Perdonar no es olvidar, es recordar sin dolor
Muchos, en algún momento de nuestras vidas. hemos tropezado con la carga emocional de tener que perdonar a alguien. Esa persona que nos hizo daño y que dejó un dolor grande y profundo en nuestra alma. “El tiempo todo lo cura”, dice el proverbio popular, pero perdonar es un proceso que se da paulatinamente, no ocurre de un día para otro, se requiere de trabajo personal. Muchos expertos han escrito sobre el arte de perdonar y hoy, cercanos a fin de año, los invito a que realicemos estos pasos para eximir a la persona que nos dañó pero sobre todo para liberarte de esos sentimientos tan nocivos.
a.- Reconocer el perjuicio, ¿quién nos hizo daño? ¿cómo? ¿Qué siento aún? Hay que reconocer qué y quién. Debemos localizar la causa sin enmascararla con situaciones que en paralelo pudimos vivir. La identificación de qué me hizo daño es fundamental. La idea es buscar, enfocarnos en lo que causó la herida más que en el dolor, el dolor es la consecuencia.
b.- Emociones concomitantes, debemos identificar las emociones, los sentimientos que la herida causó y desencadenó esas emociones, ¿rabia?. ¿ira? ¿desilusión? ¿odio?
c.- Deja salir las emociones, no las contengas, expresa lo que sientes, si deseas llorar pues llora, vive el duelo, grita, una vez que esas emociones salieron pues respira, sécate la cara y habla de ello, expresa lo que sientes, no reprimas las emociones, déjalas salir pero de forma canalizada. No tomes decisiones, sólo habla de lo que duele. Realiza este ejercicio hasta que sientas que has dicho todo lo que creías y te oprimía. La técnica de la silla vacía es excelente, pon una silla en frente y hablándole como si fuera esa persona que te causó daño imaginándote que está sentada allí, exprésale todo lo que sientes. No importan las respuestas que la persona pueda darte, es tú ejercicio personal.
d.- Suprime el conflicto, llegó el momento de dejar ir, suelta las emociones negativas que te atraparon en el dolor, mereces sentirte bien contigo mismo (a), libérate, engánchate con las emociones en positivo. Libérate de la rabia, la ora, el dolor, déjalas ir, no te pertenecen, mereces estar en paz contigo mismo (a).
e.- Decide perdonar, el perdón es unilateral, eres tú quien decide perdonar a alguien, perdonar no es olvidar, es recordar sin que te duela, el perdón sirve ante todo para liberarse a sí mismo, inclusive se puede perdonar sin que la persona que nos hirió lo sepa porque el perdón es para ti, para sanarte tu. Ya no te sentirás incómodo (a), ya no habrá pensamientos recurrentes del hecho, habrás liberado tu alma y psiquis de esas emociones negativas.
Iniciemos el nuevo año 2017 llenos de energía, empoderados de las emociones positivas que nos permitirán afrontar momentos de dificultades con fortaleza y disfrutar los momentos de éxito con agradecimiento. Los acontecimientos que nos hicieron daño nos sirvieron para crecer y entender que merecemos tener una vida sana y una salud mental en equilibrio y ese equilibrio dependerá siempre de mí. No le otorguemos el poder a los otros, yo permito que el comportamiento de los otros me afecte o no. Perdonar no es olvidar, es recordar el acontecimiento sin dolor.
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