La moneda del caos

La reconversión monetaria comenzó en 2007, como una medida que buscaba la simplificación de las cantidades y las transacciones de entonces, mediante la eliminación de ceros en los billetes y monedas que constituían el cono económico en ese momento, incluso se le insufló al Bolívar el epíteto de Fuerte.  Así nacieron las  denominaciones y figuras hoy conocidas y despedazadas por la inflación y las decisiones arbitrarias.

Aunque los Bolívares remasterizados aparecieron en enero de 2008, hasta finales del año 2011 billetes nuevos y viejos coexistieron en el bolsillo de los venezolanos. Hicieron falta 3, se lee: ¡TRES AÑOS! Con sus respectivas campañas comunicacionales e informativas,  para completar la transición, algo que en esta ocasión (al igual que el espíritu navideño de los comerciantes) brilla por su ausencia.

Maduro desafió una vez más a Pandora, y abrió la caja de los males económicos con su insólito anuncio del domingo, cuando informó que  este  miércoles  el billete de 100 Bs queda fuera de circulación, como parte de un brillante y cuidadosamente pensado plan contra las mafias que contrabandean el preciado papel, revestido con la imagen de nuestro libertador: ¡Bravo! “¡Así es que se gobierna!”. El ejecutivo propinó el golpe definitivo  al Bolívar fuerte: ahora la  figura  más alta (y relativamente útil) del cono monetario actual, no tiene ningún valor…      

Enseguida cundió el pánico, comercios y establecimientos se apresuraron a colgar carteles donde pedían a su clientela abstenerse de sacar el billetito marrón, mientras centenares de personas, aprovecharon el lunes bancario para acudir  en tropel a las colas serpenteantes afuera de las  agencias  en los centros comerciales: ¡todo sea por resguardar el capital y conservar la libertad!, pues de acuerdo al edicto presidencial, se encarcelara a todo aquel que sea sorprendido con grandes cantidades del execrado billete.

La reacción de los ciudadanos es entendible cuando no hay indicios de que la nueva familia de billetes y monedas vaya a salir a las calles el jueves 15 como aseguró el  Banco Central. Ahora, ante tanto pandemónium no tardaron en alzarse voces de calma y cordura. Todo apunta a que el plazo ha de ser alargado. Ronald Balza decano de la facultad de economía de la Universidad Católica Andrés Bello (Ucab) asegura que es imposible recoger 6 millardos de billetes de 100 en solo tres días, Balza lamentó que se gaste dinero en acuñar monedas de esta denominación cuando se  podría  mantener la vigencia del papel.

La nueva medida del presidente contra las mafias de la moneda, es la guinda de una serie de acciones orientadas a  cerciorarse de que  estas fiestas decembrinas sean difíciles de olvidar: con el ataque a Kreisel, y el Dakazo 2, cual cuña televisiva emite un nuevo mensaje a sus seguidores: ¡Feliz  Chavidad y próspero populismo!

Contrariamente al anterior proceso de reconversión, hoy solo conocemos los colorines del nuevo cono monetario que mantiene a los mismos próceres de hoy dentro de sus efigies.

 Si  Antonio José de Sucre o Luisa Cáceres de Arismendi pudieran hacernos llegar su opinión: El Gran Mariscal de Ayacucho probablemente se sentiría ofendido de que nuevamente se le adjudicara la denominación más baja. Monto reservado para sufragar el pasaje que sigue en demanda de un nuevo aumento, mientras la aguerrida fémina, celebraría a medias que se halla asociado a la mujer con  el color y valor del dólar paralelo, y sonreiría intentando olvidar que tal alegría le durará solo unas pocas semanas.

Aunque parezca una nimiedad, debemos agradecer  que se mantenga parte del viejo diseño en los nuevos billetes, pues de haber contado con más tiempo y recursos, era muy probable que un nuevo prócer, nos obsequiara con  un caluroso saludo revolucionario al abrir la cartera.

Kevin Melean
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