El año de la muerte bajo los reflectores
Altiva e imperturbable la temida matrona pasea por la oscura habitación, sus cuencas vacías contemplan la Guadaña estratégicamente colocada junto al escritorio. Toma asiento pues la señora M… siempre está muy ocupada, una mano huesuda rebusca entre largas listas de papeles antes de mojar en el tintero su pluma de cuervo y añadir un nombre nuevo: Carrie Fisher. Al sufrir un infarto fulminante la sexagenaria princesa Leia engrosó este martes la lista de decesos que en 2016 fustigaron al mundo del espectáculo.
Apartó los nombres y fechas de su fatídica labor y tomó un periódico, la publicidad nunca ha sido un problema para su oficio: “Novio de George Michael lo encontró muerto en la cama”, rezaba el titular. Aún conservaba vívida la imagen del intérprete de Careless Whisper a quien visitó el 25 de diciembre por causas de un paro cardiaco, ¡Pobrecillo! Suspiró contrariada compadeciéndose de la pareja del cantante y al mismo tiempo de sí misma:
En cumpleaños y navidades la muerte es especialmente aborrecida por huérfanos y viudas que lloran amargas lágrimas. Lo que ellos no saben es que ella es compasiva y necesaria. Mientras el hombre del traje rojo ¡al que todos esperan y admiran! Vuela por el mundo una noche al año con la misión repartir obsequios envueltos en brillantes papeles y bonitos lazos, ella va diariamente de aquí para allá, recorriendo ciudades y aldeas, latitudes y continentes ¡los 365 días del año en todo momento! Para conceder alivio y paz con el don del descanso eterno.
La parca no escapa de ser una fan enamorada, que este año se ensañó con músicos y actores. De norte a sur, desde Estados Unidos a Gran Bretaña (con escala en México) escoltó a Prince, Juan Gabriel y Alan Rickman, hasta la luz al final del túnel, dejando tras de sí himnos como Purple Rain, o Hasta que te conocí, y en el caso del actor que en vida encarnó al enigmático profesor Snape de la saga Harry Potter, múltiples marcas en los espectadores de películas como El perfume, o Sweenny Tood el barbero demoniaco de la calle Fleet.
Recientemente las rosas también cayeron sobre la tumba de Zsa Zsa Gabor, entrañable diva de Hollywood y Broadway que en sus años mozos trabajó con Orson Welles y Marylin Monroe.
¡Los artistas y sus frágiles temperamentos! sus conflictos y la gastada perorata de: “vive deprisa, muere joven y deja un bonito cadáver”, suspira la esquelética dama, íntima amiga de Amy Winehouse, o Janis Joplin, amante ocasional de Kurt Cobain, Jim Morrison y como ellos tantos otros que la llamaron prematuramente a su lecho.
Entre tanto y Tanto, Madame M… no se olvidó de las tablas y pantallas Venezolanas, Germán Regalado, “El Rastacuero” de Cheverismo y Martha Olivo “Malula” en Radio Rochela (muchos se agachan con disimulo para recoger la cédula) partieron este año, al igual que Pilar Romero insigne guionista, dramaturga y actriz. ¡A la perdida física uno está acostumbrado! Reflexiona la vieja muerte, ahora ¿Qué ocurre con el cierre de los espacios? Se cuestionó al recordar que la sede de Teatrex el Hatillo se vio obligada a cerrar sus puertas como consecuencia de la crisis económica que fustiga al país del tricolor y las ocho estrellas.
Las notas de su antiguo gramófono la devuelven al presente, donde la voz de David Bowie evoca los lejanos años 70 al peguntarle con cinismo si ¿hay vida en Marte? Ella vuelve a sonreír con nostalgia. Se ha cumplido casi un año desde que se lo llevó el 10 de enero, todavía no lo sabe y duda que vaya a averiguarlo pronto. La muerte baja del escenario, un chasquido de sus dedos bastó para hace caer el telón, apagar los reflectores y silenciar la música.
La próxima vez hare cantar un Aleluya para Leonard Cohen, susurró para sí, mientras se dirigía al encuentro de su comadre, (esa con quien pelea a diario), altiva, arrogante y sin prisas. Después de todo, la esquelética señora se sabe eterna ganadora de su diario juego de ajedrez, pues con fama o anonimato, para morirse solo se necesita estar vivo.