Quisiera vivir como un venezolano
Nos levantamos temprano si ese día nos toca trabajar ¡No queremos llegar tarde! eso nos caracteriza como una tacita des café para empezar el día con el embriagador aroma inconfundible que ya despide a solo intentar prepararlo, como dios manda y con el ultimo sorbo ya estaremos bien despiertos para disfrutar el largo día que sabemos que nos espera pero si no antes encontrarnos en la mesa en la que nunca falta con mantequilla que se derrama a los costado y el queso que parece adornarlas con un huequieto en el centro dependiendo de las benevolentes manos que las hiciera nuestro pan de todos los días la arepa.
Ahora si con la taza infaltable de la mañana, el combustible vigente solo hasta el mediodía, las charla mañaneras típica con la familia que abarca mayormente las noticias del noticiero televisado y lo acontecido el día anterior con respeto a quien persona o cual situación, solo nos queda un: “Bendición” con la respuesta de un: «Dios me lo bendiga» que sea nuestro pase para poder salir y empezar emprender el día.
En la calle con el transporte a la típica hora pico donde muy amablemente unos buenos días dan permiso y disculpa a el posible hecho de generar algún malestar, muy juntos en el metro, muy apretados en el autobús así nos dirigimos quienes nunca perdemos de vista nuestro deber con nosotros y con los demás, tanto como también sin apelar a los buenos días como un permiso sino más bien como una mera cortesía los que en su vehículo prenden la radio para informase donde podría esperarse esa colita que de mañanita se forma. Cumplen también con su deber para consigo y los demás pues nada cae del cielo en este mundo, solo con el sudor de tu frente.
Buenos días se transforma a buenas tarde ahora de comer, un arroz con pollo, un pabellón, una carne con pasta o la comida que el día anterior se disfrutó y que ahora gozas de la dicha de poder repetir o darte el gusto de probar aquel lugar donde todos dicen hacen unos buenos almuerzos como lo que en un restaurante de alta categoría seria capa de dar. Sin darte cuenta la jordana ya se de habrá de terminar y con un poco de suerte ese día será viernes, viernes que implica un fin de semana para descansar y que sin desperdiciar se comienza con unas «frías» unos panas del trabajo, unas buenas charlas sobre política y farándula que nos permitirán terminar esa larga semana con gracia sin echar de menos que mañana será sábado de celebrar cualquier cosita como un cumpleaños, una graduación, Bautizó, comunión ¡o algo se inventa! pues somos personas alegres.
Pero que paso una mañana cuando no nos encontramos despertándonos con aquel delicioso aroma, ni pude pudimos saborear el ultimo sorbo de café para empezar bien ese día ¡Empezamos mal! En la mesa que nunca falta ahora es constante la ausencia, un pequeño pan con algo de relleno y no más que acompañado con un vaso de agua con suerte el combustible suficiente hasta noche o la tarde depende de a qué horas prefiera sentir el hambre.
El día está ya empezando mal, ahora nos toca decir si trabajar o hacer la cola para el Pan de mañana, pero sin trabajar no hay pan y sin pan no hay fuerza para trabajar. La charlas ahora son los problemas diarios que nunca parecen terminar con la noticias de saber quién fue el que hora se fue del pais, llegado a un punto sin querer escuchar mas solo queda la «bendición» y a salir a terminar con el dia, hay que seguir.
Metro, autobús apretado más ahora de lo que desearíamos. Empezamos la odiosa, sin buenos días, sin disculpas y sin muchos menos permiso pues esas cosas son solo de esas pequeña gente rara que aún queda, nos adentramos al trabajo que por instante parece distraernos sobre los problemas que emanan en todos lados, ahora parece no faltar ese compañero de trabajo o conocido que nos cuenta la experiencia de como sobrevivió a un robo mientras caminaba en la calle con aquel motorizado que se detuvo o en el autobús donde subió aquel mal aspecto que apunta de pistola termino por darle el tan preciado teléfono que le costó tanto conseguir, esperando no ser tú el próximo que ocupe su papel teniendo que contar la amarga experiencia. ¡Guarda el teléfono bien
Ya es tarde solo puedes observar con algo de celos y envidia quienes si pueden darse el lujo de traer su comida del día anterior o más, que se puedan dar el lujo de ir a el lugar del ya no tan bueno y mas reducidos almuerzos de restaurant. Quizás un día ya sea ese quince o ultimo puedas darte ese lujo, ya no gusto pero si antes ponerte en duda sobre si te das ese lujo hoy y no comes mañana paralelo a si te tomas las «frías» hoy y no comes mañana pues la ¡Plata no alcanza pa nada! En cualquier caso esperamos tomar una buen decisión.
Ahora solo nos queda hacernos varias preguntas: ¿que nos pasó? ¿por qué sucedió esto? ¿por qué permitimos esto? ¿Llegamos a este punto sin darnos cuenta? ¿Jugó un papel nuestra indiferencia? ¿Nos toca un gobierno mal intencionado y nefasto en estos últimos años? Estoy seguro que dentro de nosotros tenemos las repuestas a todas estas preguntas y también estoy seguro de que como venezolanos queremos volver a vivir como venezolanos pero ha puesto a vivir como un nuevo y mejor venezolano de ahora en adelante pues como todo héroe en una película pasamos por la parte más difícil de la historia pero como todo héroe en la historia nuestro deber esta en superarlo hacernos con la victoria y aprender de nuestro viaje que si bien está demostrando ser el más difícil y duro nos da las agallas para demostrarnos de que estamos hecho y no dudo que todos venezolano estamos hecho de valentía para conquistar nuestra libertad, fuerza para nunca rendirnos y determinación para conseguir cumplir esa meta de una mejor Venezuela ahora y siempre.
“No se pregunten que ha hecho su país por ustedes pregúntense que han hecho ustedes por su país.» – John F. Kennedy
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