Joanna Hausmann: Me encantaría ser como Tina Fey
Por Andrés Abreu Urdaneta
@andresabreu
aabreu@guayoyoenletras.com
“Mi familia y mis panas siempre serán criollos”
Nacida en Royal Leamington Spa, una pequeña ciudad de Inglaterra, pero con un acento tan caraqueño como el Ávila, Joanna Hausmann sabía desde los cuatro años lo que quería ser: comediante.
Egresada de la Escuela Campo Alegre, la hija de Ricardo Hausmann y Ana Julia Jatar, se cría entre Venezuela y Estados Unidos, lo cual marca en gran medida el tipo de humor que hace.
Radicada actualmente en Nueva York, Joanna abrió un espacio para conversar en exclusiva con Guayoyo en Letras. Te invitamos a disfrutar de este cortadito con bastante azúcar que nos tomamos entre Nueva York y Caracas.
Guayoyo en Letras: La multiculturalidad te ha acompañado desde que naciste. Naces en Inglaterra, vives en Venezuela, te vas a Estados Unidos, vuelves a Venezuela… ¿Cómo te identificas y de qué forma esto te ayuda en lo que haces?
Joanna Hausmann: Siempre digo que el pez no sabe que está en agua, hasta que lo sacas del agua. Y la perspectiva de saber lo que significa el “agua”(o tu ambiente) es lo que le da a los comediantes esa perspectiva observadora que necesita la comedia. Me acuerdo el día que regresé a Venezuela a los 13 luego de haber vivido en Boston, el agente de inmigración en Maiquetía me dijo “¿tu pasaporte mi reina?” y yo no lo podía creer. ¿¡“Reina”?! Eso es algo tan únicamente Venezolano. Cuando llegaba a inmigración en Nueva York la persona inspeccionando mi pasaporte solo me hablaba para preguntarme preguntas llenas de sospecha. Este pequeño momento es un ejemplo de lo que sigo viviendo día a día tras tener que vivir diferentes culturas y ambientes. Y esto es lo que me da la perspectiva donde me gusta crear comedia.
G.L.: Al ver de dónde vienes, a tu familia, lo que menos podría esperarse es que te dedicaras a la comedia. ¿En qué momento te das cuenta que esto es lo que quieres hacer y cómo lo tomó tu familia?
J.H.: Mi familia siempre me apoyó. La única condición es que siguiera mi pasión y que le diera toda mi energía. Nada de atajos ni recovecos para evitar trabajar lo más duro posible. Cuando me mude a Chicago luego de graduarme de la universidad para integrarme en la escuela de comedia Second City, yo estaba bastante nerviosa. Yo siempre fui la comediante dentro de mi círculo, pero no sabía cómo me iba a ir en un ambiente donde todo el mundo era el comediante de su círculo. Estudiaba y trabajaba en el teatro 14 horas al día sin fines de semana. Servía tragos en un teatro de improvisación para poder verme los shows gratis. Mis papás, quienes siempre me decían “sigue tu pasión y las puertas se te van a abrir,” me dijeron que nunca habían estado tan orgullosos de mí.
G.L.: Pude ver que has estudiado, te has preparado. No es tan fácil como pararse y contar chistes, hay toda una preparación y un trabajo detrás de eso. Cuéntanos cómo ha sido tu preparación como comediante.
J.H.: Yo empecé mi vida de comedia como escritora. Luego de escribir varias obras de teatro en la Universidad, me di cuenta que tenía que seguir en eso. Tal como dije antes, tuve la tremenda suerte de tener la oportunidad de estudiar en Chicago y Nueva York en los teatros más reconocidos. La comedia toma muchísima dedicación y es una ciencia al igual que es un arte. Hay formulas y reglas. La creatividad es lo más importante pero esa creatividad necesita estructura. Aunque yo sentía la necesidad de parame y contar chistes desde los cuatro años, yo sabía que tenía que refinar mi técnica.
G.L.: ¿Cómo calificas el tipo de humor que haces? ¿Qué tanto de venezolano tiene y cómo te has adaptado a los estándares del humor estadounidense?
J.H.: No sé muy bien cómo calificar mi tipo de humor… Creo que es una mezcla de humor inglés, con Americano, con mi “jodedera” innata Venezolana. Por mucho tiempo yo traté de inculcarme en un mundo o en el otro sin mucho éxito. No me sentía lo suficientemente gringa y a veces no me sentía lo suficientemente Venezolana. En el momento en que empecé a crear contenido que me parecía cómico sin preocuparme mucho por lo que pensaran los demás es cuando la gente se empezó a interesar. Yo solo quiero crear comedia con cabeza que logre representar al latino, al venezolano y a la mujer de la mejor manera posible. Sin chistes chimbos y sin estereotipos.
G.L.: Cuéntanos sobre Flama. ¿Cómo llegas a este portal? ¿Cuál es tu trabajo dentro de Flama?
J.H.: Flama es un portal nuevo para los latinoamericanos y aquellos viviendo en los Estados Unidos. Gente que tiene cultura, familia y humor latino pero que también le gusta Buzzfeed, el humor agrio de las series inglesas, y las películas de Hollywood. Mi jefe me encontró a través de un video de stand-up en YouTube y me ofreció un trabajo sin saber muy bien cuáles iban a ser mis responsabilidades. Ahora soy la productora de los videos “in-house” de Flama.
Aunque nosotros trabajamos con varios comediantes y Youtuberos en la página, yo estoy a cargo de los videos originales de Flama. Yo escribo, produzco y dirijo por lo menos dos videos a la semana y también produzco algunas series digitales. Lo que me ha enseñado este trabajo es que aunque uno esté en el mundo creativo, uno tiene que trabajar todos los días aún si no tienes inspiración… no hay tiempo para esperar musas, especialmente en el internet. Me da risa porque mis amigos siempre tienen una idea bastante romántica de lo que hago. Y es verdad, me encanta mi trabajo, pero eso no quita que siga siendo trabajo.
G.L.: Si bien ya tienes algún tiempo haciendo vídeos para Flama, el vídeo de “signs you’re venezuelan” fue un boom en nuestro país, ¿Te esperabas que esto fuera así? ¿Cómo ha sido la experiencia tras este vídeo?
J.H.: La verdad es que nunca sé muy bien a cuál vídeo le va ir bien. Yo solo hago lo que siento que representa mi experiencia con honestidad y trato de hacerlo de la manera más profesional posible. Si estuviera muy pendiente de lo que pensaran los demás creo que no fuera capaz de crear tantos videos a la vez. Pero cuando me enteré que a mucha gente le gustó, yo estaba demasiado feliz y emocionada. Sentí que estaba conectada a mi país aún si no estoy ahí.
G.L: Dentro del video hablas de algunas de las cosas más comunes que viven los venezolanos en el extranjero, específicamente en Estados Unidos, ¿Qué otra cosa te ha pasado que no esté en el vídeo y que consideras que es algo típico que le pasa a los venezolanos en Estados Unidos?
J.H.: El tema de los apodos de los panas es algo que me dio un shock cultural cuando me mudé para los EEUU. Por ejemplo tengo un amigo que lo llamamos “El Gordo” y cuando se lo presenté a mis amigos gringos ellos no lo podían creer. Me dijeron que era un insulto llamarlo “Fat.” Y al tratar de explicar nuestra cultura, les di el ejemplo que en mi familia me llamaban “blanquita” y a mi morena prima “la negra”… Lo único que hice fue complicar más la vaina.
G.L.: Actualmente hay una ola de stand up comedy en el país y hay un gran auge de nuevos comediantes, ¿Qué opinas sobre ésto? No sé si has tenido oportunidad de conocer a alguno de estos comediantes que han surgido en Venezuela.
J.H.: ¡Claro que sí! Creo que la comedia surge mucho dentro de la adversidad y los momentos difíciles. Es una manera de lidiar con la tragedia, convivir dentro de esa situación y reírse. El venezolano tiene una capacidad impresionante de encontrar la comedia dentro de los momentos menos esperados; en una cola en el supermercado, en una cola en el banco, en una cola, en… bueno… cualquier lugar…. entonces no me sorprende para nada que la comedia haya encontrado tierra fértil en nuestro país.
G.L.: ¿A dónde quieres llegar con la comedia? ¿Te gustaría tener un programa de televisión, quizás?
J.H.: Me encantaría ser como Tina Fey donde puedo escribir y actuar en show de televisión. Ha sido mi sueño desde la primera vez que vi SNL.
G.L.: ¿Qué les dices a quienes quieren incursionar en el mundo de la comedia, cuál es tu consejo para ellos?
J.H.: Es una carrera que requiere mucho trabajo y pasión. Pero no hay nada más divino que escuchar las risas de tu audiencia. Trabajar 40 horas en un video para escuchar solo una carcajada hace que todo valga la pena.
Café Con… Joanna Hausmann
Un lugar para un buen café
Cualquier panadería. Me hacen falta los cortaditos.
Una canción para un buen café
“Mamita” de Rawayana. Es mi canción de las mañanas.
Un talento que pocos conozcan
Soy bastante buena rapeando.
La palabra venezolana que más utilizas
Ladilla.
Un placer culposo
Cuando voy al gimnasio, me pongo a ver Las Kardashians…. Cuando veo que alguien está viendo mi pantalla lo cambio a CNN.
¿Qué tipo de café identifica a Joanna Hausmann?
Un cortadito con bastante azúcar. Intensa pero dulce.
Pueden seguir a Joanna Hausmann a través de su Twitter @Joannahausmann y disfrutar de sus vídeos todas las semanas en el portal Flama en Youtube.
Para quienes aún no lo han visto, acá les dejamos con una muestra del trabajo de Joanna:
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