El deseado éxodo de Cubazuela
No es un misterio que estamos dejando Venezuela vacía. Estamos, por primera vez en nuestra historia, en todos los rincones del mundo. Refugiados, huyendo del infierno.
Y no es para menos. Los venezolanos emigrantes ya no están escapando a relatividades, sino a hechos concretos que atentan contra su integridad: escapan del hambre, de la inexistencia de medicinas, del hampa; o incluso escapan del aparato represor del Estado que castiga cualquier forma de disidencia con torturas y muertes.
Y se acentúa
Los venezolanos que siguen en Venezuela lo hacen esperando un cambio: no somos un país acostumbrado a emigrar, sino a recibir inmigrantes. Y como el problema venezolano es eminentemente político, a cada acontecimiento de esta índole lo suceden olas de compatriotas huyendo al exterior. Cada elección robada (y) entregada al Régimen por la MUD, es sucedida de miles de personas escapando.
Y nos convertimos en un problema…
…porque Venezuela no es una universidad ¡Vamos a estar claros! Mucho de lo mejor de nosotros, nuestra clase media ilustrada (más ilustrada que la mayor parte de nuestras clases altas cuyo mayor mérito fue robar en gobiernos pasados pero que son brutos como un ladrillo) ya ha salido, ya está afuera, con excepciones de verdaderos héroes aferrados a la posibilidad de un cambio que aún continúan viviendo en nuestras ciudades. Pero ya el venezolano de pocos estudios, y en algunos casos los problemáticos (no ahondemos, no quiero ser despectivo) invade urbes de países variopintos.
Luchadores y emprendedores venden arepas y limonada en las calles de Lima, lavan carros en Miami, limpian casas aquí y allá. Pero también otros se prostituyen en Panamá, Cúcuta y Madrid. Ya no somos homogéneamente emigrantes letrados: ya el país en todos sus matices está creando impactos importantes en sociedades ajenas, sobre todo, latinoamericanas.
Algo muy parecido a Cuba…
…Aunque no lo parezca. Muchos dirán que es diferente, porque en Cuba hay muchos controles para que la gente salga.
Siendo Cuba una isla, quien sale es porque el Régimen deja que se vaya. Así de simple. La única excepción es el fuerte control a la emigración de los más preparados, de los universitarios, explicable porque los Castro han usado a su población universitaria como mano de obra esclava alquilada a terceros países, y como espías, o ambas cosas. Pero al mismo tiempo ha sido política castro-comunista fomentar en diferentes oportunidades la emigración de ex convictos o recurrentes delincuentes cubanos a los Estados Unidos, a manera de represalia política contra ese país (los llamados «marielitos» son un ejemplo).
Con Venezuela, lo curioso es que, siendo país petrolero y rico en minerales y recursos, no hay necesidad que usar/abusar de la tracción a sangre. Cualquier control a la emigración es más bien para crear efectos psicológicos, como en Cuba.
La cuestión es harto sencilla: el que realmente quiere irse, se va a ir. Y a ambos regímenes eso les conviene, porque son justamente estos personajes, los hastiados, los libre-pensadores, los que tumban dictaduras.
De 11 millones de cubanos, 2 millones y medio más o menos vive fuera de la isla ¡El 20% de la población!
Somos unos 30 millones de venezolanos en total, y fuera del país ya viven al menos 2 millones, pero ya se habla de un incremento a unos casi 3 millones ¡Eso es el 10% de nuestra población! ¿A cuántos vamos a llegar en, digamos, cinco años?
Una verdad incómoda pero tangible
Y no hay político que hable de esta realidad.
¿Nadie se da cuenta que esos casi 3 millones de venezolanos no pueden votar en el exterior?
¿Por qué no existen, ni para el Régimen ni para la MUD?
Fácil
El grueso de esa masa que ha huido tiene criterio propio. Son los hastiados del Estado opresor y de la oposición cohabitante, jóvenes o de mediana edad, muy bien formados, y difícilmente susceptibles de ser adoctrinados, o parcializados en el imperante sistema maniqueo PSUV-MUD.
Al Régimen no le interesa darle voz al disidente emigrante. La Cuba castrista llama a los suyos «gusanos», seres que ya no tienen derecho a opinar ni a sentirse cubanos.
A la MUD tampoco le interesa empoderar a los venezolanos más críticos. La demostración fueron las recientes Regionales. Los representantes de la MUD, es un escenario insospechado, cubrieron de insultos y descalificaciones a todo aquel que osara contradecirlos, criticarlos o corregirlos¹.
Nuestra diáspora, si usted lo piensa, no es negativa para los políticos: todo lo contrario.
En el país sólo van quedando los más desamparados, los más iletrados, los más pobres, o los más deprimidos. Esos de quienes la dirigencia puede abusar. Esos más fácilmente manipulables. Polarizar a la sociedad cada vez es más sencillo. Oprimir, cada vez más recurrente. Oprimen con hambre², con mentiras, con ilusiones, con escenarios falsos de confrontación cuando, en realidad, créame, un tipo como Julio Borges visita Miraflores a sus anchas, desde 1.999.
¿Quiere ver la Venezuela del futuro?
Asómese a Cuba. Una ruina. Impera el hambre, la pobreza, la prostitución, en fin, el desasosiego. El que piensa, se va. El que opina, tiene que huir. La población es reducida incesantemente. Todos votan. Nadie elige. La disidencia existe, siempre y cuando le convenga a los Castro. Los que no, al foso, a la cárcel, a la mesa de torturas, o al exilio.
¿No será que la Venezuela del futuro más cercano es ya la Cuba del presente?
¹Ver a un Poleo o a un Manrique deshaciéndose en groserías hacia los «abstencionistas» por Twitter da fe de ello.
²Menos para ellos, porque el diámetro del abdomen de Freddy Guevara o el de Leonardo Padrón no para de crecer.
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