Comunidad trasgénero venezolana: En plena garantía de sus derechos
Venezuela es uno de los pocos países en América Latina donde aún no se certifica la identidad de los trasgéneros e intersexuales, muchos son los esfuerzos de la comunidad de lesbianas, gays, bisexuales, transe intersexuales (LGBTI) para que se respeten sus derechos constitucionales.
Tal parece que la constancia de los activistas de organizaciones afines, han logrado sólo parte de sus objetivos. La reciente aprobación que realizó esta semana el Servicio Autónomo de Identificación, Migración y Extranjería (Saime) a solicitud del Ministerio Público (MP) de ajustar la fotografía de la cédula de identidad de las personas trasgénero, con su apariencia actual, sin importar su sexo de nacimiento es prueba de ello.
La iniciativa fue producto de varias mesas de trabajo entre ambos entes. También, es resultado de una demanda realizada ante el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) hace 11 años, por la diputada Tamara Adrián, en la que exigía que sus documentos legales fueran reconocidos con su identidad actual y no con la de nacimiento.
Con esta decisión, los transgéneros evitarán incongruencias entre su apariencia física y la fotografía de su cédula de identidad. Así lo informó el despacho dirigido por Luisa Ortega Díaz.
«La intención es reivindicar la identidad de las personas transexuales y evitar fuentes de discriminación», explicó el organismo en un comunicado.
Antecedentes
En el mes de marzo, se difundió a través varios medios de comunicación la historia de Fernando, el primer transexual venezolano embarazado. Este venezolano de 22 años de edad y su pareja, Diane Marie, una transfeminista ecuatoriana son defensores de los derechos de la comunidad LGBTI.
La cédula de Fernando, lo identifica como María Fernanda Machado Quevedo. Sin embargo, la imagen del documento muestra a un hombre.
“Siempre fue un problema sacarme la cédula, porque los funcionarios querían que me presentara como una mujer. Cuando un policía me pide la cédula y nota la discordancia, suele ponerse conflictivo. Entonces, para evitar problemas, tengo que contarle mi historia desde el principio, la mayoría no lo entiende por más que se lo expliques”, comentó en entrevista para El Nacional.
Tamara Adrián, ícono de la comunidad LGBTI
En entrevista para el programa Sábado en la Noche que transmite Globovisión, Tamara Adrián expuso que la rectificación de partida de nacimiento, no es el procedimiento más adecuado para el cambio de nombre y género, pues quebranta el derecho a la intimidad de la persona.
En agosto fue entrevistada por el Diario digital La Patilla, donde dijo lo siguiente:
“Por la intolerancia roja, rojita que gobierna a Venezuela, desde el 14 de mayo de 2004 solicité el reconocimiento de nueva identidad para las “personas trans”, no es solo un cambio de nombre, es el otorgamiento de una nueva Partida de Nacimiento”.
“En mi caso particular, la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia accedió a la revisión del cambio de identidad y reconocimiento legal, han transcurrido 10 años desde que pedí la copia certificada del expediente y aún no tengo respuesta”, sentenció.
La aprobación traspasa lo efímero
En referencia a la compra de productos regulados, Adrián informó que las autoridades no le permiten adquirir los artículos, al respecto indicó:
“Esta es una situación que me sucede a mí y a muchas “personas trans”, que al ir al mercado o la farmacia y colocar su huella digital, el nombre y la imagen no se corresponden entre sí, negándoles de inmediato el derecho a comprar”, expresó.
Casos con disparidad en la cédula de identidad
Rummy Quintero, presidenta de la ONG Divas de Venezuela, afirmó que a pesar de los esfuerzos de la organización por promover la igualdad de las personas trans e intersexuales, las autoridades venezolanas continúan siendo muy mojigatas.
En su caso, consiguió que rectificar su partida de nacimiento a los 27 años de edad, con una certificación clínica de hermafroditismo, que no satisface las aspiraciones de los activistas.
Por otra parte, está la historia de Daniel, uno de los muchos intersexuales víctimas de la discriminación de género.
Hasta la fecha, no han realizado una nueva cédula de identidad, ni pasaporte, con nombre de hombre y sexo masculino. Asimismo, tendrá que modificar otros documentos legales, como el título de bachiller.
“Sin identidad no existes”, declaró.
Otro caso, es el de Estefanía, una mujer transgénero activista de la asociación civil Divas de Venezuela, cuya cédula la identifica con un nombre masculino:
“Yo no soy la persona con nombre de hombre que aparece en mi cédula, tampoco soy una simple mujer. Es una opción diferente, soy una mujer transgénero porque quiero serlo”.
Fuentes:
Diario La Patilla
El Nacional
El Universal
Globovisión
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