Veinte lecciones que aprender del siglo XX de Timothy Snyder
Sobre la tiranía

Timothy David Snyder es un historiador estadounidense especializado en la historia de la Europa Central y Oriental. Profesor de Historia de la Universidad de Yale y miembro permanente del Instituto de Ciencias Humanas de Viena.

Su más reciente libro se llama: Sobre la tiranía, veinte lecciones que aprender del siglo XX” (2017). En este libro, el profesor Snyder nos ofrece una revisión breve, aunque bastante aguda, de los grandes errores en la política mundial tanto en el pasado como en la actualidad. Nos presenta un libro sobre didáctica de la acción política para ciudadanos conscientes de que la democracia está en crisis profunda, en el que haciendo un paralelismo de conocidos regímenes totalitarios, en el cómo fueron posibles sin que nadie se diese cuenta; propone una fórmula para que los ciudadanos se enfrenten a las tiranías que, de acuerdo al autor, se nos vienen encima.

La importancia de este libro estriba en que es una gran voz de alarma, de toma de conciencia y de propuestas de acción basadas en hechos históricos, que no puede dejar indiferente a los ciudadanos responsables. Aquellos que entienden que ser ciudadano implica libertad y responsabilidad que se ejercen todos los días y de varias maneras. Que no están dispuestos al chantaje del liderazgo político que no encara la realidad política, económica y social de sus países con el conocimiento, y por ende, con la gravedad y respectivo liderazgo que amerita el no dejarse robar la libertad por regímenes políticos que devienen en el horror.

Por esta razón el autor, desde el prólogo, alerta: La historia no se repite, pero sí instruye. Tomando como ejemplo, cuando los Padres Fundadores (norteamericanos) debatieron la Constitución y tomaron las instrucciones de la historia que conocían. Preocupados porque la república democrática que imaginaban colapsaría, contemplaron el descenso de las antiguas democracias y repúblicas a la oligarquía y el imperio. Al fundar una república democrática sobre la ley y establecer un sistema de controles y equilibrios (checks and balances), los Padres Fundadores trataron de evitar el mal que ellos, como los antiguos filósofos, llamaron tiranía. Tenían en mente la usurpación del poder por un solo individuo o grupo, o la elusión de la ley por parte de los gobernantes en su propio beneficio.

El profesor Snyder insiste en que el estudio de la historia puede advertir, y en ese sentido, la historia europea del siglo XX nos muestra que las sociedades pueden romperse; las democracias pueden caer, la ética puede derrumbarse, y los hombres comunes pueden encontrarse sobre fosos con armas en sus manos. Por lo que hoy nos vendría bien entender por qué los fascistas rechazaron la razón en nombre de la voluntad, negando la verdad objetiva a favor de un glorioso mito articulado por líderes que decían ser la voz del pueblo. ¿Nos resulta familiar?

El profesor Snyder toma como referencia el precedente establecido por los Padres Fundadores, por lo que afirma que la situación actual exige que examinemos la historia para comprender las fuentes profundas de la tiranía y para considerar las respuestas adecuadas a ella. Advierte a los estadounidenses de hoy que, no son más sabios que los europeos que vieron la democracia producir el fascismo, el nazismo o el comunismo en el siglo XX. En todo caso, destaca que la única ventaja es que pueden aprender de su experiencia. Y en ese sentido, comparte veinte lecciones de la historia del siglo reciente, a las que todo ciudadano, libre y responsable debe estar atento, y las cuáles compartimos literalmente a continuación:

  1. No obedezcas de antemano. La mayor parte del poder del autoritarismo se otorga libremente. En tiempos como estos, las personas piensan con anticipación acerca de lo que un gobierno más represivo querrá, y se ofrecen a sí mismos sin que se les pida. Un ciudadano que se adapta de esta manera está enseñando al poder lo que puede hacer.
  2. Defender las instituciones. Por un lado, las instituciones nos ayudan a preservar la decencia; por el otro, ellas necesitan de nuestra ayuda. No hable de «nuestra institución» a menos que la hagan suya, actuando en su nombre. Las instituciones no se protegen a sí mismas. Caen una tras otra a menos que cada una sea defendida desde el principio. Por lo tanto, elija una institución que le interese: un tribunal, un periódico, una ley, un sindicato, y esté de su lado.
  3. Cuidado con el estado de partido único. Los partidos que rehicieron Estados y suprimieron rivales no fueron omnipotentes desde el comienzo. Explotaron un momento histórico para hacer la vida política imposible para sus oponentes. Así que apoye el sistema multipartidista y defienda las reglas de las elecciones democráticas.
  4. Asuma la responsabilidad por la apariencia de su entorno. Los símbolos de hoy permiten la realidad del mañana. Nótese las esvásticas y los otros signos de odio. No mire lejos, para evitarlos, y no se acostumbre a ellos. Quítelos usted mismo y sea ejemplo para que otros lo hagan.
  5. Recuerde la ética profesional. Cuando los líderes políticos dan un ejemplo negativo, el compromiso profesional a la excelencia, práctica profesional justa, se vuelven más importantes. Es difícil subvertir el estado de derecho sin abogados o realizar juicios sin jueces. Los autoritarios necesitan funcionarios obedientes, así como los directores de los campos de concentración buscaban empresarios interesados ​​en “mano de obra barata”.
  6. Tenga cuidado con los paramilitares. Cuando los hombres armados que siempre han afirmado estar en contra del sistema comienzan a usar uniformes, y marchan con antorchas y fotos de un líder, el final está cerca. Cuando el paramilitar pro líder, la policía y los militares se entremezclan, ha llegado el fin.
  7. Sea reflexivo si debe estar armado. Si llevas un arma en el servicio público, que Dios te bendiga y te guarde. Pero sepa que los males del pasado involucraron a policías y soldados encontrándose, un día, haciendo cosas irregulares. Prepárate para decir que no.
  8. Destáquese. Alguien tiene que hacerlo, seguro es más fácil ser seguidor. Puede parecer extraño hacer o decir algo diferente, pero sin esa inquietud, no hay libertad. Recuerde a Rosa Park (que lucho por los derechos civiles en Norteamérica). En el momento en que usted establece un ejemplo, el hechizo del status quo se rompe, y otros seguirán.
  9. Sea amable con el lenguaje. Evite pronunciar las frases que todos los demás dicen. Piense en su propia manera de hablar, aunque solo sea para transmitir esa cosa que crees que todo el mundo está diciendo. Haga un esfuerzo para separarse de internet. Lea libros.
  10. Crea en la verdad. Abandonar los hechos es abandonar la libertad. Si nada es verdad, entonces nadie puede criticar el poder, porque no hay ninguna base sobre la cual hacerlo. Si nada es verdad, entonces todo es espectáculo, y en ese contexto la billetera más grande pagará por “las luces más deslumbrantes”.
  11. Investigue. Descubre las cosas por sí mismo. Pase más tiempo leyendo artículos largos. Subsidie el periodismo de investigación mediante la suscripción a medios impresos. Tenga en cuenta que, parte de lo que hay en internet está ahí para hacerle daño. Obtenga información sobre sitios que investigan campañas de propaganda (algunas de las cuales provienen del exterior). Asuma la responsabilidad de lo que comunica a los demás.
  12. Haga contacto visual y establezca pequeñas charlas. Esto no es solo cortés. Es parte de ser un ciudadano y un miembro responsable de la sociedad. También es una forma de mantenerse en contacto con su entorno, derribar las barreras sociales y entender en quién debe y en quién no debe confiar. Si se encuentra en una cultura de denuncia, querrá conocer el paisaje psicológico de su vida diaria.
  13. Practique la política corporal. El poder quiere que su cuerpo se suavice en su silla y sus emociones se disipen en la pantalla. Salga afuera. Ponga su cuerpo en lugares desconocidos con personas desconocidas. Haga nuevos amigos y marche con ellos.
  14. Establezca una vida privada. Los gobernantes usarán lo que saben sobre usted, para empujarle. Recuerde que el correo electrónico se escribe “al aire libre”. Considere usar una forma alternativa de internet, o simplemente úselo menos. Procure tener intercambios personales en persona.
  15. Contribuya a buenas causas. Manténgase activo en organizaciones, políticas o no, que expresen su propia visión de la vida. Elija una obra de caridad o dos y ayude. Habrá hecho una elección libre que respalda a la sociedad civil y ayuda a otros a hacer el bien.
  16. Aprenda de sus amigos en otros países. Mantenga amistades en el extranjero o haga nuevos amigos en otros países. Las dificultades actuales en los Estados Unidos son un elemento de mayor tendencia mundial. Y ningún país va a encontrar una solución por sí solo.
  17. Escuche las palabras peligrosas. Esté atento al uso de las palabras extremismo y terrorismo. Sea consciente de la fatalidad que pueden resultaras las palabras “emergencia y excepciones”. Enfréntese con el traicionero uso de vocabulario “patriótico”.
  18. Mantenga la calma cuando llegue lo impensable. La tiranía moderna consiste en gestionar el terror. Cuando ocurra “un ataque terrorista”, recuerde que los autoritarios explotan tales eventos para consolidar el poder. “El desastre repentino” que requieren el fin del control y los equilibrios, la disolución de los partidos de oposición, la suspensión de la libertad de expresión, el derecho a un juicio justo, etc., es el truco más antiguo del libro hitleriano. No caiga en la trampa.
  19. Sea un patriota. Establezca un buen ejemplo para las generaciones venideras. Lo necesitarán.
  20. Sea tan valiente como pueda. Si ninguno de nosotros está dispuesto a morir por la libertad, todos morirán bajo tiranía.
Hugo Bravo
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