Los inicios de un país llamado, Venezuela
En una campaña que se aproxima desde la frontera colombo-venezolana, 60 hombres guiados por Cipriano Castro en la denominada, “Revolución Liberal Restauradora”, logran derrocar al presidente, Ignacio Andrade. Castro opta por hacerse con el poder para acabar con la anarquía y el caudillismo imperante en el país. Posteriormente, En la última rebelión financiada por el banquero, Miguel Antonio Matos (quien se oponía al régimen de castro) y liderada por Nicolás Rolando, se inició una cruenta batalla en el estado Bolívar, en la que Juan Vicente Gómez (mano derecha de Cipriano), logró acabar con el último caudillo y es reconocido como «El pacificador» de Venezuela.
Cipriano Castro creó la Escuela Militar para brindar al país de un ejército institucionalizado, también es durante este periodo, que se vive uno de los momentos más tensos en la historia de la nación. A consecuencia de la deuda contraída por el Estado tras la (innecesaria) Guerra Federal, las potencias europeas deciden hacer el cobro del compromiso, bloqueando los puertos de Venezuela, esto ocurre entre los años 1902 y 1903. Castro gobernó hasta 1907 cuando contrae una enfermedad y se dirige rumbo a Europa para atenderse, para realizar el viaje decidió dejar en el poder su vicepresidente y compadre, Juan Vicente Gómez, un grave error que pagaría con el exilio, puesto que Gómez le asestó un golpe de estado y se convirtió en el presidente permanente desde 1908.
En cierta forma el país había cambiado, pasó de ser un Estado controlado por caudillos a uno más centralizado y pacificado, pero esto no representó un cambio en la vida de los ciudadanos de Venezuela, quienes aún seguían padeciendo la crudeza de enfermedades endémicas y el despotismo de la bota militar. En 1914, Juan Vicente Gómez permitió que empresas petroleras extranjeras iniciaran actividades de explotación de la materia prima que posteriormente se convertiría en la principal fuente de ingresos para el país, el primer campo de extracción fue “Zumaque I”. Estos recursos le permitieron a Gómez cancelar la deuda externa en 1920 y asentar las bases de lo que sería una férrea dictadura que sumiría al país (aún más), en el atraso. Cabe acotar que para 1914, Gómez contaba con el apoyo de los principales sectores productivos del país y de la burguesía venezolana, lo que le ayudó a seguir su periodo en forma permanente y sin problemas.
La presidencia de Gómez estuvo llena de engaños, represión y penurias para los connacionales (hecho que muestra, hay cosas que nunca cambian), tres presidentes además de él compartieron este periodo, fueron, José Gil Fortul, Juan Bautista Pérez y Victorino Márquez, pero la realidad es que eran simples marionetas de Gómez para evitar el descontento en la población. Durante su dictadura el ejército comenzó a modernizarse, los soldados dejaron las alpargatas para usar botas y se desarrollaron las fuerzas aéreas del país. Gómez dio forma y estabilidad a un país que además de la miseria también necesitaba encontrar una solución para el desorden, pero gobernó con mano de hierro durante 27 años persiguiendo, encarcelando y torturando a todo aquel que se atreviera a hacerle oposición.
En el año 1935 “el benemérito”, Juan Vicente Gómez, muere en el poder, en ese contexto se necesitó de un liderazgo razonable para la conducción de la nación y de las propias filas del dictador salió el hombre que daría paso al periodo de transición, Eleazar López Contreras. El gobierno de transición logró muchos avances, dio muchas libertades, creó el Banco Central de Venezuela (BCV), la Guardia Nacional para la seguridad Y con él nacen periódicos como, El Nacional. También trató con gran firmeza de solucionar los problemas de enfermedades endémicas y falta de instituciones que se encargaran de brindar una mejor calidad de vida a los ciudadanos del país, la dupla de López Contreras-Medina Angarita, hizo grandes esfuerzos por llevar a Venezuela rumbo al siglo XX.
Lamentablemente este último no pudo cumplir uno de los más grandes deseos presentes en la población venezolana (la necesidad de la democracia), es por eso que el 18 de octubre de 1945 el presidente, Isaias Medina Angarita, sufrió el primer golpe de estado asestado por unas fuerzas armadas institucionalizadas. La Junta Revolucionaria de Gobierno presidida por Rómulo Betancourt y la Unión Militar Patriótica (UMP) dirigida por los generales Marcos Evangelista Pérez Jiménez, Carlos Delgado Chalbaud y Luis LLovera Paéz, serían los encargados de deponer el régimen de Angarita e imponer una Junta presidencial temporal con aras de realizar por primera vez en el país, elecciones populares mediante el sufragio universal directo y secreto. Por otra parte, se sabe que el presidente Angarita se enteró días antes de la insurgencia y detuvo a los generales Pérez Jiménez, Julio Cesar Vargas y José Teófilo Velasco, pero al ver que se había concretado el plan, decidió no poner resistencia para evitar un mal a los habitantes de la nación.
Es así como tras dos años en el poder, la Junta Revolucionaria de Gobierno, realizó en 1947 las primeras elecciones en las que saldría victorioso, Rómulo Gallegos, gobernante que no duraría mucho tiempo, puesto que al ver la forma en que se había fracturado la sociedad venezolana y la demagogia en los discursos de los principales candidatos que habían logrado polarizar a los connacionales, la (UMP) asestó un golpe de estado al recién electo presidente Gallegos, el día 24 de noviembre de 1948. Mostrando de esta forma, la ya determina cultura del golpe de estado que se había instaurado en el país.
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