The Hateful Eight: un western invernal

Por Sabrina Tortora

@SabrinaTF85

 

 

 

El regreso de Quentin Tarantino a la pantalla grande tenía nervioso a más de uno de sus seguidores. Desde 2012 con Django Unchained, hubo que esperar para ver su octava película, The Hateful Eight este año. El proyecto comenzó como una lectura dramatizada en una sala de Los Ángeles en el año 2014, y su aceptación fue tal por parte del público, que el director se planteó entonces hacer la versión cinematográfica.

 

La crítica ha acogido esta obra de maneras diferentes. Por un lado se ha dicho que capaz no sea la mejor película de este excéntrico cineasta, y que el ritmo en la que es narrada es demasiado lento en la primera parte; pero por otro, hay quienes consideran que en sus personajes se reflejan los rasgos más característicos de los seres humanos, y que aunque al comienzo puede resultar una cinta tediosa, llegar hasta el final es una verdadera recompensa.

 

Por supuesto que  la violencia, tan característica ya en todos sus largometrajes, no está ausente. Otro aspecto que se repite es que vuelve a contar con la participación de actores que han estado en sus films anteriores, como Samuel L. Jackson y Walton Goggins. Aunque esta vez la novedad es que la película es bastante diferente a las anteriores, y sus personajes son todos despreciables.

 

La historia: un caza recompensas y su prisionera se refugian de una tormenta de nieve en una parada para diligencias, con seis personas más. El contexto: el estado de Wyoming unos años después de la Guerra de Secesión. La trama cobra un tono de thriller a medida que va avanzando, pues los personajes no son quienes dicen ser, todos tienen intereses ocultos, y por si fuera poco algunos de ellos pertenecen a los dos bandos diferentes que se enfrentaron en la guerra.

 

The Hateful Eight tuvo un estreno accidentado, ya que fue eclipsado por la séptima entrega de Star Wars; y después de eso, no todos los cines la proyectan en su formato original, pues fue rodada en 70 mm, algo poco común hoy en día. Esta particularidad hace que mejore la profundidad en la imagen, pero por lo visto, pocos van a ser los que puedan apreciarla.

 

La música del célebre Ennio Morricone acompaña a la perfección cada situación planteada en la película, al igual que a los estados de ánimo de sus personajes. Las actuaciones están a la altura de la inteligencia de los diálogos, son osadas y llegan al nivel de farsa que la historia quiere alcanzar.

 

La cinta tiene tres nominaciones a los Óscar, una a «Mejor actriz de reparto»-para Jennifer Jason Leigh quien interpreta a Daisy Domergue-, otra a «Mejor dirección de fotografía» y la última a «Mejor música original». Ni «Mejor película», ni «Mejor guión original» fueron opciones tomadas en consideración por la Academia para reconocer la calidad de esta obra. Queda esperar algunas semanas más para apreciar la reacción del público y saber si ha sido un éxito de taquilla.

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