros meras pistas falsas que atrapan al espectador en un entramado de callejones ciegos y falsas teorías.
Podríamos dividir la película en dos mitades: la primera que comprende la historia de horror, mientras que la segunda sería la aclaración del misterio detrás de las Máscaras y la lucha para derrotarlos.
El clímax, último giro de la tuerca de una historia ya de por sí retorcida, cierra los cabos sueltos y da paso al desenlace, sorpresivo, con una escena que muestra el punto más resaltante de la cinta: un guion bien escrito.
Ninguno de los acontecimientos narrados ocurre por razones caprichosas, las acciones de los personajes, sus aciertos y desaciertos, planes y contratiempos, tienen una justificación en el universo donde habitan, afectando así las futuras interacciones entre ellos. Algo tan simple como usar la cámara que tenías al principio del film para tenderles una trampa a los asesinos, o que descubran tu escondite porque cambiaste el teléfono de vibrador a sonido alto.
Para los que quieran una experiencia de terror completa, solo hay que invitar al amigo que sepas que le da por gritar, sentarlo a tu lado y poner Eres el Próximo. Solo les advierto que quizás salgas con uno que otro rasguño en el brazo.
En todos los aspectos, Eres el Próximo captura todo el aura atemorizante que caracterizó la saga de Viernes XIII, modernizando una historia que adolecía de profundidad, de enemigos tridimensionales y protagonistas que pudieran enfrentarlos.
