¿Mantenemos nuestras opiniones y las respetamos?
En estos momentos tan cruciales en lo económico, social y político los venezolanos debemos hacer gala del respeto de las diferencias, del respeto al otro, el respeto de las opiniones que la otra persona pueda tener. Tarea difícil, ¿verdad?
Tolerar las creencias, pensamientos e incluso el adoctrinamiento de cualquier persona, por muy absurda y sin sentido que las consideremos, debería ser el comportamiento acertado. Cuando damos una opinión sobre algo, comunicamos el aprendizaje que tenemos, nuestra experiencia, nuestros sentimientos, exponemos abiertamente nuestros valores y deseamos ser escuchados y por supuesto debemos intentar comprender y tolerar las opiniones de los demás pero sin enfrascarnos en discusiones estériles porque debemos aceptar y respetar el derecho que cada uno de nosotros tiene de opinar. Si al expresar una opinión siento que me faltan el respeto pues sencillamente sugiero nos retiremos.
En Venezuela, la comunicación y el respeto a disentir no se cumple. Hay una tendencia de querer restringir las libertades de otras personas, el gobierno desea imponer su poder sobre los demás porque quieren e imponen conformidad porque SOLO ELLOS SABEN Y TIENEN LA RAZÓN. Porque no desean cuestionamientos, hay que hacer y decir lo que ellos quieren, pero como escribí hace unos meses, tengo derecho a disentir sin ser juzgada.
Las sociedades enmarcadas en la democracia se distinguen por la diversidad de pensamientos, que no hace más que enriquecer a los ciudadanos. El escuchar la diversidad de esos pensamientos nos aportan un abanico de opciones que nos ayudan al análisis del mismo contexto con soluciones distintas que, seguramente, no habíamos siquiera pensado en ellas.
La información es otro pilar fundamental en el contexto de las opiniones. Cerrar el acceso a las fuentes de información ni es democrático ni es respetar la diversidad. Los venezolanos tenemos derecho a estar informados y tenemos también el derecho de escoger que medio me informará, si deseo ver CNN o VTV es mi decisión. Tengo la capacidad de procesar la información que me llega y crear mi opinión al respecto, no permito por tanto se atente contra mi inteligencia sea cual sea el canal que seleccione.
Las discusiones, los debates, el intercambio de opiniones es el motor del aprendizaje y gracias a las experiencias diarias. que voy internalizando y teniendo en mi bagage de conocimiento, me transformo día a día en mejor persona, pero para ello diariamente debo preguntarme ¿qué aprendí hoy?
Como ciudadanos tenemos el derecho de exigir que se nos respeten nuestros valores, nuestras ideas y creencias que se respeten mis ideales disímiles y por supuesto se me respete la decisión que yo pueda tomar que evidentemente no atente con los derechos de los otros ciudadanos. Tengo derecho a decidir, disentir y ser informada. Mis decisiones siempre están enmarcadas en mis escalas de valores y principios que no se doblegan ni se compran. La libertad de mis pensamientos y opiniones no tendrán precio porque soy profundamente democrática y respetuosa de la Venezuela próspera que merecemos.
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