Cine Francés: Thérèse Desqueyroux (2012)
Por Luisa Ugueto
@elproyectordedo
Basada en una novela de François Mauriac, Thérèse Desqueyroux -protagonizada por Audrey Tautou- de Claude Miller es una película oscura, turbia más bien es la palabra que define a ese universo, que en efecto, se parece tanto a las novelas de Mauriac (Nudo de víboras, por ejemplo), donde “la familia” y sus reglas absurdas condenan a los personajes a existencias miserables.
¿Qué es la soledad? No ser comprendido, sentirse distinto al resto, no poder compartir tus pasiones y pareceres con los demás, tal como le ocurre a Thérèse, quien está condenada a pasar su existencia rodeada de un marido y unas rutinas que en lo absoluto le complacen. La actitud de la protagonista es la de una continua ansiedad y terror, una continua ansiedad y odio por su entorno, pero un odio comedido, que es más bien desprecio, abulia, resignación y hastío, como una pequeña gota de agua que cae de una vasija astillada…que al final termina vertiéndose por completo…
Estamos en los años veinte y lo más importante es vivir una vida “decente” y “tranquila”, monótona, donde “nada ocurre y nada te conmueve hasta la raíz” como escribió Benedetti, donde hay demasiadas reglas que te impiden pensar, sentir y hasta respirar, porque hasta el aire esta viciado. Los acontecimientos podrán a Thérèse, en una situación desesperada… nunca se sabe que somos capaces de hacer bajo presión… El matrimonio por conveniencia, las costumbres atávicas, el deber ser y las apariencias como forma de vida son algunos de los elementos que envenenan la existencia de este personaje femenino impecablemente interpretado por Audrey Tautou.
¿Qué es la libertad? Quizás poder ser tú mismo, caminar a tu aire, independientemente del mundo que te rodee. Independientemente de que el mundo sea lo que deseé ser y elija vivir como les venga en gana. Claude Miller nos trae una película límpidamente bien filmada, sin grandes suspensos, ni tensiones, sin puntos álgidos, pero que te va llenando el espíritu del veneno que marchita a su protagonista, que al igual que nosotros quizás tiene la esperanza de no morir de tristeza hasta la última escena.
Esta es la segunda versión fílmica de la novela de Mauriac, la primera es de Georges Franju bajo el mismo nombre realizada en 1962.
Calificación: 7/10