En un lunes por la noche
Cronología de 3 horas sin luz
Con el nuevo cronograma en el plan de administración de cargas, se reduce el tiempo de los cortes eléctricos. A pesar de haber pasado un par de semanas desde la ejecución de los apagones, no ha cesado el malestar y lo irracional en la conducta venezolana.
La prueba comienza a las 7:00 de la noche, momento que se va la luz en mi sector, ubicado en el municipio San Diego del estado Carabobo. Se inicia el nuevo horario del plan de administración de cargas, el cual se ha reducido a 3 horas diarias sin electricidad. Uno no sabe si agradecer o ponerse a llorar.
Durante el fin de semana ya se estaba difundiendo el nuevo cronograma, y para evitar que los electrodomésticos se dañaran a causa del apagón, íbamos a desconectarlos todos. Sin embargo, la luz se fue 10 minutos antes de las 7. ¡En hora buena! Televisores, aires y luces estaban prendidos al momento del apagón. Ojalá y no se hayan quemado para cuando llegue la energía.
Desde ese momento comienza una travesía que suena fácil pero no lo es. Con un plan que se lleva ejecutando desde hace unas semanas, con una reducción de una hora menos, con todo y eso, esta situación es inaguantable y mucho más sabiendo que Distrito Capital no está dentro de los racionamientos.
La primera hora inicia con la cena a oscuras. Ya esto es un sacrificio, cuando se cena «lo que haya», con una dieta baja en proteínas. Con dos panes campesinos, mi mamá resolvió la cena, rellenándolos con unas lechugas, tomates y jamón. Sin mantequilla porque no hay, y tomando agua por es lo único que hay. La leche además de escasa, está carísima. Entre tientas y calor, logramos acabar nuestra cena.
Aprovechamos la poca agua que quedaba para enjuagar los platos de la cena. Y para no morir del calor, salimos al patio. Nadie habló, el venezolano en esos momentos, se vuelve algo más caníbal, no soporta nada y es intolerante incluso a los demás. Sólo los zancudos y mosquitos fueron los que se hicieron sentir.
En este sentido, la segunda hora fue invadida por el motor de una planta eléctrica del vecino que es funcionario público. El estruendoso sonido de la planta, invadía la frágil paz que hasta los momentos se vivía en el conjunto residencial. Salí a la calle simplemente a ver lo que ya sabía. Como si al asomarme el vecino “socialista” apagaría la planta eléctrica
La casa de la planta eléctrica estaba toda iluminada, sobresalía y resaltaba entre tanta oscurana. Aquella imagen sólo me trasladó al cuartel de la montaña donde reposan los restos del ex presidente Chávez. Aquel cuartel que sobresale de los barriales, y que siempre está iluminado aun cuando en su alrededor hubo un apagón.
Mi molestia se duplicó, volví al patio a esperar que llegara la luz con un gran malestar, con zancudos y mosquitos, y el estruendoso sonido de la planta eléctrica de nuestro «humilde» vecino. Por impaciencia o quizás por masoquismo empecé a ver los minutos de mi reloj que paradójicamente se hacían más lento. Sin duda alguna, el tiempo estaba haciéndome una mala broma o estaba desvariando.
La tercera y última hora fue quizás la peor. Otro vecino decidió esperar la luz eléctrica colocándole vallenato a todo el conjunto residencial con el sonido millonario de su vehículo. No tardó mucho en que el sonido de la planta eléctrica y el vallenato hicieran una competencia con mérito al más ruidoso.
Sin embargo, yo no entendía si era los cortes eléctricos que hacían del venezolano una persona irracional o es algo en nuestra cultura el ser así. No tenía aquello muy claro, sin embargo la guerra de bulla en el conjunto evidenciaba una clara degradación en nuestra educación y cultura. Terminé exhausto de tanto pensar. Buscar una solución a la situación es complejo, pues terminas perdiéndote en un debate. ¿Quién está peor? ¿El gobierno o el ciudadano venezolano?
La luz llegó 20 minutos antes de lo dicho en el cronograma del plan. La llegada de la energía eléctrica representa muerte al venezolano hostil e irracional que genera los apagones. Con el regreso de la electricidad minutos antes de lo establecido sólo me quedo escribir. Necesitaba drenar de alguna forma la rabieta y frustración que representa esta crisis eléctrica.
- Pequeño retrato de la Venezuela en crisis - 14 enero, 2018
- La nueva mayoría - 17 diciembre, 2017
- Reconstruir Venezuela desde nuestras trincheras - 12 noviembre, 2017