Relación Salud-Ambiente y su situación actual en Venezuela

Un ambiente sano, seguro y ecológicamente equilibrado es un derecho y deber constitucional plasmado en el artículo 127 de la Constitución de la República  Bolivariana de Venezuela, y se relaciona directamente con la protección de la salud humana, y demás seres vivos, así como también, las condiciones adecuadas para mantener la calidad de vida.   Considerando que dentro de los elementos que conforman el ambiente se encuentra y forma parte indispensable; el ser humano, el cual es capaz de aportar, y a su vez destruir, por lo que resulta imposible deslindar la protección de la salud de la protección del ambiente. Tomando en cuenta que a nivel nacional  e internacional, todos los Convenios y Tratados están directamente relacionados con el derecho al ambiente sano como garantía de calidad de vida, siendo parte fundamental en los objetivos del desarrollo sustentable, reflejándose específicamente en el tercer objetivo; Salud y Bienestar, destacando que es fundamental garantizar una vida saludable y promover el bienestar universal para poder lograr los demás objetivos del desarrollo sustentable.

El hombre experimenta el medio ambiente en que vive como un conjunto de condiciones físicas, químicas, biológicas, sociales, culturales y económicas que difieren según el lugar geográfico, la infraestructura, el momento del día, estilo de vida, lugar de trabajo, etc., por ello, debido a diversos factores que afectan a  la nación, es notable el deterioro en materia de salud que presenta Venezuela, el cual está directamente relacionado con el deterioro de otros factores, tales como; uso irracional de los recursos naturales, falta de saneamiento en instituciones de salud pública y privada, manejo inadecuado de los desechos, fallas en la distribución y abastecimiento de agua potable, alimentos, pobreza en aumento, desempleo, entre otros factores que van desencadenando graves problemas en la salud y la calidad de vida de la población venezolana.

La salud debe entenderse no sólo como la ausencia de enfermedad, sino como condiciones mínimas que permitan el disfrute de un ambiente sano, seguro y ecológicamente equilibrado, reconociendo su importancia a nivel constitucional. Todas las personas, inclusive las generaciones futuras, ya que anhelamos el desarrollo sustentable para el bienestar de la sociedad en general,  tienen el derecho y el deber de un ambiente sano, con la finalidad de tener una calidad de vida, donde pueda existir verdaderamente salubridad, seguridad y
equilibrio ecológico, social y económico, como premisa de vida, dando prioridad tanto a la salud como al ambiente, así como también valorar cada componente con sentido de pertenencia, como un patrimonio común e irrenunciable de la humanidad, es una garantía del derecho humano a la salud ambiental y a un nivel de bienestar en todos los espacios de la vida independientemente del contexto de cada ser humano.

Para ello, es necesario atacar cada factor que afecta el sector salud, ya que más allá de ser un objetivo del desarrollo sustentable, es un derecho humano y constitucional. La salud y el ambiente, son  temas delicados a pesar de su cotidianidad, debido a que se conocen los riesgos que acarrea descuidar a ambos, pero no se toman las medidas adecuadas para mejorarlos. Tanto la salud como el ambiente depende directamente del manejo que se le dé a otros aspectos como el agua, los alimentos, los desechos, la cultura, la calidad de vida, entre otros aspectos más complejos que van empeorando a medida que se descuidan los más básicos, por ello, es importante empezar a tomar acciones desde lo más sencillo. Se necesitan muchas más iniciativas para erradicar por completo una amplia gama de enfermedades y para hacer frente a numerosas cuestiones persistentes relativas a la salud.

Si los entes gubernamentales, los encargados del sector hospitalario y las organizaciones responsables plantean objetivos claros y se centran en proporcionar una financiación más eficiente a los sistemas de salud, mejorar el saneamiento y la higiene, el manejo adecuado de los desechos comunes y hospitalarios, aumentar el acceso eficiente a los servicios médicos y  al agua potable, buscar medidas rápidas y eficaces para una mejor alimentación, lograremos progresos significativos en pro de ayudar a salvar vidas de millones de personas.

El ambiente sano y la salud se fundamentan en el valor y respeto de los derechos humanos y su desarrollo en condiciones óptimas para una mejor calidad de vida que busque el bienestar de las generaciones actuales y futuras.