12 años de esclavitud (2013)
Por Luisa Ugueto
@elproyectordedo
Si en una sociedad “aparentemente” normada y regularizada, donde “aparentemente”, todos somos iguales, la gente (y no hablo de asesinos o psicópatas sinceros que matan mirándote a los ojos porque te quieren robar o te odian) abusa y veja a su prójimo por el simple motivo de sentir que pueden (lo vemos en las oficinas a diario: jefes que pretenden controlar la vida de sus empleados, como si fueran “de su propiedad”, esposos que golpean a sus conyugues para demostrarles que tienen el poder) se imaginan ¿cómo debió ser cuando no todos éramos iguales sino que la integridad dependía de que color se tenía la piel?.
Si ves “12 años de esclavitud” no tienes que imaginártelo, pues la cinta de Steve McQueen retrata con total crudeza y verosimilitud la miseria humana, y la desgracia de muchos en un tiempo que parece lejano, aunque no lo sea tanto.
Esta cinta del director inglés que tuvo un gran reconocimiento por su anterior película, Shame (2011), merece por sobrados motivos el Óscar que ganó este año, debido a la veracidad, realismo y, por ende, crudeza que dibuja perfectamente el horror a los que seres humanos fueron capaces de someter a otros seres humanos. La “naturaleza sangre” como canta Fito Páez, es lo que vemos al rojo vivo en este film, pues no solo la violencia era un elemento destructivo en aquellas circunstancias, sino la sumisión, el miedo, la complicidad y el silencio de muchos.
“El racismo no es algo del pasado en absoluto. Es algo muy presente”, dijo McQueen en una entrevista realizada en Madrid el 2013 (El Mundo, 10-12-2013) al reflexionar sobre lo importante que es tener claro el pasado, de modo de no repetirlo: «¿Por qué no ha habido más películas sobre esclavitud? Creo que la razón es porque la gente estaba muy avergonzada y es entendible el porqué de esa vergüenza. Intentar olvidar el pasado como si no hubiera ocurrido nada es colocar una bomba de relojería en los cimientos de una sociedad… Cuanto más tardes en conocer y aclarar la verdad, peor para todos. Para poder perdonar, lo primero y más importante es conocer la verdad”, comentó el director inglés.
Fascinante y conmovedora, la actuación de Chiwetel Ejiofor en su rol de Solomon Northup. Michael Fassbender, quién ha protagonizado las tres películas de McQueen, realiza una actuación poderosa y perfecta, en su papel de amo psicópata. Aparece Brad Pitt siempre brillante. Lupita Nyong’o y el resto increíblemente verosímiles.
Reflexión sobre la libertad y la dignidad humana, dos elementos que no pueden comprarse (aunque muchos intenten lo contrario) ni con la moneda de más alto precio.
La película es basada en un libro homónimo escrito por Solomon Northup en 1853.
Calificación: 10/10