Ponte en otros zapatos… ¡Un mensaje de Esperanza!
Por Carla de Sánchez
@carladesanchez
Cada desafío que la vida nos pone, tiene la finalidad de que aprendamos algo. En Venezuela tenemos lecciones por recibir
Hace unas semanas estuve en un Bicentenario, era el lugar que tenía cerca donde estaba. Me sorprendió el olor desagradable, la suciedad, el desorden y tan pocos productos o ninguno en alguno de los rubros (lo último es común en todos los supermercados, lo se), me repetía esto no es lo que nos merecemos.
Sin embargo, siendo que siempre he sido curiosa del comportamiento humano, me quedé observando a los clientes y también los que trabajan allí. Lucían sin preocupaciones y habituados a algo que en mi experiencia, gracias a Dios, me es extraño. Al rato llegó esta idea: Estos seres están acostumbrados a esto y ha sido su realidad durante mucho tiempo. Tal vez un grupo de estas personas ha vivido esta situación durante tanto tiempo que cree que la vida es así y esta bien pasar todas esas penurias.
Le pido ahora a Dios que mis palabras puedan llegar a tu corazón. Tal vez los venezolanos que hemos sido clase media o alta hemos tenido la posibilidad de adquirir todo lo que queríamos porque teníamos los recursos, mientras que otra buena parte de la población durante muchos años no ha tenido el dinero para comprar lo que ahora nosotros extrañamos.
No estoy hablando de la parte política ahora, hablo como terapeuta, que entiende que obstáculos que nos ocurren en la vida son lecciones que nuestra alma elige para trascender y evolucionar. Por un momento imagina que tengo algo de razón. ¿Y si estamos viviendo esto para saber cómo se siente alguien que no tiene para comer? ¿Si este duro momento que nos ha tocado vivir como país tiene que ver con poder desarrollar compasión por el otro?
Con todos estos argumentos no estoy diciendo que somos culpables de los padecimientos de los más pobres y que merecemos este “karma” como algunos lo llaman. Sin embargo, te invito a que mires más allá de la intolerancia y la rabia por lo que vivimos. Sobre todo te invito a que trates de aceptar que algunos que nada tenían se sintieron incluidos en una propuesta y que aún cuando luzca ilógico aún pueden tener esperanza en esta ideología.
Una y otra vez he dicho que las lecciones pasan cuando aprendemos lo que debemos aprender de ellas. Entonces, haz tu parte. Además de lo evidente (el gobierno no está haciendo su trabajo) a nivel personal ¿que tienes que aprender?, ¿cómo puedes acercarte a quien es tu hermano de patria y no piensa como tu?, además de juzgar ¿cómo estas contribuyendo a hacer que esta terrible división se supere?
Como lo he dicho anteriormente, estamos en una situación extrema que requiere de lo mejor de nosotros, no de ser espectadores, ni críticos, sino más bien ser protagonistas del cambio en los ámbitos donde nuestra consciencia nos lo indique.
Cuando me refiero a protagonistas del cambio hablo del crecimiento interior que como consecuencia trae una vivencia distinta. Entonces por favor sal de la rabia (no dudo que hay mil razones para sentirla, pero no ayuda) e imagina por un momento el temor que siente quien no tenía nada, ha recibido un poco y cree que ese poco se lo vamos a quitar. Nuestra rabia, insultos y descalificaciones atizan el miedo que les han metido y les dan más razones para no querer ver que hay otras mejores opciones.
Esta terrible situación nos ha hecho sentir el miedo de no tener lo básico, entonces, ten compasión con quien no piensa como tu pero ha estado allí muchas veces. Tal vez desde esta perspectiva nuestro acercamiento e interacción con quien no piensa como nosotros sea distinto e incluso podamos hacerle ver que nadie merece vivir bajo estas circunstancias.
Ojalá podamos aprender pronto la lección. ¡Venezuela se lo merece!
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