¿Por qué la MUD estorba en el camino de la liberación de Venezuela?
Mesa muerta

La Mesa de Unidad Democrática estorba cada vez menos en el camino de la liberación de Venezuela porque está muerta. Pero sí  estorba, como Hugo Chávez todavía estorba con lo muerto que está.

La principal causa del continuado fracaso de la MUD, el cual la ha hecho contraproducente y, ojalá, pronto irrelevante es su resistencia a entender la situación del país. Su monumental error en el diagnóstico ocurre por falta intelectual en unos y moral en otros. Por las razones que sean, la MUD se niega a reconocer que está rodeada por una tiranía cuya máxima expresión y órgano director es la llamada Asamblea Nacional Constituyente nacida de una violación de la Constitución y de un fraude electoral.

La MUD nació como alianza electoral y tuvo grandes victorias electorales. Es la tarjeta más votada en la historia de Venezuela. Ha derrotado al chavismo como modelo. Sus méritos son grandes e innegables. En el presente sigue funcionando como alianza de partidos políticos los cuales tienen como fines principales ganar elecciones y organizar gobiernos, cuando son mayoría, o hacer oposición parlamentaria, cuando son minoría.

Considerando que actualmente no están dadas condiciones electorales justas y legales en Venezuela, ya no existe el entorno político adecuado que la MUD necesita para impactar como alianza electoral. La MUD murió por falta de oxígeno, por falta de un elemento imprescindible en su entorno. Muchos ya han constatado su muerte, ella misma todavía no, como le ha pasado a muchos organismos políticos a lo largo de la historia.

En las bochornosas negociaciones de la MUD con los representantes de la tiranía, entre ellos la presidenta de la ANC usurpadora, acontecidas en Santo Domingo, la alianza de partidos, según sus propias declaraciones, peleó por condiciones electorales adecuadas y, al no obtenerlas, no firmó el acuerdo propuesto por el gobierno que este, posteriormente, tomó de forma unilateral como base de las elecciones presidenciales fraudulentas convocadas para el 22 de abril de 2018.

Como una especie de eco a las negociaciones y música de fondo para la gira internacional del negociador en jefe en Santo Domingo y vocero de la MUD Julio Borges, la MUD publicó, el 27 de febrero, en su cuenta de Twitter (@unidadvenezuela) con el hashtag #URGENTE un documento que relata la lista completa de “condiciones no negociables para que haya una elección libre en Venezuela”. La ANC no se menciona ni con una sola palabra en este documento, ni por alusión.

Esta ausencia es fatal y certifica la muerte de la MUD como fuerza democrática. Por conclusión lógica necesaria se deduce de este documento que la MUD considera posible elecciones democráticas mientras la ANC exista. Por lo menos considera su existencia como negociable.

“Dentro de la Constitución todo, fuera de la Constitución nada”, es un dicho utilizado tanto por el chavismo como por la oposición democrática. Pero es un dicho de otra época que ya no aplica porque existe la ANC que se ha colocado por encima de la Constitución y, por ende, fuera de la Constitución.

Elecciones solamente son legales cuando se desarrollan dentro de la Constitución. Un ente electoral previsto en la Constitución, como lo es el CNE, no puede organizar elecciones que no están previstas en la Constitución, como el CNE sí lo hizo el 30 de julio de 2017. Desde entonces reina un estado de excepción en Venezuela que no está ni siquiera previsto en su Constitución.

Por ello, cualquier elección que se organice mientras la ANC exista como el máximo poder del Estado por encima de todos los otros poderes constituidos carece de garantías legales mínimas.

Mientras exista la ANC, todas las elecciones son fraudulentas porque la ANC ha declarado de múltiples formas, por medio de su convocante, el Presidente Maduro, por sus candidatos y sus miembros electos, antes, durante y después de su elección anticonstitucional y fraudulenta, que se considera como autoridad rectora de la vida legal y política nacional por encima de cualquier otro órgano.

Esto significa que la ANC desconoce de antemano la autoridad de la Constitución misma y de todos los órganos emanados de ella. Por conclusión necesaria desconoce la vigencia plena de cualquier elección efectuada dentro de la Constitución cuya fuerza vinculante desconoce con el mismo hecho de su propia existencia.

Por esta circunstancia clave la cual, en este momento, rige toda la vida legal y política nacional no puede haber ninguna lista de “condiciones no negociables para que haya una elección libre en Venezuela” que no trate inequívocamente la escandalosa existencia de la ANC como condición electoral máxima y contundentemente destructora. Una elección sin resultado válido y reconocido, desde luego, no es una elección libre. La ANC ya desconoció la elección porque se considera a sí mismo como supraconstitucional lo cual significa supraelectoral.

Con la fatal ausencia de la denuncia de la ANC en su pliego de condiciones la MUD ha mostrado que carece de un análisis certero de las condiciones electorales en Venezuela y ha cometido suicidio como luchadora a favor de la vía electoral en Venezuela. Hacerse pasar como adalid de elecciones libres es un fraude que comete la MUD por intención de algunos e incapacidad de otros que se reúnen todos bajo sus siglas.

Suscribir y defender el documento titulado “Las condiciones no negociables para que haya una elección libre en Venezuela” publicado por la MUD el día 27 de febrero de 2018 no significa defender elecciones libres sino atentar contra ellas. ¡La MUD está muerta! ¡Que vivan las elecciones! ¡Que muera la tiranía! Porque mientras viva la tiranía no puede haber elecciones libres.

Pido a mis amigos que integraban la MUD mientras estaba viva reconocer sus errores, reconocer también la fatalidad de los mismos, lamentar conmigo su muerte y dejar de estorbar para abrir el paso a una nueva alianza de todos los demócratas de Venezuela.

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Guayoyo en Letras