La crisis sigue presente e inclemente
Entre una y otra triste noticia, tan comunes en Venezuela, conseguí un titular del diario Panorama que hablaba de la inseguridad que sufre el Parque Zoológico Metropolitano del Zulia donde al cierre de este artículo 10 animales habían sido robados en lo que va de año.
La noticia me conmovió mucho, su presidente Leonardo Núñez explicó cómo 83 hectáreas que componen el zoológico son vulnerables al ataque de hampones y como animales como la danta o el tapir los mataban para posteriormente extraerlos de sus jaulas. Algunos medios incluso se atrevieron a informar que los animales eran robados para comer su carne.
En Venezuela, un hecho no deja de consternar. Es como si los hechos en el país compitieran en una ardua carrera que busca terminar de consternarnos a todos. Sin duda una noticia es peor que otra. Pero no es sólo eso, no es una mera noticia o “una guerra mediática” como ingenuamente el discurso oficial lo ha pintado.
Detrás de cada noticia, hay historia protagonizadas por compatriotas venezolanos. Compatriotas venezolanos que padecen la crisis. Que quizás les tocó hoy, pero como una clase de ruleta rusa, puede tocarnos mañana a cualquiera de nosotros. A menos o mayor intensidad, la crisis y todos sus problemas están allí, latentes.
El debate político se desarrolla, al igual que la elite gobernante sigue en el poder. Peleas y diatribas es lo que se escucha en el discurso político, debates intensos entre participar o no en las regionales, discursos pasionales en cómo tumbar a Maduro o cómo vanagloriar a Chávez, pero a fin de cuentas, la crisis sigue allí y en el medio de todo esto, están sus víctimas: los venezolanos.
Independientemente su posición política, reflexione un poco y vea como este proceso mal llamado revolución ha terminado de hacer desgraciada la vida misma de todos los venezolanos. A pesar de que la agenda de los medios evidentemente cubre el debate y la movida política, detrás de todo eso se encuentra la verdadera crisis que padecen todos los venezolanos.
Podríamos pelear intensamente si la estrategia es “ganar espacios” o “deslegitimar los poderes de la dictadura”, pero mientras perdemos esfuerzo y tiempo en esa discusión, la canasta alimentaria supera los dos millones y más familias se quedan sin comer, la inflación sigue galopando y más personas compran menos, la disidencia se sigue callando y se disparan los presos de conciencia, se disminuyen las importaciones y cada día nos condenan a morir de hambre y de enfermedad.
Sólo quiero llamar la atención de mis lectores, el debate político puede ser lo que ocupe y acapare la atención de todos nosotros, pero nunca olvidemos que detrás de todo éste embrollo, está la cara de la crisis, sigilosa y discreta pero letal e inclemente. Eso es algo que nunca debemos olvidar. El problema y la situación actual son estructurales y se supera desmontando una serie de políticas nefastas e inútiles en materia económica y para ello se requiere disposición POLÍTICA. La oposición debería pensar en ello, porque mientras se pelean a capa y espada por un puesto en una gobernación, siguen muriendo más y más venezolanos.
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