“Me gustaría pintar un retrato de nuestro Bravo Pueblo logrando la libertad”
Hay quienes en un principio ven claro hacia dónde quieren dirigir su vida, Camila de la Fuente es una de esas personas, tal parece que la creatividad latía en el interior de esta venezolana desde muy niña. La tinta fluyó de una manera que aquellos que la veían dibujar no podían ignorar, a tal punto que sus maestras de escuela la comparaban con una pequeña Picasso.
Pronto la pasión por los dibujos dejaría de ser un mero entretenimiento infantil, para transformarse en un objetivo, hacia el que apuntaba tímidamente cuando comenzó la carrera de comunicación social en la universidad Monte Ávila: “siempre le comentaba a mi amiga que ser caricaturista era mi sueño frustrado; porque; ayudo al país, hago periodismo y dibujo, las tres cosas que más me gustan en una” comenta quien para ese entonces no sabía que la fantasía se le volvería realidad, de la mano del éxito y sin frustraciones a la vista.
En el mundo de la sátira y los trazos se le conoce como Camdelafu seudónimo que proviene de su nombre, y no en vano suena muy parecido a candela, pues su trabajo que toma como uno de sus ejes principales la política venezolana, es contundente e incendiario y está dotado de movimiento como las mismas llamas.
Camila viene de una semana fructífera en los medios de comunicación, en la radio ha conversado con Graciela Beltrán Carías y Cesar Miguel Rodón, ahora (imagínense el compromiso) de este servidor, que a punta de palabras va a dibujarles el retrato de una joven que con apenas 24 años, está alzando la voz por Venezuela en México a través de su trabajo en el Diario el Universal y la Revista Rolling Stone.
Un asunto familiar
Empieza por decir que la creatividad es algo de familia y que fue en ese ambiente donde se le inculcó el arte a ella y a su hermana. Al relato se incorpora de inmediato la figura de su padre: “mi papá es alguien muy importante en mi vida con respecto a todo esto, es el creativo de la familia y quien prácticamente me educó a través de las historietas y caricaturas. Lo divertido es que veo mis dibujos de primaria y todavía hay una esencia del estilo que hago, obviamente ahora es más elaborado y con más profesionalismo”.
Guayoyo en Letras: Has dicho que siempre quisiste ser caricaturista ¿En qué momento tomaste consciencia de que tu proyecto de vida giraba alrededor de lápices y pinceles?
Camila de la Fuente: “Lo veía como un sueño frustrado, no me atrevía a mostrar mis ideas, era como un deseo muy lejano. Empecé la universidad y nunca me imaginé que podía ganarme la vida haciendo esto. De hecho, cuando entré a estudiar quería especializarme en publicidad e irme a Argentina a hacer esas publicidades típicas con humor negro. Algo así tenía en mente, la publicidad era donde estaba el dinero. Pero a lo largo del tiempo me fui dando cuenta que puede que estuviese el dinero pero ahí no estaba el corazón».
“Decidí publicar mis dibujos a través de Vine. Antes publicaba uno que otro en mi instagram u otras redes sociales pero nunca en video. La recomendación de hacerla como stopmotion en videítos de 6 segundos vino de Samuel Rodríguez, el comediante. Obtuve mis primeros seguidores dibujando personajes que admiraba, pero comencé a meter política y a partir de ahí me contactaron en Konzapata. Fue ahí cuando me di cuenta que podía vivir de lo que más me apasiona”.
GL: ¿Qué la cautiva del género?
CF: “De la caricatura lo que más me gusta es el tema de la idea y el humor. Me encanta hacerle cosquillas al cerebro de los demás. Me encanta enfrentar al poder con unos trazos. Me encanta usar el humor inteligente para criticar y me encanta criticar porque detrás de la crítica —inteligente y constructiva— hay una intención moralizante. Es la idea del humor y de la caricatura como arte, me parece fascinante poder mejorar a la sociedad a través del arte y el pensamiento”.
GL: La mayoría de tu trabajo es de corte político ¿Qué otras temáticas le llaman la atención como caricaturista e ilustradora?
CF: He aprendido a tocar otros temas. El Maestro Boligán y Darío Castillejos son artistas que tocan todos los tópicos, desde los más políticos hasta los más universales. He seguido un poco su camino: me gusta mucho explorar el tema del amor y la tecnología. Tengo varias caricaturas sobre eso, también de feminismo, machismo, y desigualdad social… me encantan los temas sociales. Creo que estoy abierta a todo. Lo único que no me interesa mucho es el deporte, pero quién sabe, capaz termine dibujando futbol. No me cierro, uno nunca sabe.
GL: ¿Qué implicó romper el molde estático para darle vida a tus dibujos?
CF: “Implicó buscar nuevos caminos. Creo que si uno repite el mismo modelito —que sabes que ha funcionado— y no tratas de hacer las cosas de manera diferente lo que vas a lograr es ser uno más del montón. Creo que mi arte resalta porque es una especie de vanguardia. Aparte el movimiento me permite expresar mucho más que una sola imagen. Siempre digo, si una imagen dice más que mil palabras, una animación dice un millón. Las posibilidades de comunicar la idea se amplían, me permiten darle vida a los personajes, los movimientos refuerzan la personalidad que estoy representando”, enfatizó la artista.
Camila detalló sin reservas su método de trabajo: “comienza por tener una buena idea, de todas las que se te ocurren, descarto las primeras, que probablemente son las que se les van a ocurrir a los demás. Después de tenerla, hay que pensar en la forma de esa idea; (ángulos, movimientos, hasta los cuadros…). Es como una especie de mini película en la que hay que tomar en cuenta todos esos aspectos, entonces procedo a dibujarla y animarla. A veces la edito para incluirle música o cosas así que a completan aún más la idea, le da más sentimiento. Más o menos ese es el proceso creativo diario. Uno siempre está trabajando, buscando ideas en cada rincón.
GL: ¿Quiénes son tus referentes?
CF: “Mi casa en Venezuela estaba llena de todas las colecciones de Mafalda y Tintin, así que mis primeros referentes fueron Quino, Zapata, y Hergé… pero a medida que he ido creciendo he agregado muchos más, Ahora que estoy en México sumo nuevos maestros como Ángel Boligán y Darío Castillejos,”
Weil es uno que estuvo muy presente siempre, de hecho, lo conocí cuando tenía aproximadamente 18 años y le dije que quería ser caricaturista, me dijo que no me recomendaba esta profesión porque no es estable, no hay un crecimiento económico ni me garantiza un buen estilo de vida, aparte de los riesgos de enfrentarse al poder, entonces le dije que iba a considerar lo que me dijo pero que por favor revisara mis dibujos, de inmediato su respuesta luego de verlos fue: eres buena, dedícate a la caricatura”.
De la Fuente destacó la admiración e influencia que siente por el trabajo de caricaturistas y compatriotas de la talla de Pedro León Zapata, Rayma Suprani, y Eduardo Sanabria (Edo):“formaban parte de mi día a día, yo me metía en internet para ver las caricaturas geniales que publicaban en su momento. Referentes hay por todos lados, pero siento que me he abierto a otros estilos, maneras de comunicar, ideas, temas por convivir con maestros de diferentes partes del mundo”, añadió.
GL: De qué manera describirías la experiencia de adaptarse a otro país?
CF: “A mí me ha parecido increíble. Nunca me voy a arrepentir de haberme aventurado a otro país, porque en mi casa siempre voy a estar presente y ella siempre va a estar presente en mí, si no, no dibujara para Venezuela todos los días. Creo que cuando te sales de tu zona de confort, empiezas a ver todas estas cosas ajenas a uno: una cultura extraña, otra ciudad, todo es nuevo, conoces a personas con puntos de vista muy diferentes a ti, tienes experiencias que nunca hubieses tenido de haberte quedado para siempre en un solo lugar. Aparte México es un país maravilloso, lleno de oportunidades y con una cultura única. Las personas son muy cariñosas y abiertas, aquí he conocido a gente que ha marcado mi vida.
Cuando te mudas a otro país se te enciende la chispa de la curiosidad, ves todo nuevo, como cuando eres un niño. Creo que mudarte a diferentes países te hace ser un niño para toda la vida, estas sorprendido por todo, siempre aprendes cosas nuevas, sales de la monotonía, haces cosas que tal vez nunca hubieses probado. Yo sé que voy a ser una niñita para toda la vida. Soy muy de moverme, no puedo quedarme quieta. Tal vez por eso mi arte también se mueve”.
GL: Estás por terminar la carrera ¿Qué le ha sumado el país Azteca a formación y vida personal?
CF: “¡Al fin voy a terminarla! Siento que ha sido eterna. Igual he estado contentísima porque yo soy una galla, a mí me encanta estudiar, debatir, escribir… Creo que el país Azteca le ha sumado muchísimas cosas a mi carrera y vida personal. Nunca voy a poder retribuirle todo lo que él me ha dado a mí: aparte de los maestros que he conocido aquí en México, estoy en diferentes proyectos increíbles. El que más me emociona es Cartónclub, la agencia de caricaturas que estamos sacando adelante. Estamos pensando en grande, es un proyecto muy bonito que rescata el arte de la caricatura.
En nuestra agencia están los 37 mejores caricaturistas de Latinoamérica y nosotros nos encargamos de vender sus derechos, de publicación a los medios de comunicación, es una especie de Reuters de la caricatura. Hacemos talleres, exposiciones, foros, mesas de dialogo… Apenas esta semana estamos sacando la nueva página web www.cartonclub.com. ¡Vienen muchas cosas grandes con este proyecto! Estén pendientes”.
Competitiva e integral
Camila de la Fuente Matiza su talento con ambición y empuje, además de profesar la sátira, ejerció como productora de radio en Hot 94. También explora las artes plásticas: “estoy trabajando en un taller con pintores hiperrealistas, allí voy para mejorar mi técnica”, incluso se plantea traer de Caracas algunos de sus cuadros para venderlos. Sin embargo, a pesar de ese interés soñador se mantiene fiel a las caricaturas: “no me gusta tanto quedarme pegada en un solo dibujo, por eso cuando pinto, trato de hacerlo rápido porque me desespera. El cine animado también es una opción, pero toma su tiempo y no sé si aguante” confesó.
Aunque interrumpió su carrera en Caracas para descubrir nuevos horizontes en México, eso no la detuvo, y hoy por hoy cuando está a punto de obtener su título profesional, puede estar tranquila pues con 24 años goza de cierta estabilidad que viene de la mano de su trabajo en dos medios icónicos para el periodismo y la cultura pop
GL: ¿Cómo llegaste al Universal y La revista Rolling Stone?
CF: “Por suerte y trabajo. Como dicen que la inspiración te tiene que agarrar trabajando, creo que la suerte y las oportunidades también. Trabajando y trabajando se me acercan diferentes medios o personas que me pueden vincular a esos medios y salen ese tipo de oportunidades como la del Universal, el periódico más importante de México y Rolling Stone, que era uno de mis sueños. De hecho, en mi época de puberta decía que quería ser fotógrafa de Rolling Stone y aquí estoy. Lo que más me gusta de la revista es que no sólo dibujo sino que escribo, entrevisto y tomo fotos. Un poco de todo. ¡Me encanta!”.
GL: ¿Crees que tus proyectos se habrían desarrollado del mismo modo si continuaras en Venezuela?
CF: “¡Jamás! si estuviera en Venezuela, no hubiese conocido a los maestros que tengo ahorita ni hubiese llegado a los medios en los que estoy. Probablemente le hubiese echado muchas ganas y tal vez hubiese conseguido un buen periódico donde publicar y ya, ahí me quede estancada. Creo que venir a México cambió por completo mi alcance, las oportunidades, los aprendizajes. Recordemos que el maestro Zapata vino a estudiar arte aquí, si él se hubiese quedado en Venezuela nunca se hubiese nutrido de grandes maestros y nunca se habría convertido en el gran maestro que es… así que no soy la única que sigue estos caminos.“
GL: Te manejas entre dos realidades: la de Venezuela (de dónde vienes) y la de México donde ahora vives: ¿Qué similitudes o contrastes percibes en el contexto de ambos países?
CF: “Hay tantas cosas parecidas y tantas cosas diferentes… Hay mucha diferencia con los estudiantes por ejemplo . Cuando la política te afecta tanto, te obliga a echar para adelante, volverte un adulto antes de tiempo. Cuando entré a la universidad sentía que muchos de los alumnos estaban como dormidos, sin curiosidad ni ganas de aprender. Obviamente yo siempre he sido galla y me encanta estudiar pero en México me veo aún más galla. No estoy diciendo que los estudiantes mexicanos sean mediocres ni nada de eso, pero siento que les faltan pilas, tienen la inteligencia y millones de oportunidades en frente pero no las toman. El venezolano es muy pilas porque está pasando roncha.
Ahora, en México hay dos partidos políticos que llevan años turnándose el poder y el año que viene hay elecciones, y hay un candidato que propone una tercera opción para que mande el pueblo (¿no les suena conocido?). Me preocupa mucho que los mexicanos no le den importancia a estas amenazas, me preocupa que México caiga hechizado por el discurso de un candidato populista. Vamos a ver qué pasa. Lo único que puedo decir es que en ambos países hay mucho que dibujar».
GL: Si tuvieras la oportunidad de pintar un mural en Venezuela igual que Zapata… ¿Dónde lo harías, y que plasmarías allí?
CF: ¡En donde sea! Espero que en un futuro, cuando salgamos de este desastre, podamos llenar de colores las ciudades de Venezuela. No me conformaría, me encantaría tener muchos espacios para pintar muchas ideas. No podría quedarme con un solo lugar y con una sola idea. Pero en el primer mural que haga en mi país —que espero hacerlo muy pronto— me gustaría pintar un retrato de nuestro bravo pueblo logrando la libertad por la que tanto hemos luchado.
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GL: ¿Más allá de los trazos quien es Camila de la Fuente?
CF: -Una niña de 24 años común y corriente, que le gusta pintar y expresar sus ideas, que no puede quedarse quieta, es porqué es muy curiosa. Camila de la Fuente todavía está descubriendo quién es Camila de la Fuente.
GL: ¿Qué haces en tú tiempo libre?
CF: –Viajar y llevarme mi sketchbook para dibujar los lugares a dónde voy. Sí, no puedo parar de dibujar. También me encanta la fotografía, siempre trato de llevar mi cámara para todos mis viajes.
GL: ¿Cómo te llevas con la literatura?
CF: -Soy adicta a los libros. Leo de todo, pero tengo trato de variar, le uno de ficción y leo uno de teoría/filosofía/ensayo. Mi escritor preferido de ficción es Ray Bradburry. Mi escritor preferido venezolano es Barrera Tyszka. También me gusta mucho leer novelas históricas. El Hombre que amaba los perros de Leonardo Pádura es un libro que nunca voy a poder superar. Luego que leo libros siempre escribo sobre ellos. Me encanta escribir de todo, sobre todo opinión y crítica, pero también he llegado a escribir poesía.
GL: ¿Qué ves en el cine?
CF: -Nunca me dan tiempo de ver películas, cuando veo una es porque de verdad voy a analizarla y disfrutarla, es raro que esté viendo películas malas por ver películas y ya. Si me gusta una película escribo una especie de reseña, es como una necesidad. Mi preferida es Great Expectations (1998) y la última que más me ha gustado es Animales Nocturnos.
GL: ¿Qué hay en tu playlist?
CF: –Soy muy abierta con la música, pero me obsesiona el swing, el jazz y el rock. Mi cantante favorito de todos los tiempos es Gustavo Cerati. De hecho, la primera caricatura animada que publiqué fue de él y su hija la compartió. Estaba más feliz que nunca. Pueden seguirme en spotify ahí está todo lo que escucho. También voy a muchísimos conciertos y festivales de música, es parte de mi trabajo en Rolling Stone.
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