¿Por qué el caso Odebrecht tuvo tanto impacto en Latinoamérica?

“Poderoso caballero es Don dinero” escribió Francisco de Quevedo hace quinientos años. Esa frase que no pierde vigencia y trasciende en un eco acompañado del tango “El cambalache”, parece ser un principio gerencial de Marcelo Odebrecht, que durante años, utilizó sobornos millonarios, para ganar licitaciones en gran parte de América Latina, y acumular miles de millones de dólares producto de la construcción de infraestructuras importantes, (En Venezuela muchas inconclusas), que de no haber sido por sus poderosos contactos comprados por su amplio bolsillo, no hubiesen caído en sus manos. Unas manos que firmaron contratos junto a funcionarios en todo el continente, cuyas firmas se han diluido del papel y han formado una mancha negra, que salpica a gobiernos de toda la región, sin importar el color de su tolda; no interesa si es de izquierda o de derecha, sí se declara socialista o liberal, el soborno se hizo sistémica en América Latina.

Con este escándalo que desnuda la manera de ganar licitaciones en estas Repúblicas, cabe un cuestionamiento ¿Por qué se permiten estos actos en nuestros países? Y aún más importante ¿Cómo cambiar esta situación?

Operación Lava Jato y el escándalo de Petrobras

El 13 de marzo de 2014 se hizo publica una investigación de la Policía Federal de Brasil, sobre una multimillonaria red de lavado de dinero, en donde estaban involucrados personas cercanas a la directiva Petrobras. Entre los involucrados se encontraba el exdirector de la estatal petrolera brasileña (Petrobras) Paulo Roberto Costa.

En el 2008 se denunció a unos cambistas que querían unir a su red de lavado de dinero, a las empresas de Hermes Magnus (Dunel Indústria y Comércio). Esta red operaba como un sistema de blanqueo de capitales, que servía para maquillar las ganancias obtenidas por directivos de Petrobras, quienes solicitaban a las contratistas, el 3% del presupuesto total de las obras, para que estos le otorgaran los multimillonarios contratos. La manera en que esas sumas millonarias eran blanqueadas, era introduciendo el dinero obtenido por los sobornos, a los ingresos de lavanderías, hoteles y estaciones de gasolina, que luego transferían el dinero a cuentas en Hong Kong.  

Entre las empresas señaladas por el exdirector de Petrobras se encuentra Odebrecht, una constructora cuyo presidente fue investigado, imputado y actualmente sentenciado a 19 años, por los delitos de corrupción pasiva, lavado de dinero y asociación para delinquir.

Odebrecht

Las investigaciones empezaron a develar una amplia red de sobornos que trascendían las fronteras de Brasil; utilizada por la multinacional, para ganar licitaciones de obras multimillonarias en 12 países.  Esta constructora fundada por Norberto Odebretch en 1944, fue considerada un ejemplo de gestión empresarial durante años, hasta que el escandalo se hizo público.

La constructora diseñó una estructura para el soborno, en donde se involucran a funcionarios públicos y empresarios de muchos países del continente, que recibieron millonarias contribuciones, aprovechándose de las fallas sistémicas de los Estados, que tienen procesos para la asignación de contratos fáciles de violar.

Según los documentos presentados por el Departamento de Justicia de los Estados Unidos, el 21 de diciembre de 2016, la empresa brasileña, Odebrecht sobornó a funcionarios del Gobierno de Venezuela, Ecuador, Angola, Argentina, Brasil, Colombia, República Dominicana, Guatemala, México, Mozambique, Panamá y Perú.

Actualmente en varios de los países señalados, existen investigaciones abiertas sobre algunos presuntos funcionarios corruptos. En Perú, dos expresidentes están imputados, siendo este país, quien ha perseguido a los funcionarios de más alto rango en el Continente relacionados con  el escándalo.

Modus Operandis

  • Odebrecht financió campañas presidenciales y de otros cargos públicos en diferentes países de Latinoamérica, por medio de pagos gestionados por asesores políticos como Joao Santana, asesor de los presidentes, Danilo Molina, Lula Da Silva, Delma Rusef y Hugo Chávez, entre otros. Actualmente el publicista está detenido en Brasil.
  • La empresa entraba a concurso con un precio y luego de ganar las licitaciones, aumentaba los presupuestos de las mismas, que eran aprobadas por el ente del Estado encargado para hacerlo.
  • Los proyectos presupuestaban materiales de alta calidad. Sin embargo, cuando le hacían efectivo el dinero para la compra, utilizaban materiales de baja calidad a sobre precio. El dinero ahorrado, quedaba en los bolsillos de políticos corruptos.

Obras inconclusas de Odebrecht en Venezuela

 

  • Linea 2 del Metro de los Teques. Está en construcción desde el 2007. Funcionan 3 de las 7 estaciones.
  • Linea 5 del Metro de Caracas. La fecha de culmincación estaba pauta para el 2010. De los 15 kilómetros del proyecto, solo sean hecho 1,3.
  • Cable tren bolivariano. Están terminados tres de los 5 previsto, pese a que  tenían fecha entrega para el 2016.
  • Central Hidroeléctrica Tocoma. La fecha de entrega era para el 2012.Hasta la fecha la obra está inconclusa.
  • Tercer puente sobre el río Orinoco. Aunque debía estar terminado en el 2015 hasta ahora la obra tiene un avance del 70%
  • Sistema de transporte Caracas—Gaurenas—Guatire. Se prometió para el 2012, pero hasta ahora, solo un tramo está funcional.

¿Cómo evitar la corrupción?

Sin entrar en conceptualizaciones éticas, es necesario señalar  los casos de corrupción, como problemas técnicos de la democracia y de los fundamentos de los Estados, que muchas veces por sus diseños, son proclives a que este tipo de delitos ocurran. Es interesante comparar las estructuras institucionales de los países menos corruptos, con las naciones que aun concepciones vencidas, que demuestran ser ineficientes para el desarrollo de un país.

Dinamarca es el país con la menor percepción de corrupción del mundo, esto además de ser un asunto cultural, es principalmente un asunto estructural. En el país escandinavo, quienes eligen las licitaciones, son un grupo de expertos desvinculados con la política, que deben mantener en secreto su función, para evitar que empresas como Odebrecht, intenten sobornarlos como ocurrió en América Latina. También es muy difícil solicitar un aumento de presupuesto luego de haber iniciado la obra. Además, aquellas empresas descubiertas en algún delito, no pueden volver a entrar en un concurso para una obra del Estado.

Una de las fallas en América Latina, es la falta de transparencia en las contrataciones con el Estado. Por eso, es necesario que las estructuras no estén controladas por el Gobierno. Deben funcionar con la supervisión de una ciudadanía verdaderamente participativa, para que los corruptos no encuentren espacios oscuros para hacer sus fechorías. Lamentablemente, en nuestros países, se mantiene la creencia implícita del capitalismo de Estado, del “cesarismo democrático” renovado,  que en la década pasada tuvo su apogeo en Venezuela y Brasil, pero que como lo demuestra la situación económica en ambos países y lo reafirma este escándalo vergonzoso, lo único que trae al final, es pobreza, injusticia y miseria.

Jorge Flores Riofrio
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