Clinton contra Trump: retórica, circo y suspenso rumbo al 8 de noviembre
Con visiones diferenciadas, comentarios punzantes y uno que otro escándalo, finalizó el tercer debate entre los aspirantes a la presidencia de Estados Unidos: Hilary Clinton y Donald Trump, última oportunidad del magnate republicano y su adversaria demócrata para confrontar sus propuestas en el mismo escenario. Hoy faltan menos de 20 días para que los votantes elijan al nuevo ocupante de la Casa Blanca.
Como es su costumbre, Trump protagonizó uno de los momentos más polémicos de la noche cuando se mostró evasivo sobre aceptar el resultado final de los comicios: “lo haré en su momento, mantendré el suspenso… “, manifestó el empresario.
Por tercera vez consecutiva, las encuestas señalaron a Clinton como la vencedora de la contienda con un 52% de apoyo. En cuanto a Trump: analistas coincidieron en que frustró un posible repunte a partir de sus críticas al sistema electoral americano: “Las elecciones están amañadas, los medios de comunicación envenenan a los votantes” y a su ambigüedad en torno a los resultados electorales. La popularidad del candidato republicano se contrajo luego del debate a 39 puntos porcentuales.
El encuentro comenzó con rigidez, tras ocupar sus podios (sin saludarse), los candidatos abordaron el perfil de los jueces que designarían en la suprema corte: Clinton no rechazó el porte de armas, pero enfatizó en establecer las regulaciones necesarias: “Tiene que haber una forma de hacerlo y salvar 33 mil vidas al año” puntualizó.
Trump prometió designar magistrados que se opongan al aborto: “Ella, dice que se puede ir y, arrancar al bebé del vientre de la madre incluso en el noveno mes” a lo que Hilary se defendió: “esa retórica intimidante no sirve”. La ex primera dama destacó el derecho constitucional a interrumpir el embarazo bajo circunstancias que amenacen la salud de la madre.
Migración tema álgido
Frente a las políticas migratorias, el candidato republicano reiteró sus intenciones de construir el muro y afirmó contar con el apoyo del servicio de Control de Migración y la Patrulla Fronteriza. “Tenemos que tener fronteras seguras, sacar a los bad hombres y alejar las drogas de nuestro país” declaró.
Clinton rechazó la separación de las familias que acarrearían las deportaciones masivas, explicó que su gestión incluye la seguridad fronteriza con algunas reformas. “Yo abogo por sacar a los indocumentados de las sombras e incorporarlos a la economía formal, para evitar que personas como Donald Trump los exploten,” posteriormente, la ex secretaria de Estado acusó a su contrincante de contratar inmigrantes ilegales para la construcción de sus edificios y amenazar con deportarlos.
Economía americana en una encrucijada
Las políticas económicas constituyen otro punto de divergencia, en el que ambos candidatos apuntan a direcciones opuestas para garantizar la prosperidad del pueblo estadounidense. Mientras Trump propone favorecer a las grandes empresas con un recorte de impuestos, Clinton planea invertir en la clase media e impulsar las industrias pequeñas.
La representante de los demócratas,declaró que su propuesta de modelo económico complementara el plan de Estímulo implementado hasta ahora por el presidente Obama, acto seguido defendió al mandatario: “él tomó las mejores decisiones para salir de la recesión y no se le da el crédito por ello, pero hoy estamos en pie”.
Clinton resaltó la importancia de incrementar la enseñanza técnica en la educación media, y volver públicas las universidades, innovar en energía para combatir el cambio climático, aumentar el salario mínimo así como lograr una remuneración equitativa para hombres y mujeres. En ese sentido, aclaró que no pretende subir los impuestos del ciudadano promedio, pero instó a las grandes corporaciones y los ricos a pagar lo que les corresponde: “vamos a estabilizar la economía de abajo hacia arriba, ¡eso es lo que funciona!” Subrayó.
A pesar de haber sido cuestionado por varios economistas conservadores, Donald Trump describe su plan como el mayor generador de empleos desde la época de Ronald Reagan. El empresario asegura que se traducirá en 25 millones de trabajos y un incremento en el Producto Interno Bruto del 1 al 4%
Trump hace énfasis en la necesidad de aumentar los impuestos a sus aliados comerciales para recuperar el capital estadounidense, bajo esa óptica calificó al Tratado de Libre Comercio de América del Norte, (NAFTA, Por sus siglas en inglés) firmado por Bill Clinton como: “lo peor que le ha ocurrido a este país” y el responsable de que los empleos se hallan fugado de EE.UU, por lo que el candidato republicano garantizó mejorar los acuerdos comerciales.
Del marketing al reality show
Más allá de las propuestas y los argumentos, elementos como el lenguaje corporal, la postura, el tono de voz y ¡hasta la manera de vestirse! tienen un impacto en la demostración del poder, esto se denomina Marketing político y aborda la imagen en conjunto con el grado de confianza que se proyecta ante los votantes.
El primer cara a cara entre Clinton y Trump tuvo una audiencia de 90 millones de espectadores, las cifras de los dos últimos arrojan alrededor de 70. La disminución en el número, puede verse como un claro indicio de desconfianza por parte de unos 2 millones de electores potenciales. En cambio: indirectas, descalificaciones y escándalos se mantuvieron en alza al mejor estilo de un programa de televisión.
Ambos candidatos hacen uso de su arsenal de cualidades, para posicionarse en el imaginario de sus seguidores: Trump se proyecta desde el perfil del empresario que consiguió hacerse rico de forma independiente, del otro lado, Clinton saca provecho de su experiencia en el Senado y la Secretaria de Estado.
Hilary Clinton, catalogada por las encuestas como la invicta vencedora de los debates, destacó ante los analistas por su preparación y actitud calmada, en ella se observó un equilibrado lenguaje corporal que manifestó a través de una retórica combativa y constantes sonrisas sardónicas. Detalles como saludar al moderador y usar al color rojo de los republicanos en el primer encuentro jugaron a su favor, pero las filtraciones de Wikileaks la expusieron ante los votantes como poseedora de un doble discurso.
En el podio opuesto, Donald Trump con verbo incendiario y maneras descarnadas acapara la atención de los medios y sus audiencias. Durante el dialogo se le vio tenso y reaccionario, repetidas veces descalificó a Clinton llamándola mentirosa, desagradable e incluso asquerosa, además de interrumpirla unas 27 veces. Sus escatológicos comentarios sexuales, así como la actitud despreocupada que asumió luego de que el video saliera a la luz tuvieron un impacto negativo sobre su popularidad, en un entorno donde el 50% del público electoral corresponde al género femenino.
Atacar la imagen del contrario es una estrategia clásica dentro de la política. Durante los tres encuentros vemos como Donald trata de torcer el desempeño de Hilary en sus cargos públicos: “Tienes 30 años en esto ¿Por qué no has hecho nada hasta ahora?”, ataca constantemente a su marido, y al presidente Obama por ser figuras cercanas a la líder demócrata: “Las historias de abusos sexuales son cosa de la campaña de Clinton”, “ella y Obama provocaron la violencia en los mítines de Chicago”. Finalmente apela al caso del servidor de correos electrónicos de la ex senadora, como un recurrente as bajo la manga.
En la misma línea Clinton señaló la poca experiencia de Trump dentro de la política: “mientras yo estaba en la situación room de la Casa Blanca, tú estabas presentado tu programa The Apprentice. Repetidas veces condena la moral del multimillonario neoyorkino en relación con sus actividades empresariales: “Él no declara sus impuestos porque quizá no es tan rico como quiere hacernos creer, o no da lo suficiente para la caridad” Clinton también alude a su temperante volátil, cuando el sacó lo de Wikileaks, ella lo llamó títere de Rusia y agregó: “no creo que alguien como Donald deba estar al mando de las armas nucleares”, otro movimiento fue aludir constantemente los desplantes de Donald Trump a la Miss Universo venezolana Alicia Machado para resaltar el carácter misógino de su adversario.
Suspenso electoral
Al cierre de esta edición, Hilary Clinton conserva una cómoda ventaja con 334 electores asegurados sobre los 270 votantes necesarios para ocupar el Despacho Oval. Donald Trump apenas se acerca al total requerido con 204 electores.
Así está en este momento el mapa electoral de Estados Unidos, tenemos que Trump goza de un importante apoyo en la parte central, mientras Clinton ostenta un respaldo más bien disgregado. Llegado a este punto, todo se reduce a los Estados Péndulo (que tienden a oscilar en su intención de voto). Si Trump quiere ganar deberá convertir al color rojo, localidades como Florida, Virginia, o Carolina del Norte.
Según un Sondeo Publicado por Univisión Noticias la candidata Demócrata supera en Popularidad a su oponente por 7 puntos porcentuales.
Ahora las encuestas no tienen la verdad absoluta, habría que considerar a potenciales votantes que se mantienen amparados por la opinión pública encubierta, que no es otra cosa que la decisión de no mostrar abiertamente su postura identificándose con algún candidato. De verse Trump beneficiado por esto, podríamos llevarnos una sorpresa después del 8 de noviembre.
Comparaciones por doquier
Abajo de izquierda a Derecha: Fernando pinilla y Eduardo Sanabria comparan a ambos personajes desde el Humor gráfico
Aunque provienen de entornos ideológicos diferentes, tanto el partido demócrata como los medios de comunicación nacionales e internacionales, vinculan a Donald Trump, con el fallecido presidente Venezolano Hugo Chávez. Al destacar su similitudes en cuanto al perfil y discurso político, indignación de la cancillería Venezolana.
Fuentes:
Univisión Noticias
CNN