Nuevos hombres, nuevos ideales, nuevos procedimientos

Esa era la consigna de la «Revolución Restauradora», dirigida por Cipriano Castro y su tenebroso «compadre» Juan Vicente Gómez. La traigo a colación para demostrar que la apología a la juventud y lisonja manipuladora de la renovación de liderazgos políticos es, contradictoriamente, un fenómeno viejo en nuestro país. Hoy, un segmento, torpe y poco documentado, aliados a Maria Corina Machado y auto calificados de «liberales», han dedicado mucha tinta, redes sociales y propaganda tóxica para dar corpus a distintas matrices de opinión dirigidas a encuadrar artificialmente el debate público a sus intereses y posicionando estos por encima de los intereses del país.

La primera matriz: «Juan Guaido está mal acompañado y mal asesorado por colaboracionistas, por ello no se aprueba el 187.11«. Está idea, machacada con saña por los supuestos liberales (liberales extraños porque más hablamos los socialdemócratas de política económica y de libre mercado que ellos), venden humo y estimula la impaciencia. El mismo Elliott Abrams ha sido claro diciendo que una invasión militar es una opción «prematura» y agregó la semana pasada que la opción para Venezuela es la restitución de la democracia por un camino constitucional, pacífico y electoral. Pero claro, esa es una estrategia puertas adentro en Venezuela antes que dirigida a la comunidad internacional, busca descalificar al liderazgo de Juan Guaido destruyendo las bases que lo sustentan: la alianza de partidos mayoritarios en la Asamblea Nacional (AD, VP, UNT y PJ).

Segunda matriz: «la oposición es más de lo mismo, también son socialistas AD, VP, UNT y PJ». La «oposición» de la oposición, ese grupúsculo en la AN denominada Fracción «16 de Julio» y los radicales de twitter que ni en marchas se les ve, hicieron un escándalo propio de telenovelas cuando Juan Guaido expresó que «en Venezuela no ha habido socialismo porque no ha habido justicia social». Eso sirvió para extrapolar sus argumentos y anatemizar al «socialismo». No saben que el «Socialismo Científico», el comunismo, es solo una versión (la perniciosa y antidemocrática) y que la Internacional Socialista, donde hacen vida AD, VP y UNT, es socialdemócrata desde 1950. Pero claro, como la referencia de su infantilismo político es Trump, Bolsonaro y VOX, ven la lucha en Venezuela como una guerra ideológica y no el conflicto democracia vs. dictadura, ignoran (o se hacen que ignoran) el fuerte componente militarista del régimen venezolano y creen, fantasean sería el término, que esa guerra de palabras los conducirá a las puertas de Miraflores sin votos.

Tercera Matriz: «La generación del 2007 es pura, no contaminada de las ideas de 1928 y el puntofijismo«. La élite ensimismada de chavismo azul, tratando de revivir sus referencias más conservadoras (Castro, Gómez, Lopez Contreras y Medina Angarita) sigue su luto por perder el poder tras el 18 de Octubre de 1945. Ese luto eterno no soporta la idea de que los «pata en el suelo» eligieron desde entonces al presidente por voto universal, secreto y directo gracias a la lucha persistente y victoriosa de la «Generación del 28». Esa es la «contaminación» que desean extirpar,  y creen ellos, fantasean insisto, que creando una fisura entre los jóvenes dirigentes políticos (Generación 2007) y la dirigencia más experimentada podrían manipular a su antojo a la «muchachada». No dan pie con bola, los dirigentes que hoy tenemos entre 30 y 35 años estamos igual o más convencidos que la Generación del 28 de la necesidad de una democracia electoral profunda, de justicia social, de más equidad e igualdad de derechos, de la pertinencia de la educación y salud pública y del establecimiento de una sana economía social de mercado.

Debe decirse que es sinceramente estúpida la tesis sobre la cual los «jóvenes son puros» y los «viejos perversos», primero, es de origen fascistoide tal aseveración, pero además, la experiencia es tan fundamental para no cometer errores pasados que nadie se colocaría en manos de un cirujano recién graduado o en un avión con un piloto sin horas de vuelo. La experiencia es necesaria para la medicina, para la aviación y para la política, de no ser el caso Enrique Aristeguieta Gramcko se habría retirado de la actividad política en congruencia con lo postulado por sus socios de coalición en respaldo a Maria Corina Machado.

Espero, amigos lectores, haberle dado herramientas para desnudar al chavismo azul, esos que atacan al puntofijismo, a la democracia civil, hacen apología hasta de Pérez Jiménez, rechazan a los partidos, dicen que todo lo que no sea «liberal» es «socialista» (con ello coinciden con el postgomecismo cuando intentó mal poner a los ADeistas llamándolos ADecos, por COmunistas, y que los militantes hábilmente convirtieron en una herramienta de contra propaganda identitaria) gritan ¡intervención! como si tuvieran a disposición tropas y aviones y peor, e imperdonable, quieren boicotear el proyecto de Transición liderado por Juan Guaidó solo porque el paso «electoral» que lo compone implica la definitiva derrota de los «liberales» por ser lo más impopular y reaccionario en Venezuela desde Laureano Vallenilla Lanz y su «Gendarme Necesario» para acá.

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Guayoyo en Letras