De la minoría corrupta en el exterior

img_3355

Recibimos noticias de la fracasada marcha antivenezolana en Panamá, promovida por un movimiento de características que todavía desconocemos en profundidad. No obstante, como lo señalamos en una entrega anterior, debe preocuparnos porque – quizá – hable de una xenofobia generalizada a propósito de la migración forzada en más de un sentido, allende nuestras fronteras.

Por lo pronto, es necesario reconocer y denunciar que no todos los compatriotas que se han ido al exterior tienen las urgencias que la crisis humanitaria impone. No hace mucho, a propósito de nuestra diáspora, ventilamos en la Asamblea Nacional el caso del enorme contingente de burócratas y contratistas, ex – burócratas y ex – contratistas del Estado, tan destacados por sus extravagancias, que tienen domicilio seguro en otros países, obviamente tras saquear el erario público.

Sentimos que, en la República del Itsmo, generosa tierra que ha albergado a los venezolanos desesperados por un futuro mejor, incluyendo reconocidos perseguidos políticos, igualmente se encuentran los celebérrimos “enchufados” que son o dicen ser empresarios. Son numerosas las ingratas anécdotas que los explican, con una arrogancia que contamina a otros grupos menos afortunados, digamos, exportadores de nuestra anomia, que no saben siquiera lo que es respetar un modesto semáforo.

Valga mencionar, Vente Venezuela planteó desde muy principios de años, la necesidad de legislar inmediatamente sobre la recuperación de los capitales que se encuentran en el exterior, provenientes de la vasta corrupción gubernamental, añadida una metodología que satisface los estándares internacionales para una efectiva identificación y recuperación. Lamentablemente, no ha sido posible que la materia vaya más allá de su planteamiento.

Luego, en la comunidad  honesta y trabajadora de nuestros connacionales, también los hay nada honestos y nada trabajadores que manchan el gentilicio nacional. No son – precisamente – los transterrados, como llamó José Gaos, a los insignes coterráneos que hallaron un hogar en México, luego de la victoria de Francisco Franco en la península ibérica: una minoría privilegiada y abusiva, pero que tampoco autoriza a esa generalización que da ocasión a un fascismo inaceptable.

Últimas entradas de Luis Barragan (ver todo)
(Visited 151 times, 1 visits today)

Guayoyo en Letras