¿Tras una infidelidad puedo reconstruir mi matrimonio?

Estas semanas en consulta he recibido varios casos de matrimonios que acuden a terapia por un tema de infidelidad de uno de los miembros de la pareja.

La infidelidad es definida como: “ aquello que se produce cuando un individuo no respeta la fidelidad que le debe a alguien o algo. Una persona fiel es quien se comporta con lealtad, mantiene un compromiso asumido o desarrolla algo con precisión. El individuo infiel, por lo tanto, hace exactamente lo contrario.” (RAE).  Pittman,  (1994) plantea que la infidelidad es una defraudación, traición y violación de un convenio de la relación monogámica en la que ambos integrantes acordaron exclusividad de uno a otro.

La infidelidad es un proceso complejo que se da dentro de la relación marital,  es resultado de una gran cantidad de factores que la influyen y determinan, entre los que se encuentran los sociales, familiares, individuales y sexuales. Cada uno de estos elementos interactúa de manera diferente en cada uno de los casos.

La infidelidad en las relaciones de pareja tiene consecuencias devastadoras pero no todas las parejas en las que se da la infidelidad se separan, algunas se reconcilian y continúan su relación superando el problema, claro, con ayuda profesional especializada.

En todos los casos, bien sea infidelidad con relaciones intimas o no, las parejas deben iniciar asumiendo la realidad, asumir lo sucedido. Es importante determinar si ha sido algo puntual, si es una doble vida la que lleva la pareja, si son infidelidades esporádicas, repetidas, ¿una o varias personas? No debo buscar fantasmas inexistentes debo y merezco conocer la verdad de lo acontecido.

La persona que ha sido engañada debe aprender a gestionar el dolor. Descubrir que se ha sido traicionado es muy doloroso, tómate el tiempo que requieras para asimilar el dolor. Llora, grita, reconoce la rabia que ha generado en tí descubrir la traición. Busca ayuda en familiares, amigos, psicólogo pero con criterio de escasez. Mantenerse en el dolor no resuelve el conflicto y para ello hay que afrontar la situación y para ello sólo hay dos caminos divorciarse o reconstruir la relación. ¿Te parecen decisiones drásticas? No hay otras posibles, mantenerse en una relación por los hijos, por el ¿qué dirán? Por miedo, por comodidad es una garantía de infelicidad y de problemas colaterales en la pareja en el futuro. Esta es una etapa difícil y dolorosa ya que te enfrenta a preguntarte ¿qué quiero hacer? ¿qué soy capaz de perdonar? Perdonar es imprescindible para superar la infidelidad. Si has decidido divorciarte, es necesario que perdones. Debes dispensar a la persona que te ha hecho daño, si has decidido reconstruir tu relación su base es el perdón. Perdonar y pedir perdón es necesario para poder avanzar en la reconstrucción. Tu pareja debe estar consciente del daño que ha hecho y comprometerse a no volver a hacerlo.

Una vez tomada la decisión ponerla en práctica es el paso siguiente que requiere de ayuda y esfuerzo sobre todo si se decidió reconstruir la relación, seguir juntos implica mucho trabajo individual terapéutico así como de pareja. Hay que tener claro ¿qué vamos a mejorar, qué requerimos cambiar individualmente y como responsables del 50% en mi matrimonio? La infidelidad fue el síntoma de que algo no estaba funcionando bien en la mayoría de los casos, identificar las necesidades me permite trabajarlas y por tanto mejorarlas. No busco “responsables”, busco las variables que debo cambiar. “Darme cuenta” que hay aspectos que puedo y debo mejorar en pro de mi relación me permite hacer cambios para reconstruir mi matrimonio. La confianza se irá recuperando poco a poco, en el día a día. Comunicarse efectivamente ayudará mucho. El pensar que tenemos segura a una pareja nos hará caer en el error de no seguir conquistándola (o) hay que por tanto siempre recordar lo valiosa que es mi pareja y demostrárselo.

Una vez que han superado cada una de las fases de la reconstrucción, cuando tu alma ha sanado, es de suma importancia que no haya más reproches. Si ambos estuvieron dispuestos a trabajar en su matrimonio, tienes que saber que deben empezar una nueva vida, libre de recriminaciones. El tiempo de las preguntas, del perdón, y de la reconstrucción de la confianza, ha restaurado la relación. Ahora es tiempo de recomenzar, sin lastres. Tal vez sea un buen momento para renovar sus votos matrimoniales.

Stefania Aguzzi
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