Protestas alternativas también mueven fibras en la gente
Vivimos tiempos convulsos, al fragor de las balas, los perdigones y el gas lacrimógeno se despertó en los ciudadanos la necesidad de hallar nuevas formas para alzar su voz más allá de la línea de resistencia. El resultado, se tradujo en diversas propuestas, que permiten emitir un mensaje contundente a través de la creatividad.
En palabras del periodista y activista urbano Cheo Carvajal, desde hace mucho tiempo se ha normalizado la violencia en Venezuela. Frente a esta problemática, se creó el Laboratorio de Protesta Pacífica, como un espacio para generar expresiones ciudadanas que permitan visibilizar el descontento. Todo comenzó cuando un grupo de personas encabezados por Carvajal, decidieron reunirse y discutir alternativas para mantenerse en las calles desde el civismo. A partir de esa jornada surgieron algunas acciones: como Billete Alzao, y Dale Letra, otras se originaron independientemente.
Dale duro a ese pilón
Hace mucho tiempo, cuando no existía la harina PAN o los modernos electrodomésticos, maíz y otros ingredientes debían triturarse manualmente, entonces se empleaban los pilones (recipiente de gran tamaño con su respectiva barra de madera). Era un trabajo pensado por lo que las mujeres se ponían a cantar para hacer más llevadera la faena, fue así como esa labor se asoció a la música. Ahora bien, en el contexto actual, las piloneras salen a entonar sus consignas, envueltas en esa aura de tradición maternal. María Fernanda Montero, cantante, violinista y una de las fundadoras contó que la iniciativa se dio con el conceso de un grupo de amigas que cada vez más cansadas se encontraban en las marchas: “Cristina Müller, del grupo Utopía, nos instó a trasladar la protesta al terreno de lo musical, porque el venezolano lleva este ritmo en el ADN”, expresó.
El primer pilón se llevó en la marcha de las mujeres, convocada el 6 de mayo. “Con unas pocas estrofas: decidimos salir con un delantal y un coroto que sonara pero se pudiera dejar en el piso por si había que correr”, recordó Montero mientras sacudía una botella de plástico rellena con piedrecillas, a fin de convertirla en una práctica maraca.
Poco a poco, las piloneras han adaptado las letras de melodías tradicionales venezolanas, dándoles un giro de protesta. Su repertorio incluye desde piezas folklóricas hasta ritmos populares como la salsa. Ellas recorren las comunidades, con sus voces, instrumentos y mensajes, además del delantal algunas sostienen una muñeca, como un elemento simbólico que evoca; lo realtivo al hogar, el legado otorgado a los hijos y el compromiso con la madre tierra.
Así van, cadenciosas en su andar por las calles, con el canto a flor de labios y una estela de reflexión en oídos de quien lo escucha. Un dia proclaman con firmeza: “quédate con tu familia y no salgas a votar por una constituyente que el país no arreglará”. Al otro claman con optimismo: “Pronto llegará el día de mi suerte/ sé que ya no habrá más muerte/ seguro Venezuela cambiará”. Letras y géneros son tan variados como las rutas que abarcan: de Santa Mónica a Petare, incluso a bordo del Metro de Caracas.
A este particular modo de protestar la gente reacciona de diferentes maneras, entre la efusividad y un tímido respaldo, consecuencia de sentirse observados y amenazados, aun así estas mujeres que defienden la ancestralidad y sonoridad del pilón, reivindican los vínculos que se forjan mediante la fuerza de la música venezolana: “el plan que tenemos apela a la creatividad, para levantarnos de esta lección que nos tocó vivir”, declaró Montero.
Poesía punzante
Ricardo Ramírez es otro ciudadano que esgrime la palabra como instrumento de consciencia, su experiencia le ha dicho que el vínculo entre el mensaje y los receptores, llega gradualmente aunado al hecho de muchos subestiman estas formas de protesta. Cierta vez entró en un restaurante a cantar junto a las piloneras, y así percibió la reacción de los comensales:
“Al principio no te prestan mucha atención, se mantiene el rumor de las conversaciones, la gente sigue tomándose su cerveza… poco a poco los murmullos disminuyen, se escucha el sonido de los cubiertos al caer sobre el plato, te comienzan a escuchar de verdad, y hasta se beben los tragos con una energía diferente”,
Ramírez hace pate de poesía resistencia, colectivo que surgió en el seno de la escuela de letras de la Universidad Central de Venezuela, y se aferra a los versos, para hacer frente a las tensiones políticas. “La poesía nos recuerda como expresar esas emociones que sobreviene al vivir en dictadura, ese es el rol del poeta, dar las palabras para que los demás puedan expresarse en estos momentos donde hay tanta desesperanza”, puntualizó el bardo.
La dinámica de Poesía Resistencia, consiste en abordar temas como la represión, la persecución y el totalitarismo a través de la obra de varios autores entre los que destacan los venezolanos: Andrés Eloy Blanco, Yolanda Pantin, y Rafael Cadenas. Y como la poesía “más allá de aprenderse se siente”, Ramírez no dejó de recitar. En medio de la vorágine de metáforas, paradojas y versos punzantes, hay un poema de Miguel James, que sale disparado “contra la policía”. y se incrusta de inmediato en el imaginario de quien lo escucha de manera jocosa y certera:
Noticias que viajan con la gente
Mantenerse informado en Venezuela es similar a intentar agarrar una camionetica en hora pico. Censura omisiones y silencio saturan la radio prensa y televisión, en consecuencia aquellos que no logran subirse al tren de los medios digitales, o su presupuesto no les da para comprar el periódico, simplemente no se enteran de nada.
La metáfora del transporte público no es casual. Uno de los grandes retos al diversificar las formas de protestar, es justamente aprovechar los espacios no convencionales. Ahora, si añadimos a la ecuación la premisa de que sean las noticias quienes van en búsqueda de su audiencia y no al contrario. Lo que obtenemos como resultado no es otra cosa que el Bus TV. Un noticiero “en vivo” que durante un breve trayecto busca informar a los usuarios del transporte público. La idea inicial surgió en la mente de Claudia Lizardo y se materializó gracias al apoyo de Laura Helena Castillo. Las emisiones transcurren con rapidez, en medio del típico barrullo de los autobuses en nuestro país.
Raudos y dispuestos los presentadores abordan las unidades, para plantarse detrás de una pantalla de fabricación artesanal. 3 2 1, al aire… a los objetivos indispensables, como dominar el miedo escénico, o leer con el tono y la entonación adecuados se suman otros un tanto más complejos: conservar el equilibro en medio del vertiginoso viaje y mantenerse neutral ante las reacciones de la gente. Se trata de un formato breve, que sintetiza varias informaciones sobre política salud o economía y otros temas de interés público.
“No nos interesa ser el noticiero de la oposición, ofrecemos información, equilibrio y contraste, es la gente que decide lo que cree y lo que no”, explicó Abril Mejías, periodista egresada de la UCAB , y miembro del equipo.
Desde su primera edición, el 27 de mayo, (fecha que coincidió con la salida del aire de RCTV hace 10 años) esta innovadora propuesta se ha replicado en varias ciudades del interior como: Barquisimeto, Barinas, Valencia, y Mérida. En Paralelo, el “equipo madre” , se encarga de ofrecer inducciones y abarcar una ruta más amplia, Mejías animó a replicar el noticiero en distintas comunidades tanto en Caracas como en el ámbito regional, resaltó la importancia de ensayar previamente, y recomendó formar grupos con más de 3 personas, por razones de seguridad.
Aunque se dedica a la actuación y no al periodismo, Oswaldo Maccio fue uno de los primeros colaboradores del Bus TV, atraído por la teatralidad del performance, que exactamente como en las tablas, implica enfrentare al público sin salirse del personaje de un narrador de noticias dentro del televisor. El actor habla de su experiencia en un tono de franca satisfacción:
“La vinotinto Sub 20 nos enseñó que abrir la jornada con una buena noticia hace la diferencia, al igual que leer una nota sobre la situación de los transportistas, nos ayudó a ganarnos al conductor”, señaló jocoso. Maccio resaltó que al igual que sucede con la música y la poesía, hay cierta sensibilidad en el Bus TV, pues se trata de una propuesta amable, que con loable desinterés lleva la información al ciudadano de a pie.
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